Copa compartida, ¿un buen negocio? | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Martes, 9 de Abril de 2019
Redacción Deportes
En una zona el representativo nacional junto a Brasil, Venezuela, Ecuador, Perú y un invitado; en la Sur, Chile, Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia y otro convidado

_________

Dos sedes, dos grupos de seis, dos países en situaciones y ubicaciones geográficas opuestas, Argentina en el sur y Colombia al norte… es la apuesta por la que finalmente se decantó la Conmebol para la organización de la Copa América 2020.

Ayer, a pesar de que la delegación nacional guardaba la esperanza de que la rectora del fútbol en Suramérica optara por una sede única, el presidente de la entidad, Alejandro Domínguez, confirmó que sería compartida.

La apuesta resulta interesante. De hecho, ya se organizó un Mundial conjuntamente entre Japón y Corea, se hará otro, el de 2026 en tres sedes, México, Canadá y Estados Unidos, pero será la primera vez y justo con el torneo que se busca, equipare a la Eurocopa, en el que se ensaye hacerlo entre dos países.

Decisión

La nueva e inédita edición del torneo de selecciones más antiguo del mundo, que se disputa desde 1916, estará dividida en una Zona Norte y una Zona Sur.

En la Zona Norte participarán las selecciones de Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú, más una de las dos selecciones invitadas. En la Zona Sur estarán Chile, Uruguay, Argentina, Paraguay, Bolivia y el otro país invitado, precisó la Conmebol en un comunicado emitido en Rio de Janeiro.

Cada hexagonal clasificará a cuatro equipos para la etapa final, integrada por los partidos de cuartos de final, semifinal y final.

El comunicado nada dice acerca del lugar donde se jugará la final, que ambos organizadores quieren albergar y que en un principio se rumoró que se jugaría en Argentina.

“El nuevo formato contempla un total de 38 partidos y da la opción al aficionado de disfrutar de al menos cinco partidos de su selección en un país cercano y fronterizo, lo que refuerza el espectáculo y la fiesta deportiva”, indicó la institución, que celebrará hoy en Rio su Congreso oficial.

Colombia organizó por última vez la Copa América en 2001, donde consiguió su primer y único título continental, y Argentina en 2011, donde quedó eliminada en cuartos de final por Uruguay, a la postre campeón.

Argentina ganó 14 veces la Copa América, pero su última coronación fue hace 26 años, en la edición de Ecuador-1993.

En octubre del año pasado, la FIFA dio autorización a la Conmebol para que la Copa América se dispute en años pares a partir de la edición de 2020, y que se juegue cada cuatro años de forma que pueda coincidir con la Eurocopa.

Eso obligó a organizar -por segunda vez en el presente siglo- una cita continental en años consecutivos, luego de las que se disputaron en 2015 en Chile y en 2016 en Estados Unidos, la Copa Centenario para celebrar los 100 años de la primera disputa de la Copa América en 1916.

La Copa América de 2019 se disputará entre el 14 de junio y el 7 de julio en cinco ciudades de Brasil (Río de Janeiro, Sao Paulo, Porto Alegre, Belo Horizonte y Salvador) con la participación de las 10 selecciones de la Conmebol, más Japón y Catar como invitados.

En su intervención, Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, destacó que “el objetivo central de este cambio es brindar más facilidades a los aficionados y acercar geográficamente los partidos de las selecciones al público suramericano”.

Al mismo tiempo, resaltó que “el aficionado podrá disfrutar de al menos cinco partidos de su selección, lo que refuerza el espectáculo y la fiesta deportiva”.

Polos opuestos

La situación geográfica de las sedes definidas para la Copa América del próximo año están en los extremos: Colombia al norte y Argentina al sur, con seis horas de viaje en avión, pero ese no es el mayor riesgo que afronta la organización del torneo.

Se supone que cada país asume los costos del montaje, la preparación de los estadios (tampoco es problema porque los dos países los tienen y muy buenos), pero donde surgen las dudas es en las situaciones económicas y sociales por las que atraviesan ambas naciones.

De acuerdo con la más reciente previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI), Colombia crecerá este año un 3,5% y Argentina 2,2% hacia 2020, año de la Copa América.

Pero el mismo organismo, que ha hecho un préstamo de 56 mil millones de dólares, ha pedido que el gobierno de Mauricio Macri haga un severo ajuste fiscal, ello representa que las inversiones para la organización del torneo sean pocas y, de continuar el país en crisis, el ingreso a los estadios podría verse minado.

En Colombia la situación es muy diferente. La economía va viento en popa, mejora la seguridad del país, hay inversiones y disposición del Gobierno nacional para dar todo el respaldo que se requiera para el torneo.

En cuanto al apoyo del público, es claro que los dos países son futboleros, que hay afición suficiente, pero, dependiendo de la situación económica que se presente en el momento del torneo, los hinchas podrían terminar por escoger los partidos a los que asistan y así, no registrarse las entradas que la Conmebol espera.

Por los lados de Colombia se tendrían garantizadas las taquillas. Acá, sean torneos prejuveniles, juveniles o de mayores, siempre los hinchas asisten a los estadios sin importar si el partido es clásico o no.

En este formato, sobre el papel, la llamada zona Norte es más complicada que la Sur. Acá se verá a Neymar, James, Alexis Sánchez, Wuilker Fariñez, en tanto que en Argentina se vivirá el clásico de la plata.

Habrá que ver qué tan rentable resulta esta Copa América, si es buen negocio hacerla en dos sedes o si lo mejor es seguir con la tradición.