‘Pacho’ Maturana, ahora es estratega de las letras | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 12 de Abril de 2019
Rafael Gómez Hoyos

Francisco Maturana recuerda con alegría los momentos que vivió comandando las filas de la tricolor. Rodeado de estrellas como Carlos Valderrama, René Higuita o Freddy Rincón, el técnico concretó la hazaña de volver a un Mundial, el de Italia 90.

A sus 70 años, ‘Pacho’ dedica gran parte de su espacio a la escritura de su libro, en donde piensa dejar su filosofía para formar a las personas.

Oriundo de Quibdó, Chocó, creció en medio de las altas temperaturas y la humedad del municipio. Desde joven, se introdujo en el mundo del fútbol y decidió probar suerte como zaguero central, debutando en 1970 con Nacional. Con los verdolagas obtuvo titularidad y reconocimiento, alzando la primera división en dos oportunidades (1973-1976). Más adelante, estuvo con Bucaramanga y Tolima, retirándose de este papel en 1983, cuando decidió convertirse en entrenador.

Desde el banquillo, el estratega completó una labor clave en el desarrollo de la Selección, ya que fue el encargado de llevar a la tricolor a tres mundiales consecutivos (1990-1994-1998). Asimismo, orientó en Europa a equipos como el Valladolid y el Atlético de Madrid, también tuvo un paso efímero por el Real Madrid, donde no alcanzó a dirigir un encuentro por que no se dieron las cosas. Ahora, el director técnico no tiene afanes y se propone escribir un libro en el que quiere mostrar su forma de ver el fútbol.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo es su rutina lejos de los terrenos de juego?

FRANCISCO MATURANA: Por el momento no tengo un horario marcado, pienso que cada día es diferente. Estoy escribiendo un libro sobre mi forma de ver el fútbol y algunas experiencias que tuve dentro del campo. Intento dejar en el texto mi manera de entrenar y mi análisis del deporte. No cuento con una idea fija en cuanto al funcionamiento y siempre quiero aprender y transmitir ideas al respecto.

ENS: ¿Cuál es el momento que más recuerda en su carrera como entrenador?

FM: Todos los disfruté pero tengo un tema especial en lo competitivo que es importante porque fui el primer colombiano que dirigió en España. No tenía el concepto del Valladolid, razón por la cual cuando llegó la oferta se transformó en el reto más importante de mi carrera.

ENS: ¿Considera positivo su paso por el viejo continente?

FM: No puedo decir que fracasé: milité desde el banquillo todo el torneo con el Valladolid. Llegué al reconocimiento y firmé contrato con el Real Madrid. Fue un año en el que estuve con figuras como Cruyff, Hiddink, Jorge Valdano, Vicente Del Bosque y Luis Aragonés, quien me mostró muchos aspectos tácticos. Por esas fechas conocí a un muchacho que me acompañaba a todo y más adelante resultó ser Fabio Capello. También, la directiva de los merengues me contactó con un chico que manejaba las inferiores y terminó siendo Rafa Benítez. Más allá de los títulos, en esa etapa crecí como persona. Por encima de los trofeos, tuve un aprendizaje enorme.

ENS: Aún quedan dudas sobre ese papel que firmó con el Real Madrid, ¿cómo fue esa historia?

FM: El acercamiento se dio cuando ellos fueron a Valladolid. Yo apunté mi nombre en el papel y el abogado me ofreció una botella de champaña. Las cosas no se dieron, el Presidente me comentó que quería poner un cambio para alzar el rendimiento del equipo, que por ese entonces comandaba Alfredo Di Stéfano. La decisión final fue que traerían Radomir Antic, que llegaba proveniente del Zaragoza. A este señor le fue bien y los mandatarios decidieron dejarlo en el plantel, entonces ellos me dijeron que si quería seguir como manager deportivo del club y yo dije que no.

ENS: ¿Cómo consiguió llevar a uno de los puntos más altos a la Selección Colombia?

FM: Tengo gratitud con ellos. Para mí ese grupo fue mi familia, con esos jugadores nunca fui a dar solo charlas tácticas, les daba consejos para que se transformaran en mejores seres humanos todos los días. También les recalcaba mucho el tema de la mentalidad y la valentía a la hora de enfrentar a nuestros rivales, el no sentirnos menos. Al final aprendí a respetar la diferencia. Por ejemplo, al principio me dieron en la cabeza por convocar a Víctor Hugo Aristizábal, que jugaba sin el balón. Más adelante se transformó en uno de los delanteros históricos del país. En cuanto al proceso, siempre tuvimos cambios y enfrentamientos con la directiva y la prensa sobre todo cuando propuse a Barranquilla como sede. Hoy es la casa de la Selección y se ven los resultados. Con estos chicos me encuentro y recuerdan nuestras charlas más no nuestros números. Siempre valen más las conversaciones alrededor del ser humano.

ENS: ¿Qué es lo más complicado a la hora de dar el mensaje a los jugadores?

FM: Si uno está preparado no se dan complicaciones, simplemente elegir el mensaje justo en el momento adecuado. Había un presidente en Colombia que era Carlos Lleras Restrepo que cada vez que iba a hablar comentaba algo interesante, mientras que otros de hoy en día ni les prestan atención. Uno como líder debe identificar el instante adecuado para decir el mensaje, muchas veces no es el fondo del contenido sino la forma como se comenta. Nunca se deben generar rutinas en torno a las charlas, cada día trae nuevos conceptos.

ENS: Siempre se habla de la falta de tiempo cuando se toma un proceso de Selección, ¿cómo manejó este tema cuando estaba en la tricolor?

FM: Nosotros empezamos un proceso desde 1987. Mi génesis deportiva se basó en el fútbol holandés. Cambiamos la estructura del plan de juego en torno a la naranja mecánica, que no ganó pero llegó a finales y se quedó en el corazón de todos los hinchas del fútbol. La tricolor alzó la Copa América en 2001.

En la época de mundiales que dirigí no conquistamos nada más allá del 5-0 con Argentina pero quedamos en el corazón de los aficionados, como le ocurrió a Holanda. A Colombia ya no se le preguntaba por Pablo Escobar sino por René Higuita, Carlos Valderrama, Freddy Rincón. Ese proceso social se hizo con la valentía que tuvo el señor Londoño cuando aceptó que se implementara una base con Nacional, tal como lo hizo Cruyff con el Ajax. Recuerdo con cariño al maestro Óscar Tabárez, quien decía que Colombia era la única selección que entrenaba todos los días.

FRANCISCO MATURANA por ahora está lejos de los campos de fútbol y se dedica a pasar tiempo con su familia y amigos.

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“No cuento con una idea fija en cuanto al funcionamiento y siempre quiero aprender y transmitir ideas al respecto”