La frase “el partido mientras el árbitro no pite” bien podría acuñarse para la final del Torneo Apertura, entre Santa Fe y Bucaramanga, porque aunque los ‘Leopardos’ tienen la ventaja, el ‘León’ herido dispone de 90 minutos para darle la vuelta al marcador.

El 1-0 con que se liquidó el juego de ida les da la posibilidad de soñar a los dirigidos por Rafael Dudamel, con mayor razón porque los resultados obtenidos en la altura lo avalan. Ya frente a Millonarios en la fase de cuadrangulares se impusieron por 1-0 y dieron muestras de su capacidad para administrar el marcador.

Sin embargo, al frente tiene un rival que no quiere dejar escapar la oportunidad de sumar una nueva estrella, la décima en su historia, y que va a salir a hacer valer la condición de local, el apoyo de su hinchada y su poder ofensivo.

Los protagonistas de este último acto del Apertura se presentan como dos equipos muy similares, aunque iguales, en su estructura y en su rendimiento.

Disponen de sistemas defensivos muy sólidos. Sectores medulares con gran sacrificio y dos formas de atacar diferentes, pero efectivas.

El cotejo de ida servirá de referencia pero, como siempre se dice en el fútbol, no todos los partidos son iguales, bien sea por los planteamientos, por las estrategias o por el rendimiento individual de los jugadores.

Jugar una final conlleva un estímulo adicional y, en el caso de estos dos equipos, “ya han sido toreados en varias plazas”, es decir, que cuentan con un amplio recorrido y para algunos este podría significar el broche de oro sus carreras.

La fiesta en el estadio El Campín cuenta con aficionados de ambos bandos, oportunidad para demostrar que se ha mejorado y que se puede volver a aquellos días en que asistir a los estadios era un plan familiar, no había confrontaciones violentas, sino que todo era camaradería.

A arriesgar

Como está planteada la situación, a Santa Fe no le queda otra alternativa que salir a equilibrar la cuenta desde el momento en que el árbitro Carlos Betancur haga sonar el silbato.

Eso no quiere decir que descuide el trabajo defensivo por priorizar el ataque. Bucaramanga basa su trabajo ofensivo en las transiciones rápidas y no se le pueden dar espacios.

Los ‘Cardenales’ son ordenados, compactos y equilibrados, virtudes que deben mantener para buscar el gol que les abra la puerta al título, sin olvidar que la paciencia, en caso de que la anotación no llegue pronto, es la mejor consejera.

Son 90 minutos en los que no hay margen para cometer errores y por eso la necesidad de atacar por diferentes vías para romper el muro defensivo que acostumbra a montar el técnico Dudamel y que le permitió tener la valla menos vencida de la fase de todos contra todos, así como en el cuadrangular.

El timonel del ‘Expreso Rojo’, Pablo Peirano, debió tomar nota de lo ocurrido en el Alfonso López, en donde su equipo no tuvo tanta presencia en el área rival, y buscar alternativas para exigir al golero Aldair Quintana.

Para lograrlo, los laterales volantes deben estar muy activos, así como el volante Daniel Torres, quien es el encargado de iniciar las acciones ofensivas.

Asimismo, la movilidad de Hugo Rodallega y de Germán Rodríguez será clave para desequilibrar una zaga solvente como la de los ‘Leopardos’.

Las cifras registradas en las últimas diez confrontaciones entre Santa Fe y Bucaramanga avalan el optimismo del local de dar vuelta al marcador. Los rojos solo perdieron en una oportunidad.

La última derrota en Bogotá de los ‘Cardenales’ frente a los ‘Leopardos’ fue justamente en el Torneo Apertura de este año.

Además, desde 2016 solo se ha registrado un empate, por ocho victorias del ‘Expreso Rojo’. De mantenerse esa tendencia, es de esperarse que, por lo menos, la definición del título sea mediante el cobro desde los 12 pasos.

Otro factor a tener en cuenta es que, si Santa Fe quiere conquistar su décima estrella sin tener que ir a las ejecuciones desde el punto penal, debe superar a Bucaramanga por un margen superior a un gol, es decir por 2-0, 3-1 y así sucesivamente.

¿A especular?

Por el antecedente reciente, los ‘Leopardos’ son un equipo que sabe administrar resultados y jugar con la necesidad del rival.

Lo hicieron frente a Millonarios en el coloso de la calle 57. Se fortalecieron en defensa, permitieron que los atacaran hasta cierta parte del campo y luego con pelotazos buscaron hacerle daño al rival y lo consiguieron, porque se llevaron una victoria por 1-0.

Hoy pueden repetir la historia. Salir a esperar la embestida del ‘Expreso Rojo’, esperar que cometa algún error y asegurar el resultado que les reporte la primera estrella.

Los bumangueses llegan a este compromiso con nueve partidos consecutivos en los que no reciben más de un gol.

Otro factor que los motiva es la victoria conseguida este año en El Campín frente a su adversario de este sábado.

Se espera que Dudamel mantenga su fuerte esquema defensivo, en el que se han destacado Carlos Henao, Jéfferson Mena y Kevin Cuesta como centrales y Aldair Gutiérrez y Fredy Hinestroza como laterales volantes.

Bucaramanga puede darse el lujo de especular, de plantear un partido ultradefensivo, porque el resultado con que llega se lo permite, aunque vale la pena recordar que “equipo que sale a empatar, pierde”.

El de la necesidad es Santa Fe, que de entrada tiene que apostar a marcar un gol para forzar la definición desde los 12 pasos, o si la quiere evitar, vulnerar la valla de Quintana en dos o más ocasiones y no permitir que la de Andrés Mosquera Marmolejo caiga.

Por TV

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DOMINGO

Polonia-Holanda              8:00 a.m.            ESPN

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Ecuador-Honduras          2:30 p.m.            Win Sports

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