Un magistral recorrido por la música del romanticismo con sólo una voz y un instrumento. Eso es lo que depara el recital que la mundialmente reconocida soprano Karita Mattila,  acompañada en el piano por el estadounidense Martin Katz, ofrecerá este sábado en el Teatro Mayor.

Considerada como una de las más grandes exponentes del canto lírico, la finlandesa Mattila imprime a cada una de sus presentaciones una intensidad inusitada, que aunada a su manejo escénico lleva al público a una vivencia única e inolvidable.

Bajo las notas de quien ha sido calificado por el New York Times como el “estándar dorado de los pianistas acompañantes”, Martin Katz, la soprano ofrece un recital de cámara que inicia con Brahms y concluye con las emblemáticas canciones gitanas.

Del icónico compositor alemán, el más clásico de los compositores románticos interpretará Våren flyktar hastigt opus 13,  basada en un texto de Johan Ludvig Runeberg; Flickan kom från sin älsklings möte opus 37, basada en un texto de Runeberg y que usa la balada como forma poética; y finalmente Illalle opus 17, tomada de un texto del poeta Aukusti Valdemar Forsman.
El recital continúa con las obras de Henri Duparc Chanson triste, Au pays où se fait la guerre y Phidylé, basadas en textos del simbolismo y parnasianismo francés. Luego da paso a Giacomo Puccini con Sola, perduta, abbandonata, una intensa aria de la ópera Manon Lescaut, que gira en torno a una historia de amor imposible.

Acto seguido y en este particular recorrido por la música vocal romántica, Karita Mattila interpretará las obras del finlandés Jean Sibelius: Våren flyktar hastigt opus 13, basada en un texto de Johan Ludvig Runeberg, Flickan kom från sin älsklings möte opus 37, basada en un texto de Runeberg, y finalmente Illalle opus 17, tomada de un texto del poeta Aukusti Valdemar Forsman.

A estas alturas del recital, los asistentes habrán podido disfrutar al máximo del clasicismo romántico en la magistral voz de la cantante lírica, quien para cerrar con broche de oro el concierto, trae al escenario las obras de Antonín Dvořák: Canción a la luna , un aria de la ópera Rusalka , basada un texto del poeta checo Jaroslav Kvapil (1868-1950) y  Canciones gitanas, obras que giran en torno a un tema siempre apasionante y emblemático para los románticos: la música de estos icónicos pueblos.

Karita Mattila ha tenido una brillante carrera que además de fama le han valido mútilples e importantes reconocimientos tan importantes como “Músico del año”, otorgado  por el reconocido sitio web Musical América y el "Chevalier des Arts et Lettres", uno de los más altos honores culturales otorgados por Francia.

Esta soprano  lírica dramática se formó en la Academia Sibelius de Helsinki. Canta en los festivales y salas de ópera más importantes del mundo, y se ha presentado con los mejores directores, incluyendo a Levine, Abbado, Davis, Dohnayi, Haitink, Pappano, Rattle, Salonen y Sawallisch. Su repertorio operístico abarca la obra de Beethoven, Strauss, Tchaikovsky, Verdi, Puccini, y Wagner.

Se destaca recientemente en su carrera el papel de Katya Kabanova, de Janácek, para la Lyric Opera de Chicago,Lisa en Pique Dame, en el Metropolitan Opera, The Makropoulos Case, en el San Francisco State Opera y apariciones con la Orquesta de Filadelfia, la Filarmónica de Nueva York, y la Filarmónica de Berlín, con el director Sir Simon Rattle.

Esta figura de la lírica mundial, en desarrollo de su gira por Surámerica, donde eligió sólo algunos países para sus presentaciones, estará este sábado en Bogotá para un único recital a las 8 p.m. en el Teatro Mayor, el escenario cultural que en tan sólo tres años de existencia se ha convertido en la “casa” de los grandes artistas y los mejores espectáculos.