“Grito – Las brisas de febrero”: mirada a la cultura del picó | El Nuevo Siglo
La puesta en escena será presentada en dos capítulos en el equipamiento del Instituto Distrital de las Artes, como resultado de resaltar el valor de la herencia afrocolombiana y sus tradiciones.
Foto cortesía
Martes, 1 de Febrero de 2022
Redacción Cultura

Un viaje por el Caribe que comenzó en el 2015 por tres artistas apasionados por la música diaspórica y la identidad afro, continúa hoy con “Grito – Las brisas de febrero”, una instalación audiovisual inmersiva que explora la cultura del picó en Colombia y que se centra específicamente en el pueblo de Palenque, el primer territorio africano libre en las Américas.

Este trabajo audiovisual tuvo su primer capítulo, titulado “Picó, un parlante de África en América”, “el cual fue hecho poco antes de la nueva reforma de policía que entró en vigencia en 2017, lo que hizo que se pudiera observar una época del regreso de los picó, que en este momento no es la misma”, dijo en entrevista con EL NUEVO SIGLO, Jim Nedd, uno de los autores de la puesta en escena “Grito”.

El fotógrafo y productor colombo-italiano se unió al dúo de artistas italianos Invernomuto para el primer resultado, que este mes regresa a los proyectores de la Sala E de la Cinemateca como una continuación de la experiencia audiovisual, la cual “analiza específicamente la mitología de Palenque, relacionada a la del Carnaval de Barranquilla, y en cómo las dos se vinculan en algún sentido, ya que estas historias paralelas hablan del comienzo de una leyenda y nos interesaba bastante sacarlo a la luz”, explicó Nedd.

Esta segunda entrega de la investigación y exploración de los artistas fue comisionada por la Bienal de Liverpool, con el apoyo del Instituto Italiano de Cultura de Londres, Q-International, Fondazione La Quadriennale di Roma, Fondazione Pietro e Alberto Rossini y Pinksummer, Génova. Así “Grito” se inaugurará este jueves, a las 5:00 p.m.

Identidad afro

Para el dúo de artistas, el interés en mostrar la cultura del picó se remonta a su pasión por la música diaspórica. Sin embargo, para Nedd, radicado en Milán y que trabaja predominantemente con fotografía y música, es un asunto más íntimo y personal.

Así lo afirmó Jim, quien nació y creció hasta los 12 años en Valledupar, donde vivió en carne propia las “parrandas o las fiestas de calle”, como las define, durante su infancia. Además, se identifica como afrocolombiano.

“Desde mi perspectiva, la cultura picotera es la síntesis de mi background personal. Es un fenómeno que tiene muchas particularidades en el sonido y en la estética de imagen también. Además, la historia picotera representa perfectamente la historia diaspórica mundial, en el sentido en que los mismos discos que se tocaban en los años 70 en los picós, llegaban directamente de África. Es un fenómeno que me ha obsesionado siempre como individuo del Caribe y sobre todo ahora que vivo en otro país”.



Dos capítulos

Esta exposición tendrá dos capítulos. Esta semana, la primera parte consistirá en la proyección de una pieza audiovisual, en la que a través de la exploración de esta cultura de picó, donde estos sistemas de sonido personalizados se enfrentan tocando discos afrocolombianos antiguos en fiestas callejeras, considera la música como una forma de conocimiento, mientras rastrea la historia de los puntos de contacto "picosos" entre Occidente, África y América del Sur durante la trata transatlántica de personas esclavizadas.

Para esta pieza el maestro Ralphy Polo, pionero en llevar la champeta a la radio, junto a Manuel Hernández, "Cho Mane) grabó unas placas, “las cuales describen en la manera más correcta posible la identidad sonora de este trabajo”, señaló Jim.

Según Nedd, preocupado por cómo nuestros cuerpos registran la experiencia, la edición de la película refleja patrones de trenzado de cabello que fueron desarrollados para transmitir mensajes secretos, como herramientas de resistencia. Adicionalmente, una capa de sonido es agregada por dos bocinas que recitan historias conectadas con las áreas de Palenque y Barranquilla.

“La técnica de montaje que utilizamos quiere recordar las técnicas de tejido de trenzas, que fue un lenguaje clave para la liberación del pueblo palenquero, ya que representaban un código visual en el plan de escape de Benkos Biohó, el primer hombre que escapó a un palenque. Por eso las imágenes del Carnaval y del Palenque están entrelazadas, como si fuera una trenza infinita”.

El segundo capítulo se mostrará al público el 8 de este mes, donde se presentará el documental “Picó: un parlante de África en América”, cuya misión es “a través de muchas entrevistas, crear la imagen de los representantes de la cultura picotera que muchos tienen en sus recuerdos”.

Este filme, a diferencia de “Grito”, tiene pocas imágenes de la verbena picotera y es protagonizado por los picoteros y coleccionistas de discos. Un concepto en el que es construido sin guiones y, en lugar de ello, se realiza con base en las descripciones e imágenes que crearon los picoteros, los estelares de la pieza.

“En este trabajo lo que hicimos fue viajar por el Caribe y buscar picós históricos o picoteros que pudieran describirnos cómo era el pasado, el presente y cómo podría ser el futuro de esta cultura. Esto fue grabado en el 2015 y había muchos picós por las calles, en cada esquina, era algo increíble”.

Sin embargo, este panorama cambió dos años después, ya que “desafortunadamente después de la nueva reforma de policía, ha bajado mucho la tolerancia por el alto sonido, ese modo de vivir en la calle, y de crear esos eventos colectivos. Es algo que ha afectado mucho el modo de vivir la música afrodescendiente en el Caribe”, continuó.

Marvel Moreno, una inspiración

Por otro lado, como le contó el fotógrafo a este Diario, el origen del subtítulo de esta nueva apuesta audiovisual que se presentará en la Cinemateca, se debe a la influencia de la obra “En diciembre llegaban las brisas”, de la escritora barranquillera y exreina del Carnaval de Barranquilla, Marvel Moreno.

“Encontré muchas analogías con mis recuerdos porque habla de la actitud del Caribe, que para mí es algo especial porque es mágica y poéticamente violenta. Describe en un modo muy nítido a Barranquilla, la violencia y el machismo del Caribe, que obviamente hace parte de la cultura picotera. Fue increíble leer esa Barranquilla de hace muchos años y me recordó el hecho de que la violencia en el Caribe no nació allí, sino que fue importada, era algo extranjero a ese territorio”, indicó Nedd.

Con este trabajo, Nedd e Invernomuto buscan resaltar la verdadera historia de la afrodescendencia y la colonización, destacando que “la herencia del pasado es todavía algo que está muy presente en el futuro del país y es correcto protestar. Es algo importante para no olvidar mis orígenes afrodescendientes, afrocolombianos”.