Seguro y frentero, esas son quizá las dos palabras que mejor describen a Sebastián Pii, el fotógrafo profesional que protagoniza “Entre la niebla”, la película del director Augusto Sandino que llegó este mes a los cines, para darle vida a “F”, un particular personaje que hace un fuerte llamado a la protección del medio ambiente.
El director Augusto Sandino describe al protagonista, el fotógrafo profesional Sebastián Pii, como un hombre con una personalidad arrolladora, carismática y sensible, a quien conoció cuando el joven era estudiante de fotografía y colaboraba en el departamento de arte de un cortometraje.
Luego, en 2014, cuando Sandino dirigía el simposio “Cine de autor”, Sebastián reemplazó al fotógrafo del evento y siempre pasaba a la oficina del director a hacerle muchas preguntas y a charlar, lo que le permitió a Augusto conocer su obra y sus ideas, que siempre le parecieron muy interesantes.
Sebastián tiene una condición que presentan menos de 100 personas en el planeta. Se llama Hallermann-Streiff y genera, principalmente, anomalías en el cráneo y los huesos faciales, lo que en palabras del director le permitía personificar la singularidad de “F” en esta película que abraza la diversidad con mucha transparencia.
La trama de esta producción cinematográfica de ficción se desarrolla en medio del exuberante y codiciado Páramo de Sumapaz, donde “F”, un solitario explorador y guardián de las montañas condenado por su destino, se sumerge en las posibilidades que le ofrecen sus sentidos. Frente al inminente regreso de la violencia, y superando sus limitaciones humanas, ha estado preparando su escapatoria, pero antes de perseguir una nueva dimensión tendrá que enfrentar una dolorosa despedida.
“Es una película mágica que engancha al espectador con el diseño sonoro que es increíblemente brutal, las piezas visuales, los efectos especiales y un personaje que tiene un desarrollo poético a lo largo de la historia”, aseguró sobre la película Sebastián, quien logra transmitir esto al público, según lo confirma en su crítica el especialista en cine Mauricio Laurens:
“¿Poema audiovisual? ¿Ensayo surrealista? ¿Ciencia ficción o de anticipación? Se podría clasificar esta excepcional película nacional en ese intimismo ambiental que advierte sobre los peligros de la extinción humana y animal; un realismo fantástico, maravilloso y vulnerable”.
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Sobre la interpretación de “F” vale la pena destacar que la figura frágil del protagonista engaña, pues resulta ser, como lo describe el director, “un gladiador que se echó la película encima y nos sostuvo en momentos cruciales, se hizo fuerte y nos demostró con ejemplo su integridad y compromiso. La película es “F”, y su presencia escénica articula todo lo que he querido decir. No tengo más que cariño y profunda admiración por Sebastián”.
Esto lo confirma Sebastián, quien asegura que vivió momentos complejos, pero totalmente controlados en el rodaje que se realizó en el Páramo de Sumapaz a una altura de entre 3.200 y 4.500 metros sobre el nivel del mar.
“Tengo que decir que lo más complejo no fue quedarme atrapado en una laguna muy fría o que un cerdo me arrojará varios metros sin sufrir ni un rasguño, sino entender que hacía parte de un engranaje donde todos en el equipo éramos importantes y donde cada persona estaba poniendo al servicio de la película toda su experiencia y conocimiento”, aseguró el fotógrafo.
Con la sinceridad que lo caracteriza, Sebastián regresa a las temáticas de la película y destaca que además del llamado a proteger los recursos naturales, especialmente los páramos, está la situación de los líderes ambientales y sociales en Colombia. “Los asesinatos de quienes protegen el medio ambiente son una realidad en los últimos 70 años en el país”.
La relación entre un padre y un hijo también es protagonista en la película del director Augusto Sandino, quien opina que el amor es el sentimiento que media la relación entre “F” y su padre. Amor y también cierta impotencia que se percibe en la película.
“Era fundamental que fuera evidente para el espectador. Son los actos los que definen el nivel de respeto y compromiso entre los dos, no necesariamente las palabras. ‘F’ es leal y consistente, y atiende las necesidades de su padre enfermo, hasta que reúne la fuerza para permitirle encontrar su propio camino hacia su esposa, la madre ausente y fallecida de ‘F’, a pesar del dolor que puede traer esta decisión. Un gran amor es también dejar ir y abrirse a otro principio definitorio de la vida: la libertad”, explicó Augusto.
“Entre la niebla”, que tuvo su estreno mundial en el Festival Tallinn Black Nights - PÖFF, el más grande de Clase A del norte de Europa, es una producción de la empresa colombiana Schweizen Media Group, en asocio con Viana Producciones y Psycut de Colombia, Perspektiv Produksjon de Noruega y Magiclab de República Checa. La compañía de ventas internacionales es la alemana Pluto Film, y la distribución nacional estará a cargo de Cine Colombia.