El belga Philippe Gilbert (Deceuninck), que cumple 37 años en julio, ganó este domingo la París-Roubaix de ciclismo, que disputaba solo por tercera vez, quedando cerca de ganar los cinco 'monumentos'.

Gilbert superó en el esprint, tras 257 kilómetros de una dura carrera, a su último compañero de escapada, el alemán Nils Politt (25 años).

El ganador de la prueba, campeón del mundo en 2012, aumentó un muy rico palmarés. París-Roubaix es el cuarto "monumento" del ciclismo ganado por Gilbert, al que falta solo la Milán-Sanremo, tras incluir antes la Vuelta a Flandes, el Giro de Lombardía y la Lieja-Bastoña-Lieja.

Detrás del dúo que se disputó la victoria en el Velódromo de Roubaix, el campeón de Bélgica Yves Lampaert se hizo con la tercera plaza (a 13 segundos) y completó el triunfo del equipo Deceuninck, en una jornada soleada pero fría.

Gilbert no pudo reprimir las lágrimas al abrazar al patrón del equipo belga, Patrick Lefevere, firmando el 58º triunfo del pequeño país europeo, un récord, en la "reina de las clásicas".

La carrera es conocida como "El infierno del Norte', debido a sus 29 secciones de pavés (adoquinado), para un total de 54 km de los 257 de la carrera. 

El vencedor del año pasado, el eslovaco Peter Sagan, se vio desbordado en los últimos doce kilómetros, terminando quinto, a 42 segundos del primero, detrás del belga Sep Vanmarcke (4º), quienes precedieron al esprint del primer grupo del pelotón, encabezado por el francés Florian Sénéchal (6º).

Sagan derrotado 

"El domingo pasado, fue una enorme decepción ya que caí enfermo antes de la Vuelta a Flandes", explicó Philippe Gilbert. "Descansé y me entrené bien, sentía que la forma volvía con el paso de los días, lo que me dio confianza", dijo el vencedor.

"Siempre he tenido ese sueño de ganar todos los monumentos, un sueño un poco loco que tengo desde hace unos diez años. Me acerco y es un gran orgullo", añadió el belga.

La carrera, con muchos ataques pese al viento desfavorable, dio un giro importante a falta de medio centenar de kilómetros.

Sagan reaccionó a un ataque del belga Wout Van Aert detrás del dúo de cabeza (Gilbert, Politt), que se había escapado una decena de kilómetros antes, en el segundo reavituallamiento.

Gilbert, solo en cabeza, cortó su esfuerzo antes del pavé de Mons-en-Pévèle, a más de 50 kilómetros de la llegada, para esperar a un grupo en el que estaba su compañero Lampaert, que le serviría de ayuda, y que completaban Sagan, Vanmarcke, Van Aert y Politt. 

Sagan mantuvo el contacto con el dúo de primeros clasificados, pero pagó sus esfuerzos en el sector de pavé de Gruson (km 244), menos difícil, tras una aceleración de Politt. 

Privado de energía, el excampeón del mundo tuvo que dejar partir a sus compañeros para terminar al final en quinta posición.