Con la camiseta de favorito y su dupla de ataque Suárez-Cavani afilada arranca hoy el Mundial para Uruguay, enfrentando a un Egipto que está ‘casi’ seguro de contar con su gran estrella, Mohamed Salah.
Uruguay dejó ayer su remanso de paz en Nizhni Nóvgorod -donde levantó su campamento base- para instalarse en Ekaterimburgo. Allí hoy comenzará a medir sus posibilidades en una Copa en la que se permite soñar.
Ante Egipto el equipo charrúa tiene el desafío de quebrar su historia y empezar con el pie derecho su camino mundialista. En Brasil una sorpresiva derrota inicial ante Costa Rica puso a prueba al equipo, un plato que no quieren repetir en Rusia.
Un triunfo en el arranque afirmaría las sensaciones de un equipo suramericano que sin ser uno de los grandes candidatos al título admite que tiene armas para soñar en una Copa del Mundo que emule o supere su andar en Sudáfrica-2010, donde alcanzó el cuarto puesto, también con Tabárez como director técnico.
Tabárez abrió las puertas a la renovación y jugadores como Matías Vecino, Rodrigo Bentacur y Giorgian De Arrascaeta, más propensos al toque y la creación que sus antecesores, sumando más juego corto y posibilidades de pases en profundidad para la dupla de ataque.
Todo eso sin perder el equilibrio y la mística de equipo de sacrificio que marcan su historia.
El ‘Pistolero’ Suárez del Barcelona llega en forma y acompañado en el ataque de un Cavani que ostenta el cartel de goleador de la Liga francesa con el París Saint Germain.
Por los lados de Egipto, todos los caminos conducen a Salah. Su caída en la final de la Champions League por una lesión de hombro cortó el aliento de todo el país, que sigue a sol y a sombra la recuperación de su ‘faraón’, pero la ilusión renació con el anuncio de que está al 100%.
El seleccionador argentino de Egipto Héctor Cúper sumó más razones para sonreír. “Salah está bien y se está recuperando muy rápido”, dijo.
El duelo marcará el choque de dos veteranos de la dirección técnica de Suramérica. Tabárez en su cuarto Mundial con Uruguay, el tercero consecutivo, medirá fuerzas con Héctor Cúper, otro amante del sacrificio y el orden defensivo.
El duelo se disputará en el Ekaterimburg Arena y contará con el arbitraje del holandés Björn Kuipers.
Prueba de fuego
De otro lado, Irán se apresta a debutar hoy en el Grupo B del Mundial contra Marruecos en San Petersburgo, tras una preparación con sobresaltos, después de que los partidos amistosos contra Grecia y Kosovo fueron cancelados.
“Tenemos el potencial para sorprender a Marruecos en nuestro primer partido” en la serie, dijo el técnico Queiroz. “Conocemos muy bien a su equipo, pero sospecho que ellos saben muy poco sobre nosotros”.
En Brasil, hace cuatro años, los asiáticos fueron hundidos por un gol in extremis de Lionel Messi en los grupos, pero hubo convincentes actuaciones de Irán para disuadir a Queiroz de una posible despedida.
Pero, si quiere terciar con Portugal y España, Irán seguramente tendrá que vencer a Marruecos, que mantuvo su valla invicta durante su propia campaña de clasificación al Mundial.
El entrenador francés, Herve Renard, ha inculcado una ética de trabajo implacable y una disciplina defensiva en su equipo, pero esta será la primera salida del país en una Copa del Mundo desde 1998.