“Forest Mind”: muestra íntima de pueblos ancestrales colombianos | El Nuevo Siglo
Esta exposición habla de la parte mental-espiritual del ADN que conforma el mundo viviente y con la que se puede comunicar a través de los pensamientos.
Cortesía
Jueves, 10 de Noviembre de 2022
Redacción Cultura

“Forest Mind” es el nombre de la nueva producción de la videoartista suiza Úrsula Biemann, una instalación que recoge su trabajo colaborativo de cuatro años con el pueblo inga colombiano y que desde ya se puede apreciar en el Claustro de San Agustín de la Universidad Nacional.

Los chamanes taitas Carlos Porfirio Jacanamejoy, Arcángel Muchachasoy y Luciano Mutumbajoy fueron los encargados de oficiar con música tradicional del pueblo inga para la apertura que se efectuó el pasado 9 de noviembre, y a el cual asistieron 20 representantes del pueblo inga, quienes participaron en todos los proyectos en colaboración con Úrsula Biemann: además de los taitas mencionados, la gobernadora María Agripina Garreta, junto a Mariela Pujimuy, Liliana Armero, Waira Jacanamijoy, Hernando Chindoy, Ana Cristina Rodríguez, Pedro Luis Jajoy, María Rubiela Mojomboy, Norelly Arteaga, Irma Alicia Mojomboy, María Flora Macas, Freider Legarda, Juan Carlos Jamioy, Carlino Muchavisoy, Serafín Jajoy, Yeni Yolanda Jacanamejoy y Libia Stella Guamanga. Y por Devenir Universidad estarán presentes los arquitectos Santiago del Hierro Kennedy y Juliana Ramírez, el pedagogo Álvaro Hernández y Leidy Marcela Bravo, encargada de educación propia e intercultural.

De acuerdo con la curadora de esta muestra, María Belén Sáez de Ibarra, “Forest Mind” se conecta con la absoluta formación que tiene Úrsula Biemann en temas de modernidad y en la transición de una mirada que reconoce la inteligencia de la vida.

“Ella pasa de la colonialidad sobre la vida, los territorios y la selva, a una fisura que se genera para reconocer al bosque, con sus entidades visibles e invisibles y su inmensa inteligencia en una red hiperconectada, como una de las grandes fuerzas y presencias que tiene el planeta. Su mirada pretende otorgar una justicia epistémica, tanto a las comunidades que han habitado la selva por milenios y han consumido y estudiado sus plantas sagradas, como a la propia selva; reconociéndoles su conocimiento, su historia, su personalidad y su capacidad de generar transformación, futuro, organización, readaptación, recodificación genética y otras capacidades megainteligentes. Un conocimiento más allá de lo humano”, le dijo Belén Sáez a EL NUEVO SIGLO.

Así se gestó

En 2017, Belén Sáez de Ibarra contactó a la artista ecológica Úrsula Biemann, cuyo trabajo se caracteriza por la investigación en lugares remotos y el estudio de problemáticas sociales, filosóficas y científicas, que desarrolla en videos y acciones artísticas, estéticas y poéticas.

Su propuesta buscaba la realización de una obra sobre el conocimiento de las medicinas ancestrales y los saberes de las comunidades indígenas. En el verano de 2018 realizaron el viaje de reconocimiento por los territorios ubicados en Nariño, Putumayo, Cauca y Caquetá, con la autorización y el acompañamiento de líderes indígenas. Allí, Biemann se acercó a sus prácticas ancestrales, experimentó el yagé, investigó la cosmología y filosofía del pueblo inga y fue sorprendida con la invitación de esta comunidad a apoyar un proyecto de cocreación de una universidad indígena en su territorio, lo que extendió su investigación por cuatro años.


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“Toda la obra producida por la artista en colaboración con la comunidad inga de la panamazonía colombiana, se exhibe en Forest Mind, donde los trabajos priorizan la investigación en contacto íntimo con la selva como gran maestra, así como la experiencia personal y cuya reflexión central invita a valorar la selva como entidad viva y creadora de futuros, como un ser inteligente con derecho propio, además de reconocer el conocimiento indígena y la ciencia del yagé a la par del sistema de conocimiento científico occidental. Los ingas dicen que el conocimiento surge del encuentro con la tierra y sus seres vivos. Observo la inteligencia en la naturaleza tanto desde una perspectiva chamánica como de una científica, con la intención de poner en diálogo estos dos sistemas de conocimiento”, asegura la artista.

La pieza principal de la exposición es el video-ensayo Forest Mind, un video metafísico y teórico, que se fundamenta en la investigación en campo, en lecturas científicas que Úrsula Biemann ha realizado a lo largo de su vida y en el uso de las tecnologías de imagen más avanzadas para computar secuencias de ADN de la selva tropical. De esta manera, expone que la naturaleza alberga una inteligencia innata que se manifiesta incluso a nivel molecular, compartida a través de redes hiperconectadas entre todo el reino vegetal y que impacta las demás formas de vida. Biemann explica que “esta inteligencia vegetal se manifiesta poderosamente a través del yagé y los médicos tradicionales saben cómo manejarla. Un conocimiento que ha sido salvaguardado durante 500 años por los chamanes inga”, destacó la curadora.

“Árbol de la vida”

A esta muestra se suma una proyección del “Árbol de la vida”, que  resalta el poder que tiene el reino vegetal sobre el planeta y del que dependen todos los seres vivos. Un poder que limpia, equilibra, mantiene la capacidad de la atmósfera, genera oxígeno, agua, alimento y compensa la estructura en la tierra, por la capacidad de sus células de reorganizarse y recodificarse. Es una reflexión sobre la existencia de un poder más allá de lo humano, que significa una acción vital y esperanzadora, sin estar atada al sentimentalismo sino al conocimiento del poder que tiene la vida para superar estados de estrés, violencia o daño.

En la pared se impone el símbolo de chumbe “Ojos estrellas”, con un texto en tres idiomas (español, inglés y lengua inga) del libro “El chumbe inga”, de Benjamín Jacanamijoy Tisoy, quien también es citado: “Ojos Estrellas representa la mirada que se hereda de los mayores, un aliento de vida que nos permite ver más allá del horizonte”.

Al extremo sur de la misma sala se exhibe la videoinstalación “Vocal Cognitive Territory”, basada en entrevistas con muchos líderes sociales de la comunidad inga, curanderos, taitas, abuelos y abuelas y las voces de otros seres del bosque, quienes hablan de su relación con el territorio, con la educación y de cómo les gustaría que la gente entendiera lo que hacen y cómo piensan.

Estas instalaciones se complementan con la plataforma multimedia online Devenir Universidad, que compila pensamientos inga que surgieron de sus numerosas reuniones con varios miembros de la comunidad para la concepción del proyecto de una universidad indígena en el territorio inga. Una plataforma que se construyó en colaboración con un equipo intercultural que apoya este proceso creativo. Devenir Universidad se mantiene como un acompañante artístico al proceso de la universidad inga, que deberá ser creada y nombrada más adelante desde, por y para la comunidad.

“Forest Mind es una propuesta única. Habla de la parte mental-espiritual del ADN que conforma nuestro mundo viviente y con la que podemos comunicarnos a través de nuestro pensamiento consciente. Esto es ahora un hecho científico. La neurología y la genómica están cada vez más cerca de dar explicaciones de cómo toda la vida está interconectada y cómo los chamanes posiblemente trabajan para acceder a esta red significativa. Esto podría desencadenar nuevas imaginaciones en la audiencia y transformar su concepto sobre las comunidades indígenas”, resaltó Úrsula Biemann, artista, escritora y videoensayista.