Les confieso que pensé mucho en hacer esta columna, pero quien me convenció fue mi esposa con un ejemplo sencillo. Me dijo “¿te acuerdas de la defensa de Jorge Eliecer Gaitán de la aguja y el hilo?” Ahí está reflejado el ejemplo, nadie está obligado a nada, si no hay acuerdo entre las partes pues el acto no se realiza.
Ninguna de las niñas, mujeres o prostitutas que van buscando a los deportistas van a rezar, a pedirles que platiquen un poco de religión o política. No, ellas van, es a lo que van, en busca de fama y dinero, saben que luciéndose con estos famosos el good will se les valoriza, lo que pasa es que los deportistas caen como hojas de árboles secas.
Quienes pagan por “pecar” y si eso es pecado que me perdone Dios, debieran llevar un contrato debajo del brazo con unas cláusulas puntuales que dejen muy claro cuáles son los oficios de unos y otros, no que los pecadores son los que pecan por comer y las pobrecitas las que comen con gusto y después quieren seguir comiendo a costillas de los que se rompen el lomo domingo, miércoles y domingo, y no se pueden divertir.
Ahora resulta que los muy puritanos de los portugueses ya no quieren más a Cristiano Ronaldo por un nuevo escándalo que le salió del año 2009, que lo sacaron de la selección, que ellos no desean contar más con el crack. Lástima que este hombre no se pueda nacionalizar en otro país, porque les juro que España y por qué no, hasta Colombia de inmediato lo llamarían.
Atrás han quedado otras historias de sexo y deporte que ya las hemos borrado, pero como el de moda es CR7 hay que despedazarlo, así el gusto del ‘luso’ no sea el mejor, eso es lo de menos, y recuerden que si la mano izquierda tiene el hilo y la derecha la aguja y no hay acuerdo, no se podrá enhebrar jamás.