Seis pasos para aprovechar el tiempo libre con sus hijos | El Nuevo Siglo
Inventar nuevos juegos, reír o realizar deportes en familia son algunas alternativas que pueden ayudar a despejar la mente de los más pequeños de la casa en estos días de descanso.
Foto Secretaría de Educación del Distrito
Sábado, 25 de Diciembre de 2021
Redacción Cultura

Las vacaciones son un momento especial donde la creatividad, los gustos y las pasiones se vuelven elementos claves para desconectar a los más pequeños de las rutinas escolares. Por eso, es importante conocer algunos consejos para encontrar en el ocio y el descanso posibilidades de explorar, disfrutar y aprender de manera recreativa e intencionada.

El tiempo libre es una necesidad vital para las niñas y niños. En vacaciones, el objetivo no puede ser diferente a buscar desconectarlos de los deberes con su jardín o colegio, no solo para recargar sus energías sino también para potenciar sus habilidades.

Para el aprovechamiento del tiempo libre también es importante la moderación y el equilibrio entre las actividades que aportan algún aprendizaje y las que generan diversión. Desde ahí se contribuye al desarrollo de sus pasiones y sus talentos.

Por eso, la Secretaría de Educación del Distrito comparte seis consejos para familias y cuidadores que pueden ayudar a optimizar el uso del tiempo libre con sus hijas e hijos. Conózcalos a continuación:

1. Un tiempo para compartir juegos y creaciones.

Veamos, desde la mirada de las niñas y los niños, la capacidad de valorar los momentos simples, y, sobre todo, cuando deseamos estar juntos: la observación, la escucha y la toma de ideas. Usemos la creatividad tanto propia como la de nuestros niños para inventar nuevos juegos, reír y llenarnos de este tiempo juntos en casa. ¿Cuál es su juego favorito? ¿Ya lo compartió con su familia? ¿Y si le hacen alguna variación? Inventar y transformar los juegos es muy divertido.

2. Las pantallas como herramientas que inspiran y conectan.

Establecer horarios fijos y observar la pertinencia de los programas que ven las niñas y los niños puede ser una gran oportunidad. Hacer preguntas sobre los programas una vez que finalizan, investigar la parte favorita, dar tiempos de respuesta, entre otras estrategias, puede ser lo más oportuno.

Las niñas y niños procesan la información de formas tan variadas que podría darse la oportunidad de conocer, así como también de iniciar conversaciones, que desarrollan el lenguaje mientras aportan ideas para empezar un juego, quizá pintar, garabatear, bocetear, interactuar, dibujar o escribir sobre una aventura o historia que juntos podrían evocar.

3. El “emocionario”.

Con más días libres, es posible aprovechar para hablar con los niños sobre las distintas emociones que experimentan. Su identificación, gestión, sus nombres y cómo se pueden experimentar de la mejor manera. Es importante recordar que la familia es el primer lugar de relacionamiento y es, precisamente, en este espacio en donde se sienten esas primeras emociones: frustración, alegría, tristeza, rabia, miedo. Enseñar a caminar desde casa es vital para este momento y para los venideros.

La importancia del reconocimiento de la comunicación y de las conexiones que entre las niñas y los niños se dan con cada uno de los miembros de la familia para poder expresar estos sentimientos y el encuentro es una posibilidad de construir y fortalecer los vínculos en casa.

¿Se ha preguntado cómo se siente? En vez de preguntar cómo está, puede preguntar: “¿qué está sintiendo en este momento?”. Esto cambia la respuesta de “bien” o “mal” y permite nombrar las emociones.


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4. Amar es cuidar.

Que este tiempo permita el acercamiento a la idea de cuidar. Continuamente las familias se entregan desde la mirada, los afectos, la palabra y la escucha atenta para que ellas y ellos se sientan queridos y contenidos.

Si las niñas y los niños son acogidos en ambientes afectivos en donde se privilegia la mirada singular, la manifestación de emociones, la escucha y la conversación tendrán herramientas para cuidarse a sí mismos y cuidar a los otros, y qué mejor que nuestras casas para poder hacerlo en estos tiempos que parecen tan extraños.

5. Guarida de historias. 

Las historias aparecen todo el tiempo, están a nuestro alrededor, en la cotidianidad; por esto es importante aguardar por ellas, aprovechar los espacios en familia para contar historias, escuchar música y leer libros.

Encontrarse alrededor de diversas narrativas que presenten nuevos universos, posibilidades de juego, exploración e imaginación. Para ello es importante hacer de estos momentos rituales, preparar el espacio con unos cojines, telas o tapetes, sentarnos junto a las niñas y los niños y disfrutar de relatos, historias y libros.

Puede recurrir a materiales que tenga en casa para narrar, como linternas. ¿Qué tal si creamos historias con nuestras sombras? o ¿qué tal si construimos historias con los objetos de casa? En familia se podría crear un libro, hay infinitas formas de narrar y crear historias. Para acceder a estos recursos puede aprovechar las plataformas digitales donde encuentra libros gratuitos como: www.makemake.com.co o www.maguare.gov.co

O recurrir al préstamo de libros en casa que ofrece la Red Distrital de Bibliotecas Públicas de Bogotá, BibloRed.

6. Todo un mundo por explorar.

¿Qué tal si salimos a ver el cielo y sentir la lluvia? El mundo nos ofrece muchos elementos y estímulos por explorar, el clima, el tiempo, la naturaleza y el deseo por conocer e investigar está latente desde que nacemos, por esto demos lugar a las preguntas, a la exploración y la investigación.

¿Qué tal si se convierten en expertos investigadores o exploradores? Para esto puede armar un kit personal, con visores (lupas), bitácora, lápices, grabadora, cámara, bolsas para guardar evidencias, entre otros elementos, y aprovechar la calle, el parque, el jardín o el patio para investigar los misterios, los insectos o las plantas, preguntar y registrar sus hallazgos.