Ocho mitos y realidades sobre el consumo de suplementos | El Nuevo Siglo
En países como Brasil, Colombia, Perú y Chile, el consumo de esta nutrición se extiende hasta casi el 50% de su población, sin embargo, predomina otro segmento de personas donde aún existe desinformación.
Foto cortesía
Viernes, 23 de Abril de 2021
Redacción Cultura

En el último año la categoría de suplementos alimenticios ha crecido notablemente en Latinoamérica, al grado que, en algunos países como Colombia, Perú, Chile, o Brasil, el consumo de estos alcanza a más del 47% de la población. Así lo destacó La Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (Alanur), organismo que agrupa a las cámaras y empresas líderes de suplementos e ingredientes alimenticios en la región.

A pesar de la forma en que los suplementos alimenticios han permeado positivamente en la población, aún existe una barrera grande que afrontar, que es la desinformación.

Los suplementos alimenticios son productos nutricionales destinados para complementar la dieta habitual de personas sanas y representan un aliado en la nutrición. Permiten que la población pueda incrementar la ingesta de nutrientes, complementando así la dieta habitual y contribuyendo a mantener un estado óptimo de salud en las personas.



“Hoy más que nunca, el consumo de suplementos alimenticios es una tendencia que se consolida en la región latinoamericana, y con ello es normal que surjan muchas dudas”, afirmó el Dr. Hugo Palafox, coordinador de Asuntos Científicos y Regulatorios de Alanur.

Así la organización contribuye a aclarar 10 de los principales mitos en torno a suplementos alimenticios con base en información extraída a través de documentos científicos y encuestas de consumo que fueron desplegadas en los últimos años en diversos países de Latinoamérica.

En este sentido, los principales mitos de los suplementos alimenticios son:

1. Son productos que se venden en cápsulas, pastillas o soluciones en polvo, como lo hacen los medicamentos y atienden necesidades específicas de las personas, por lo tanto, pueden ser considerados como medicamentos nutricionales de venta libre.

Realidad: Esta idea viene del hecho de que ambos se venden en presentaciones farmacéuticas orales, es decir, en forma de cápsulas, tabletas, polvo, entre otros. Sin embargo, el propósito de uso de cada uno es absolutamente diferente. Los medicamentos están diseñados para tratar y aliviar enfermedades; en cambio, los suplementos son una forma de alimento novedoso que lleva como propósito principal complementar la dieta habitual diaria y en algunos casos complementar necesidades nutricionales específicas. 

Gracias a su naturaleza y grado alimenticio, los suplementos hoy en día son clasificados alrededor del mundo como productos de muy bajo riesgo para la salud.

2. Solo los profesionales de la salud saben identificar las necesidades de las personas y por lo tanto, requerimos de su prescripción para poder consumir suplementos alimenticios.

Realidad: Si bien la opinión de un especialista siempre será importante para tomar las mejores decisiones sobre la alimentación; gracias a que los suplementos alimenticios son de libre venta por su naturaleza alimentaria y muy bajo riesgo, no es necesaria su autorización para consumo en personas sanas.

3. Es mejor llevar una dieta balanceada que consumir suplementos alimenticios para complementarla.

Realidad: En el sentido estricto, esto puede ser correcto. Sin embargo, hoy las estadísticas internacionales y encuestas de salud pública, han demostrado que los humanos descuidan drásticamente su nutrición debido a un estilo de vida acelerado, mayor exposición a factores de riesgo y más estrés metabólico que nunca. Por lo tanto, los suplementos se han vuelto una herramienta legítima para apoyar a una nutrición responsable en base al ritmo de vida e intereses de cada persona.

4. Cualquiera puede vender cápsulas o polvos como suplementos alimenticios, no están controlados en su regulación y, por lo tanto, representan un peligro para el consumidor.

Realidad: Cada país posee organismos especializados que vigilan muy de cerca a los suplementos alimenticios en el mercado. Hay una robusta estructura regulatoria que vigila y regula cada aspecto de un suplemento alimenticio, desde sus ingredientes, calidad y etiquetado hasta incluso su publicidad.

5. Existen suplementos alimenticios que tratan, curan o atienden enfermedades o condiciones puntuales, por ejemplo: la migraña, obesidad, colitis, entre otras.

Realidad: Los suplementos alimenticios llevan como único propósito apoyar y/o complementar la alimentación diaria de cualquier persona sana. Estos no son diseñados o formulados para tratar o curar ninguna enfermedad. Toda empresa que ofrezca supuestos suplementos alimenticios con fines terapéuticos se encuentra totalmente fuera de la ley y representa un riesgo para la salud.

6.  Los suplementos alimenticios son consumidos solo por usuarios de gimnasios, deportistas de alto nivel y personas que se encuentran realizando dietas específicas, y también por aquellas que poseen un mayor poder adquisitivo

Realidad: El consumo de suplementos se encuentra muy extendido entre la población de Latinoamérica en diferentes sectores y perfiles. El consumo de la categoría llega a ser tan amplio que en países como Perú, Chile, Brasil y Colombia, las encuestas mostraron que en promedio casi la mitad (47%) de la población consume suplementos alimenticios. En la mayoría de los países evaluados el mayor consumo se encuentra en las mujeres con un 58.2%.

7. Los suplementos son provistos por entrenadores físicos en gimnasios, debido a que se usan principalmente por personas que consumen proteína para aumentar su masa muscular.

Realidad: Si bien en la práctica del ejercicio pueden promoverse, el promedio de los consumidores en Latinoamérica visita al médico y nutricionista de manera regular y mantiene hábitos saludables. Según datos obtenidos en países seleccionados de Latinoamérica, en promedio el 58% de las personas practica actividad física, el 67% visita el médico con frecuencia, mientras que el 50% va al nutricionista y el 57% considera que tiene una alimentación saludable.

8. En muchos países de Latinoamérica se tiene la impresión de que los suplementos alimenticios se adquieren en establecimientos o con proveedores cuya reputación no es confiable.

Realidad: Los suplementos alimenticios son productos respaldados por evidencia científica y cumplen con estándares de calidad y seguridad, así como las normativas y regulaciones del lugar donde se comercializan.  Se pueden obtener mediante diferentes canales válidos y legales como farmacias, tiendas especializadas, supermercados y mediante venta directa de las empresas que así los comercializan.