El impuesto del 4 por mil a las transacciones bancarias no desaparecerá en la próxima reforma tributaria y se mantendrá sin modificaciones. Así lo reconoció el viceministro de Hacienda, Andrés Escobar, quien aseguró que el Gobierno no ha pensado en reemplazarlo.
“La dificultad del 4 por mil para ser reemplazado llevó a que la reforma que presentaremos en el Congreso lo va a preservar. De hecho, en las reuniones que hemos tenido con los gremios, han dicho que no insistirán más en su eliminación”, afirmó.
De otro lado, el presidente de Asobancaria, Santiago Castro, afirmó que durante los últimos años el gremio ha solicitado que se retire este impuesto al que calificó de antitécnico.
“Sin embargo, eso ha sido negado en diferentes circunstancias o cuando no es negado es aplazado y vuelto a aplazar en sucesivas reformas; incluso la comisión de expertos no encontró un ingreso para reemplazar lo que este gravamen significaba y por tanto no vamos a insistir en el retiro de este tributo a los movimientos financieros”, señaló Castro.
Cabe recordar que este impuesto inició con miras a permanecer de manera temporal, con la instauración del 2 por mil en el gobierno de Andrés Pastrana. Luego, en el gobierno del presidente Álvaro Uribe pasó al 4 por mil y en 2014 se decidió su desaparición, primero como 3 por mil, dos por mil y para luego culminarlo a partir del 2018.
Por su parte, el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, aseguró que “hubiera sido mejor para la economía colombiana que la reforma tributaria se hubiera presentado antes” considerando su impacto y crecimiento. A su vez, agregó que “el Gobierno lo ha hecho, ha disminuido el gasto público, pero hay que trabajar en nuevas o más fuentes de ingresos para reemplazar lo que generaba el petróleo”.
Entre otras cosas, por parte del Ministerio de Hacienda, se está trabajando en una estrategia que consiste en canalizar y migrar los recursos que se invertían en el sector petrolero hacia una diversificación del aparato productivo compuesto por tres sectores, según lo explicado por el Ministro, donde se tendrán presentes los sectores del agro, industria y servicio.
Durante este trabajo, se contempla desarrollar un plan de competitividad que le apunte a facilitar los modelos de negociación a través de la innovación y el emprendimiento; a mejorar la infraestructura y a optimizar la calidad de la producción nacional.
En esta medida, el Estado busca potenciar y expandir el acompañamiento a personas y pymes mediante el desarrollo de competencias técnicas y de infraestructura con el fin de que puedan impulsar su idea de negocio. Sin embargo, actualmente las pequeñas y medianas empresas en Colombia aportan cerca del 38% del PIB, una cifra considerablemente baja teniendo en cuenta que éstas representan el 99,9% del total de las compañías que hay en el país.
No obstante, pese a los esfuerzos, las cifras reflejan que solamente el 50% de las pymes colombianas sobreviven el primer año y sólo el 20% llegan al tercero.
De modo que el gerente del Banco de la República agregó que “hay dos grandes impactos en la economía del país: el fenómeno del Niño que produjo un aumento en los precios de los alimentos y la energía. También la devaluación del peso, dada la caída del precio internacional del petróleo”, indicó.
Mientras que Cárdenas afirmó que “si queremos ser un país desarrollado necesitamos: paz, equidad y educación”. Esto corrobora la necesidad de avanzar en alianzas con el sector privado para completar la estrategia de desarrollo de la infraestructura y lograr la estabilidad macroeconómica.