“El Quijote anda en burro y otras crónicas” es el más reciente libro del escritor colombiano Cristian Valencia, reconocido por sus fantásticas historias, que nacen en los territorios más alejados de la vasta geografía nacional. En 2016 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar, en la categoría de opinión y análisis, por su columna "Postales de La Guajira".
La crítica lo ha calificado como uno de los mejores cronistas de Colombia: un observador excepcional de una realidad desbordada en lo mejor y lo peor de los seres humanos.
Desde hace 30 años Cristian Valencia ha recorrido el país buscando historias. Su oficio no es el de periodista, sino el de escritor que guarda a buen recaudo los detalles de una realidad convulsa y extraordinaria a partes iguales.
Sus crónicas han aparecido en revistas como Gatopardo, SoHo, Cromos, Semana y Credencial. Durante su trayectoria ha publicado “Hay días en que amanezco muerto”, (Editorial Random House-Mondadori, 2007) y las novelas “El rastro de Irene” (Planeta, 2001), “Bitácora del dragón” (Planeta, 2003) y “Perdidos en Carsonciti” (Planeta, 2017).
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué lo inspiró a escribir “El Quijote anda en burro y otras crónicas”?
CRISTIAN VALENCIA: Este libro es una compilación de crónicas que he publicado en varios medios de comunicación masivos del país. Crónicas de casas de libro, experiencias con bibliotecarios en distintos lugares del país, sitios de guerra y otras historias que son una muestra de la diversidad de personajes y de geografías que componen este territorio llamado Colombia. La idea de hacer la recopilación nació del Grupo Planeta y empezamos a hacerla y hasta ahora el resultado ha sido muy satisfactorio.
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ENS: La crónica es un género muy complejo de tratar, ¿usted cree que ha tenido un buen manejo de los escritores actuales?
CV: Me parece que nunca ha habido un auge tan grande de la crónica como ahora en Colombia. Nunca ha habido un lugar más álgido para abordar este género. Creo que desde 1970 solo había como cuatro revistas de interés nacional, muchos periódicos independientes que no pertenecían a grupos económicos y de alguna manera se podía hacer periodismo independiente; incluso las cadenas radiales tenían muy buenas historias. La crónica se rescató a partir del año 2000, con la Fundación Nuevo Periodismo de Gabriel García Márquez y la apertura de la revista Gatopardo en el país. A partir de allí se reunieron grandes cronistas de toda Latinoamérica e Iberoamérica. Entonces el género comenzó a tener un auge impresionante porque en este se podían contar las historias sin que caducaran. Como ya todos sabemos, las noticias que se publican hoy, ya mañana no son nada, pero con la crónica se le dio un nuevo giro a las noticias, porque se les sacaba punta y se hacían historias que podían perdurar en el tiempo.
ENS: En sus textos usted siempre habla de resaltar la condición humana. ¿Se están haciendo buenos relatos en ese sentido?
CV: Actualmente hay muchos escritores independientes virtuales y eso es un punto positivo porque se está recuperando el género. Hay mucho talento nuevo, hay mucho interés por abordar este estilo y ahorita hay gente que lee, hay lectores ávidos de buenas crónicas y hasta se han vuelto especialistas, tienen sus preferidos. Han nacido plataformas digitales para todos los gustos, como “Relatos”, “Gatopardo” “Etiqueta negra”. En Colombia creo que sí hay buenos cronistas, en Medellín, en la costa Caribe, en la costa Pacífica, en los Andes; vallecaucanos, llaneros. Este país tiene un pulso increíble para la crónica.
ENS: ¿Según su criterio, qué debe tener una buena crónica?
CV: Lo importante es que el periodista tenga un perfil humano en las historias, una curiosidad real, más que periodística, porque la curiosidad periodística se muere en cinco preguntas y la humana es infinita, ahí está la clave.
ENS: ¿En qué proyectos se encuentra actualmente?
CV: Estoy trabajando en un par de proyectos; voy a sacar un libro, una crónica novelada que será una sorpresa. También estoy en la segunda parte de una novela que se llama “Érase una vez en el Chocó”; quiero hacer una segunda parte porque nos pareció muy interesante.