El Athlético Paranaense venció este martes al Tolima 1-0 en Curitiba y se disparó en el liderato del Grupo G de la Copa Libertadores 2019 quedando a un paso de cerrar su clasificación para los octavos a falta de dos fechas, frente a unos colombianos cada vez más en apuros.
Necesitado de puntos, el Tolima desplegó un eficaz marcaje en la Arena da Baixada que fue desmontando todas las ideas de los últimos campeones de la Copa Sudamericana, hasta que Bruno Guimaraes logró por fin romper el bloqueo con un tanto desde fuera del área en el 78.
A la espera de que Boca Juniors y Jorge Wilstermann completen esta cuarta jornada el miércoles en la Bombonera, los brasileños se aíslan todavía más en la punta de la llave con nueve puntos, cinco más que argentinos y colombianos, y siete por encima de los bolivianos.
Todavía le duraba al 'Furacao' el dulce sabor de la gran noche continental que vivió hace una semana. En esa misma Arena da Baixada, pero llena como en las veladas de gala, el Paranaense sacó brillo a su título internacional con su goleada ante Boca (3-0) en una noche de fiesta en la que se hicieron, de paso, con el liderato de los vigentes subcampeones del torneo.
Pero no todas las citas son para brillar en la Libertadores y el urgido Tolima no estaba para celebraciones. Con las ideas muy claras, y la urgencia de sumar, los colombianos desplegaron un férreo marcaje que desde el comienzo le cortó las ideas a los locales.
Tenían el balón y lo intentaban, pero les era difícil a los de Tiago Nunes superar la barrera vinotinto. Tuvieron que esperar hasta casi los 20 minutos para que el héroe ante Boca, el argentino Marco Ruben, se pusiera cara a cara con Montero en la primera ocasión del encuentro.
Ante el cerrojo de los altos zagueros colombianos, trataba Bruno Guimaraes de centrar en profundidad sin éxito y después Nikao y el propio Marco Ruben de lejos, pero le faltaba chispa a este Paranaense al que el Tolima ya había sabido amarrar en la ida.
Menos preocupados con el ataque, los colombianos - a quienes irse de vacío les nubla el horizonte- merodearon también el área local con un par de contraataques que no llegaron a asustar seriamente a Santos durante una primera parte que pasó sin pena ni gloria.
Tenía que subir el ritmo el Paranaense si quería aprovechar su último partido en casa de este grupo G para dejar la clasificación amarrada. Lo tienen todo de cara los brasileños, pero nunca es una gran idea irse con los deberes pendientes a la altura de Cochabamba, donde se medirán con el Wilstermann el 24 de abril, ni a la Bombonera, escenario de su último partido en esta fase.
Tomaron buena nota en el descanso los locales, que salieron con el apetito mucho más afilado y en menos de diez minutos ya habían firmado sus dos mejores ocasiones hasta entonces.
Primero con un buen cruce de Nikao que Renan Lodi recuperó de volea, y que solo un atentísimo Montero logró desviar in extremis al palo, y después con una peligrosa internada de Rony por la derecha.
Rondaba el tanto el Paranaense, que pudo venir también con un cabezazo del ágil delantero a pase de Bruno Guimaraes, que ya coqueteaba con la fortuna que se encontraría poco después.
Fue justo cuando la desesperación comenzaba a hacerse con la Arena da Baixada, cuando el joven centrocampista armó un disparo desde la zona intermedia del campo que atravesó toda la defensa colombiana y golpeó en uno de los zagueros para acabar engañando a Montero.
Por fin conseguía el soñado botín un Athlético al que se le pone muy de cara el tramo final de la fase de grupos. Con tres victorias consecutivas, el campeón de la Sudamericana pide paso.