Una despedida de ensueño espera tener hoy la Selección Colombia en el estadio El Campín, horas antes de emprender el viaje que la debe llevar a Rusia, en donde el 19 de junio, frente a Japón, echará a rodar la ilusión de 23 jugadores, el cuerpo técnico y 40 millones de hinchas y que no es otro que equiparar lo que hizo hace cuatro años en Brasil y, de ser posible, mejorarlo.
Después de adelantar algunos trabajos en la capital del país, todo está listo para que los colombianos le hagan sentir su respaldo a 26 jugadores que irán a Italia, grupo del que finamente saldrán tres.
Los tiquetes para el ingreso al coloso de la calle 57 les fueron entregados a los patrocinadores el combinado patrio, quienes se encargaron de repartirlos entre sus clientes.
Ahora, lo que queda es un espectáculo, con algo de fútbol… un show para que cada uno de los jugadores sienta que se les admira, se les respeta y se les valora por lo que han hecho hasta ahora -lograr la clasificación mundialista- y demostrarles que el sueño de cada uno de ellos, es el mismo que todos los colombianos tienen: brillar en Rusia.
Hoy no habrá una gran exhibición de fútbol sino, por mucho, un ‘picao’, pero se espera que estadio capitalino esté a reventar y que el ‘sí, sí Colombia’ retumbe en todo Bogotá, que se escuche en todo el país.
Ayer, la Selección cumplió su sexto día de actividad en la capital de la República, justamente en el estadio El Campín, donde hicieron trabajos de espacio reducido y les fueron abiertas las puertas del escenario a los medios de comunicación.
Luego del acto de hoy, los jugadores empacarán sus maletas, las cargarán de ilusiones y se aprestarán a iniciar el viaje que los debe llevar a cumplir ese sueño de mostrarle al mundo que lo de hace cuatro años no fue casualidad sino que el fútbol colombiano ha progresado, que está al nivel de los mejores del planeta y que tiene argumentos para pelearle a los ‘grandes’.
Ya no existe el pánico escénico, aunque no por ello se deja de sentir ciertos cosquilleos en el estómago, primero, cuando se está a pocas horas de iniciar el camino hacia el sueño mundialista, y segundo a medida que se acerca la hora del debut, el 19 de junio ante Japón.
La Selección parte mañana rumbo a Italia, concretamente a Milán en donde se concentrará para afrontar la recta final de su preparación.
El próximo viernes enfrentará a Egipto en Bérgamo y tras este duelo el técnico José Pekerman analizará, sacará conclusiones para el 4 dar a conocer la lista de 23 jugadores que tras los trabajos en Milán irán a Rusia.
Se tiene proyectado que el viaje a Kazán se hará el 10 de junio y allí se trabajará lo relacionado con el partido frente a Japón, el primer peldaño de una escalera que se debe subir para alcanzar la meta de clasificar a la siguiente ronda del Mundial.
Se supone que Pekerman y sus asistentes ya tienen diseñado el grupo de 23 jugadores y que en sus mentes ya ronda la que podría ser la formación titular para enfrentar a Japón, pero hay que esperar que no se presente ninguna eventualidad de acá al 19 de junio.
“Estamos motivados y queremos dejar en alto los colores de Colombia”, dijo Carlos Sánchez, uno de los fijos en la nómina.
Otro de los inamovibles, el portero David Ospina, recientemente en un evento en Bogotá dijo que “nosotros soñamos con llegar a la final del Mundial y levantar una Copa para nuestro país”.
En cambio Luis Fernando Muriel recordó que hace cuatro años quedó fuera del grupo que estuvo en Brasil, por decisión técnica, mientras que Falcao García no asistió por lesión. “Es un sueño poder disputar un campeonato del Mundo y que tienen toda la ilusión de hacerlo”, dijo.
Uno de los jóvenes del plantel, el defensor central Dávinson Sánchez, con la experiencia de actuar nada menos que en el Tottenham de Inglaterra, dijo que “es un orgullo y un placer poder estar en la Selección a mi corta edad y compartir con jugadores tan importantes a nivel mundial”.
En el mismo sentido se expresó Yerry Mina, quien confía en hacer un buen Mundial y quedarse en el Barcelona.
El reloj corre y tras la despedida y el viaje, las horas se harán eternas porque la ansiedad, así haya experiencia, no desaparece. Ya el 19, será diferente y allí empiezan a rodas las ilusiones mundialistas.