Las últimas semanas de María Camila Osorio pueden describirse en una sola palabra: maratónicas. Y no solo por hablar de los torneos y partidos que ha tenido que afrontar, sino que ha viajado de un lugar a otro, acumulando millas… de Estados Unidos a Argentina, de allí a China y de regreso a Colombia.
Así es la vida de la tenista juvenil número 4 del mundo, reciente subcampeona del ITF Junior Masters, doble medallista en los Olímpicos Juveniles, semifinalista del US Open, quienes además tiene compromisos con sus patrocinadores y con los medios de comunicación.
Con una sonrisa en cada intervención, dejando de lado el cansancio, el jet-lag y la falta de sueño, Camila atendió a la Federación Colombiana de Tenis y habló sobre algunos temas de su carrera deportiva, esto antes de volar con destino a Cúcuta donde la próxima semana jugará el ITF $15.000 dólares.
¿Qué balance puede hacer de esta temporada, la mejor que has tenido como juvenil?
La verdad estoy muy contenta por los resultados que he obtenido hasta ahora, igual creo que apenas es el comienzo. Agradecida con Dios porque Él es quien me ha dado todo esto, con Sanitas por el apoyo que me han brindado, con Alejo (Falla) también estoy agradecida porque él ha sido parte de este proceso y todo esto ha sido gracias al trabajo que venimos haciendo. Ahora sigo enfocada en los siguientes retos.
El trabajo con Falla tiene poco tiempo, ¿pero qué aspectos ha mejorado en tu juego esta unión?
Sí, hemos tenido muy poco y apenas estamos empezando, pero me ha aportado mucho en el sentido de que él ya ha vivido todo esto, así que sabe lo que hay que hacer y lo que no; me ha enseñado a ser más profesional tanto fuera como dentro de la cancha. Eso me ha ayudado a estar muy enfocada.
¿Buena comunicación en temas que no son específicamente de tenis?
Sí, claro, creo que todo no siempre es tenis y en el tiempo que he pasado con Alejo me he divertido mucho. Él es una gran persona y me aporta mucho en ese aspecto, no solo en el tenis, sino que en lo de afuera hay muchas cosas en las que uno le puede aprender. Nos llevamos bien dentro y fuera de la cancha porque al final viajamos todo el tiempo, muchas semanas, así que salir de la cancha y tener otras cosas de las que hablar siempre es importante.
El crecimiento ha sido evidente, ¿pero también reconoce que hay aspectos en los que mejorar?
Claro, porque esto apenas es el comienzo, es un paso en el camino; esto apenas es la etapa juvenil. Sí me ha ido muy bien, pero lo verdadero se va a ver cuando dé el paso al profesionalismo.
¿Qué ha pensado para 2019? ¿Continuar por esa senda o buscar un poco más de profesionalismo?
Yo voy a jugar los Grand Slam Junior, pero solo Roland Garros, Wimbledon y el US Open, porque creo que al Abierto de Australia no iré y de resto voy a jugar profesional. Mi idea es buscar la transición al profesionalismo para enfocarme en esto y tener la posibilidad de ascender en el ranquin.
¿Qué tan duro cree que puede llegar a ser ese cambio?
Sé que va a ser muy difícil, no es como que voy a llegar y ganarme todos los torneos. Va a ser un cambio muy grande de pasar de torneos juniors, donde juegas con chicas de tu edad, a tener que enfrentarte con mujeres con experiencia y eso puede llegar a ser duro. Pero con la ayuda de Dios y confiando en el trabajo que venimos haciendo, esperamos pasar esa etapa rápido.
¿Cuál es el mayor sueño de María Camila Osorio?
Ser la número 1 en la WTA y ganar Grand Slam, cualquiera, todos… Yo quiero hacer historia, quiero dejar el nombre de Colombia y de mi ciudad en alto; demostrar que no importa de dónde vengas o quien seas, lo que tengas o lo que no, si estás de la mano de Dios todo se puede y que si uno lucha y trabaja todo lo puede lograr.