Tres emprendedores colombianos retomaron la receta original y ofrecen un producto de calidad, precio asequible pero sobre todo exquisito. Y se come doblada.

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CON masa madurada, tomates importados e insumos de máxima calidad tres emprendedores colombianos han recuperado la receta auténtica italiana y ofrecen al mercado una pizza que califican como gourmet y de low cost (bajo costo) para que quienes gustan de esta comida rápida puedan disfrutarla.

Un ingeniero industrial (Mario Andrés Figueroa), un administrador de empresas, Giovanni Solano y un estudiante de esa misma carrera (Camilo Bermúdez), que tenían en común no sólo una experticia en marketing y publicidad, sino ser habituales consumidores de pizza, decidieron tras un análisis de mercado embarcarse en una aventura gastronómica: recuperar la receta tradicional de esta emblemática comida italiana al igual que recomendar que se comiese doblada, tal y como allí se hace, al igual que ofrecer un producto a un precio asequible.

Ese fue el origen de “La Vera Pizza”, que como su nombre lo indica, se convirtió en la verdadera pizza italiana, pero en Bogotá.

Ya son dos años de este exitoso emprendimiento que se ha posicionado no sólo por el sabor único de sus recetas, sino porque cambiaron el concepto de que para degustar una buena pizza italiana debía acudirse a un lugar especializado para tal fin. Así, cifraron el low cost en cambiarse a un formato sencillo y, de paso, con entrega rápida en el mostrador.

Pero tal vez este es el mínimo cambio concebido por Figueroa, Bermúdez y Solano. El mayor de éstos y en el cual puede ser la base del éxito gastronómico de sus productos es el tratamiento que le dan a la masa: La maduran. Así, tal cual.

“Durante el estudio previo que realizamos descubrimos que las quejas más  frecuentes de los consumidores de pizza popular era la sensación posterior de inflamación y sed intensa. Fue entonces cuando consultamos a un pizzero italiano quien nos explicó que el 90% de la pizza que se vende en Colombia se elabora con masa hecha el mismo día porque es más rápido y económico comparado con usar la receta original que implica dejar madurar la masa regriferándola durante 72 horas a temperaturas que varían entre 0 y 2 grados centígrados, lo que implica aumento en los costos administrativos, logísticos y operativos”, explicó a EL NUEVO SIGLO Mario Figueroa.

 Agregó que “si la pizza es preparada con masa madurada, ayudamos al estómago con la digestión porque parte del proceso ya se ha elaborado en la nevera, donde ocurren dos cosas. Uno, las proteínas de la harina se transforman. Dos, la masa aumenta de volumen, dejar que esos dos procesos ocurran a lo largo de 3 días dan como resultado una pizza fácil de digerir, con textura perfecta y crocante en el punto exacto”.

Es por ello que estos hoy empresarios la califican de gourmet, ya que comprobadamente tras consumir algún de sus pizzas, incluso las que pueden considerarse más “pesadas” como la que ofrecen de quesos madurados, no hay esa sensación de pesadez, inflamación o sed.

Adicionalmente, permite que los bordes de la pizza sean gruesos, crocantes y dorados, con un sabor único por lo cual, literalmente, se come toda.

Otra base del posicionamiento de “La Vera Pizza” es que se sirve la pizza doblada y se recomienda comerla así. Y ello no es un simple capricho o una estrategia publicitaria. Tiene una razón “científica” de ser: “Al doblar la pizza es más fácil comerla, los sabores se potencializan, el aroma se concentra, permanece caliente de principio a fin, evita quemarse el paladar con el queso y claro, no se ensucia”, explica Figueroa.

Otro de los cofundadores de la empresa explica que el modelo de negocio se fundamenta en tres bases: calidad del producto, precio justo y ubicación estratégica y “por ello somos un formato diferente”

Respecto al primero de estos ítems, destaca que además de la masa madurada, para uno de sus productos estrella, la pizza Margarita, importan desde Italia los tomates, que son los que le dan el sabor original a ésta. De igual forma, para la hawaiana, la piña se corta en trocos y se cocina, por espacio de siete horas, lo que concentra el dulce natural de la fruta dándole un toque inigualable.

Completan el portafolio de productos además de las antes mencionadas, la de queso madurado (cuatro), la pepperoni, vegetariana, vera, pollo con champiñones, mexicana y la de ciruela, maíz y tocineta. Sus precios varían entre $8.900 la más pequeña, es decir la de tamaño personal hasta $48.000, la de tamaño familiar, con 8 porciones bastante generosas.

Por todo lo anteriormente mencionado, pero especialmente por el verdadero sabor italiano, La Vera Pizza recibió una nota de 10 sobre 10 por parte de Alejandro Escallón, reconocido crítico gastronómico y creador de Bogotá Eats.

En estos dos años de presencia en el mercado, los empresarios muestran un balance tan positivo que los impulsa a expandirse en Bogotá. Han vendido 150 mil pizzas y del primer local, ubicado en la carrera 15 con calle 83, han pasado a tener dos sedes más: en el pasadizo peatonal de la Universidad Javeriana y en la Autonorte con calle 79. Adicionalmente tienen un foodtruck para eventos. Sin duda, una cadena de mucho sabor en crecimiento.