Convencido de que todavía es posible, el Palmeiras saldrá a dejarse el alma el miércoles para remontar el 2-0 que encajó en la ida de la semifinal de Libertadores y evitar así que los argentinos les arruinen de nuevo el sueño de conquistar su segundo trofeo.
Este emocionante duelo entre históricos, del que saldrá uno de los finalistas de esta edición, arrancará a las 21H45 (00H45 GMT) en Sao Paulo, cuando ya se conozca al otro aspirante al título, que se decidirá en la semifinal entre Gremio y River Plate que cierra este martes.
1. Recomposición
Toda la presión es para el 'Verdao'. Sorprendido en Buenos Aires por la gran noche de Darío Benedetto -autor de un doblete en los últimos minutos-, los brasileños deberán asfixiar desde el principio a un Boca que aterrizó en Sao Paulo acariciando su regreso a una final de Libertadores, seis años después de la que perdieron allí contra el Corinthians.
La situación no es la ideal, pero este Palmeiras líder del Brasileirao y en plena luna de miel con su reencontrado Luiz Felipe Scolari, lleva mucho más tiempo esperando.
"Vamos a recomponernos y tratar de revertir el partido en casa, con apoyo de nuestros hinchas y aún más entrega", aseguró el sábado Felipao, quien también dirigía al equipo cuando conquistó su única Libertadores en 1999.
"El miércoles tenemos la idea de pasar. No sé cómo. Boca es un gran equipo y vamos a enfrentarlos", añadió.
Bien lo sabe el exseleccionador brasileño, a quien los 'xeneizes' arrebataron la que podía haber sido su segunda Libertadores con el Palmeiras tras vencerles en la final de 2000.
Mejor fue su reencuentro este año, cuando tras empatar en la ida de la fase de grupos en casa (1-1), los brasileños vencieron después en Buenos Aires (2-0).
2. Matar o morir
Para lograr la remontada, el Palmeiras deberá revertir el cansancio del final de la agotadora temporada brasileña, y salir mordiendo al gramado de un Allianz Parque a reventar.
Ya lo hicieron el sábado, cuando tras el golpe de la ida en Buenos Aires reaccionaron a tiempo y consiguieron un importante empate ante el Flamengo (1-1), su perseguidor en la lucha por la liga, dejando el título casi sentenciado en el Maracaná.
De cara al partido más importante del año, Felipao contará además con todos sus jugadores incluyendo al recuperado Marcos Rocha, aunque no se le espera en el once.
Lo más complicado, sin embargo, para el 'Verdao' será dominar la ansiedad ante una oportunidad que lleva casi dos décadas esperando.
"Debemos jugar tranquilos. Es [un partido] importantísimo para la carrera de todos. Hay que buscar el primer gol. El Allianz Parque estará repleto, los hinchas creen [en la remontada] y nosotros también", valoró el zaguero Edu Dracena.
3. En tensión
Pero Boca también se juega mucho. Pese a la ventaja de la ida, los argentinos no quieren confianzas ahora que están a un paso de igualar a Independiente como el club con más Libertadores de América, con siete trofeos.
Una conquista que todavía podría ser más dulce si se diera ante su archirrival River Plate, que esta noche tratará de remontarle su semifinal al Gremio (1-0).
Aunque antes Boca debe salir vivo de Sao Paulo, y sin su técnico en el banco. La Conmebol sancionó este martes a Guillermo Barros Schelotto por el retraso en la salida del equipo tras el descanso en la ida, y tendrá que ver la vuelta desde la grada.
Su mellizo Gustavo será ahora el encargado de dirigir a un plantel en el que el gran héroe de la ida, Darío Benedetto, podría comenzar de nuevo desde el banco, con Ramón Ábila de titular.
Pero el delantero, que volvía a marcar tras once meses en los que superó una grave lesión de ligamentos, promete la misma concentración.
"A esta altura es obvio que uno quiere estar, pero me da lo mismo que juegue Wanchope o yo. Todos tenemos que tirar para el mismo lado, es un objetivo grupal. Sabemos que estamos a un paso de poder jugar otra final y no nos podemos relajar", valoró Benedetto en la cadena TyC.
El partido estará dirigido por el juez colombiano Wilmar Roldán, asistido por sus compatriotas Alexander Guzmán y John Alexander León.