La reinvención del traje sastre | El Nuevo Siglo
Foto cortesía
Lunes, 30 de Abril de 2018
Catalina Jaramillo Uribe
El ‘tailoring’ se renueva con colores rosas y celestes, originales estampados y diferentes tejidos, para la próxima temporada de Otoño Invierno.

 

Símbolo de elegancia, sofisticación y estilo, el clásico traje sastre llega renovado y se convierte en el mejor aliado para la próxima temporada de Otoño Invierno 2018. Las pasarelas de la Semana de la Moda de Bogotá nos lo han demostrado: la sastrería ha llegado dispuesta a reclamar su lugar en los armarios, otorgando un cierto halo ‘gentleman’ a las mujeres más femeninas y un toque diferente a los hombres más varoniles.

Firmas como Isabel Henao, Socarras, Faride Ramos, Lina Cantillo y Mulierr marcaron las pautas de lo que será el nuevo ‘power suit’ durante este año. Se trata de lucir una sastretería menos disciplinada que podemos apreciar con diseños más arriesgados, uso de colores vivos, ‘mix and match’ de materiales y estampados, así como combinaciones de piezas inesperadas. ¿Cómo? A través de las siguientes reglas de oro.

 

El traje sastre en colores

Rosas, rojos, celestes e incluso, blanco y mostaza. Esta fue la paleta cromática que más resaltó en las propuestas de los diseñadores colombianos, sin descartar los colores neutros de la vieja sastrería como el negro, gris, camel y beige.

Por ejemplo, Isabel Henao y Mulierr apostaron por los trajes de chaqueta en tonanalidades rosadas y azules con tejidos luminosos, una manera de llenar de luz y de actitud el tradicional ‘look’ de mujer para la oficina. Si bien, Henao se volcó por emplear siluetas fluidas con detalles de volumenes suaves y envolvelntes que marcan la cintura como ibis, las diseñadoras Cuevas y Tarazona los exaltaron con cortés clásicos.  

Por su parte, entre las propuestas de Socarras, deslumbró un atuendo de dos piezas en el infalible rojo, compuesto por pantalones de grandes botas y chaqueta masculina en versión fememenina. Asimismo, exhibió un esmoquin en blanco, que, como otras piezas de la pasarela, desplegó una sensualidad empoderadora al lucirse sin nada por debajo (sin top).

Esta idea también la aplicó Faride Ramos con un traje sastre en color mostaza, cuya chaqueta iba envuelta por un cinturón largo, que le aportaba al ‘outfit’ comodidad, sin renunciar al factor ‘cool’.

Finalmente, el ‘tailoring’ que desfilaron los hombres de Lina Cantillo se mantuvo con una silueta ajustada, aunque la creativa mostró en algunos modelos una evolución del sastre al ‘casual wear’. En este caso, los diseños se caracterizaron por una gama de colores llamativos, como los terracotas, corales, azules y acentos ácidos.

 

‘Mix and match’

Las pasarelas demostraron que el traje sastre deja a un lado su repertorio más clásico y se renueva con combinaciones y prendas inesperadas. Por ejemplo, la tendencia ‘mix and match’ se evidenció en la colección de Faride Ramos con distintos estampados de cuadros, mientras que la de Lina Cantillo lo hizo con ‘prints’ originales inspirados en los cielos de Villa de Leyva.

Inclusive, Cantillo se atrevió a combinar el sastre en diferentes tejidos con pantalones en jacquard y chaquetas de terciopelo. Y a los trajes texturizados, como el Príncipe de Gales, les añadió un toque especial con pochettes, pañuelos y corbatas de puntos o rayas en diagonal.

De otro lado, Faride Ramos llevó al traje de chaqueta a su lado más femenino y sensual, con faldas mini, pencil, vestidos, pantalones pitillo y acampanados, los cuales acompañó con combinaciones imprecedibles. De acuerdo a la diseñadora, en su colección podemos ver “‘suits’ rasgados, piezas anudadas a manera de kimono y sastres con mangas cortas, que se superponen con camisas de seda abajo, y hasta lingeries”.

Otros diseñadores se atrevieron a mezclar una o dos piezas del sastre con blusas transparentes, camisetas de algodón, cinturones de lazo, incluso, faldas de tull. Esto demuestra que los 'power suit' siguen siendo implacables... pero no tanto. ¡Atrévete a darles un ‘twist’!