Por: Sandra Ríos, creadora de www.CineVistaBlog.com
El próximo 1 de enero se conmemorarán 157 años de la declaratoria de libertad a los esclavos, promulgada por el presidente estadounidense Abraham Lincoln. Tres meses después de dicho acontecimiento, la revista política Harper's Weekly publicaba la imagen tomada en una revisión médica, de la espalda de un esclavo, que era todo un mapa impactante de llagas, que no necesitaba de más explicaciones y que sirvió como detonante para la creación del movimiento abolicionista, pues es de recordar que a pesar de la declaratoria hubo resistencia y solo aplicó para los estados rebeldes. Los esclavos, en esencia, dependían del triunfo de la Unión para reclamar su derecho. Tomó dos años para que finalmente se aplicara en todo el territorio. Quienes hicieron posible que se inmortalizara su cuerpo lacerado fueron William D. McPherson y J. Oliver, dos fotógrafos que se encontraban en el campamento donde llegó el hombre, en uno de sus tantos escapes. La fotografía se hizo conocer bajo el título de "La espalda azotada".
Ese personaje, con su cuerpo cubierto de cicatrices y convertido en un símbolo, fue Gordon y es en él en quien se basa la nueva película del director de "Bullet Train”, Antoine Fuqua. Han reconstruido su historia real a lo largo de todo este tiempo por distintos medios, que han narrado cómo luchó para hacer valer su condición de hombre libre, sin esperar a que fuera el ejército quien lo hiciera, y cómo logró escapar del peligro, una y otra vez, en su odisea. A Gordon lo interpreta Will Smith, en su primera aparición cinematográfica tras el vergonzoso escándalo de la ceremonia de los Óscar. “Emancipación” es un retrato de este esclavo con el que se puede representar los niveles de crueldad y tortura a los que fueron sometidos los afroamericanos.
Dividida en tres actos, el primero nos pone en contexto de qué esperar de la película y el tono (heroico) que asumirá, mostrando de entrada el cruento viaje que emprenderá, obligado para cumplir su misión y regresar a proteger a su familia. Gordon, según esta adaptación, sobresalía sobre los demás esclavos por su fuerza no solo física sino espiritual y su capacidad de ayudar al otro, aun sabiendo que esto implicaba que los blancos a quienes “pertenecía” lo maltrataran. En el segundo acto, la película es un viaje angustioso y macabro por la supervivencia, y el tercero, el de los aires de libertad.
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Con una buena escogencia de color, gran fotografía y buen ritmo, Fuqua se centra en la cacería que los terratenientes blancos emprendieron, obligándolo a vivir situaciones extremas, lo que dio al director material para crear escenas de tensión y entretención. No es “Emancipación” una película densa, con muchos diálogos y gran elocuencia, priorizando el drama sobre la acción –los que conocen al director sabrán qué esperar–, y eso termina pesándole un poco, porque hay momentos en los que se siente mucho la puesta en escena y la reiteración en algo que, por lo menos para los no estadounidenses, siempre nos cuesta: el heroísmo, que en muchas producciones termina ganándole al propio contexto histórico, a la reflexión oportuna o más profunda, y no me refiero a que el único camino que quede para este tipo de historias sea exclusivamente el del documental; de hecho, tiene este largometraje un referente inevitable y cercano con la premiada “12 años de esclavitud”, inspirada también en hechos reales.
Will Smith sabe actuar y ya sabemos cómo gestiona bien sus emociones para llorar con facilidad y credibilidad. Los directores saben explotarle bien este recurso, así que su interpretación de Gordon vuelve a ser notable. Al margen de la propia película, no se puede dejar de lado al actor por todo lo que ha pasado a su alrededor tras la cachetada a Chris Rock, en vivo, en plena gala de premios. El camino de redención de Gordon, es el camino sinuoso que deberá emprender Smith para reconquistar al público y el panorama aún no es tan claro para él.
“Emancipación” fue estrenada en salas limitadas, con una recepción bastante tibia y no fue tenido en cuenta en los Globos de Oro –la realidad es que no da para tanto–. Lo que sí es indefendible son los intentos de cancelación a un actor con una trayectoria importante en el cine, ni por parte de la industria que varios hoyos negros tiene, ni por la audiencia, que suele olvidar que los artistas son personas de carne y hueso y que los errores hacen parte de la naturaleza humana. La encuentran en Apple TV.