El italiano Elia Viviani ganó al esprint la 13ª etapa del Giro de Italia, en Nervesa della Battaglia, su tercer triunfo desde el comienzo de la carrera, en la víspera de la batalla del Monte Zoncolan.
No tuvo problemas en mantener la primera posición el británico Simon Yates (Mitchelton), que luce la maglia rosa desde el jueves de la semana pasada.
Con dificultades en la víspera, Viviani (29 años) se tomó la revancha, logrando su cuarta victoria en el Giro, la tercera de esta edición, tras Tel Aviv (2ª etapa) y Eilat (3ª).
Esta vez, en Nervesa della Battaglia, teatro de una batalla durísima al final de la I Guerra Mundial, el líder de la clasificación por puntos aventajó al irlandés Sam Bennett, vencedor de las otras dos llegadas masivas de este Giro.
El holandés Danny Van Poppel fue tercero por delante del italiano Sacha Modolo, en una etapa de transición.
La escapada del día (Irizar, Marcato, Vendrame, Tonelli y Zhupa) fue neutralizada a 6 kilómetros de la meta instalada en Nervesa della Battaglia.
En la lucha por la general, no hubo cambios entre los mejores antes de la entrada en la alta montaña.
Hoy, la 14ª etapa sale de San Vito al Tagliamento para alcanzar la cima del Monte Zoncolan, tras 186 kilómetros. Cuatro ascensiones preceden a la subida final, una de las más duras de Europa, en Los Alpes cárnicos. Allí se esperan ataques de todos los escaladores, incluidos los colombianos Miguel Ángel López y Carlos ‘Bananito’ Betancur. Sin descartar a Esteban Chaves, si se siente mejor.
Si la leyenda del Giro se ha forjado en las montañas, fue únicamente en el siglo XXI cuando la prueba descubrió el Zoncolan. En 2003, por la vertiente de Sutrio. En 2007, por Ovaro, convirtiéndose en un clásico porque otras tres veces el final de una etapa se coronó en este gigante natural.
“El que entra aquí, pierde toda esperanza”, la cita de Dante, que los ciclistas pueden leer en Ovaro, da el tono de lo que les espera: una subida de 10,1 kilómetros, una de las más duras de Europa, con el 11,9% de pendiente media, con pendientes del 22%, para alcanzar los 1.730 metros de altitud...
“El Zoncolan ofrece ventaja a los escaladores ligeros”, señaló Julien Pinot, hermano y entrenador de Thibaut Pinot, tercero de la clasificación a 1 minuto y 4 segundos de Yates. El segundo puesto es para el ganador del año pasado, el holandés Tom Dumoulin, a 47 segundos.
“Si (Esteban) Chaves siguiera en la pelea, sería perfecto para él. Yates parece muy fuerte, es un escalador ligero, Pozzivivo también. Dumoulin normalmente tendría que tener dificultades en este puerto. Pero esta etapa llega tras dos semanas de carrera, a menudo intensas y nerviosas. La fatiga se acumula, es un factor que cuenta”, añadió Julien Pinot.
La organización estará ayudada por 1.200 voluntarios en este día grande de la carrera, en la que se espera a 100.000 espectadores en la montaña símbolo de Friuli. Por primera vez, todos deberán pasar por puntos de control de metales para garantizar la seguridad.