Por la puerta grande, como los toreros, después de sumar tres Orejonas y seis títulos más, y cuando nadie lo esperaba, Zinedine Zidane renunció a la dirección técnica del Real Madrid.
La decisión del francés, que fue leyenda como jugador y ahora como entrenador de los ‘merengues’, cayó como un baldado de agua fría, tal vez no para el presidente Florentino Pérez, pero sí para los jugadores, la afición y los mismos medios de comunicación que en varias oportunidades lo habían situado fuera de la ‘casa blanca’, pero no en las actuales circunstancias.
Sin embargo, el reflejo de lo que representa la determinación de Zidane, es la frase del expresidente francés François Hollande: “Es mejor partir desde el firmamento”.
Además, el entrenador galo ya había vivido una experiencia que seguramente no quería repetir, como fue su amarga despedida como jugador.
Doce años después del famoso cabezazo en la final del Mundial de 2006 que eclipsó el adiós de una estrella, Zidane cerró el primer capítulo de su segunda carrera en la cumbre, después de ganar casi todos los títulos posibles y tres Ligas de Campeones consecutivas, el primero en conseguirlo.
A apenas dos años y medio de iniciar su carrera como entrenador de élite, Zidane a sus 45 años convenció al planeta futbolístico gracias a su capacidad de gestionar el gigante talento de la plantilla blanca, destronando a los más grandes entrenadores de la historia de la Champions.
Treinta años después del mítico Milán de Arrigo Sacchi, vencedor en 1989 y 1990, y menos de una década después del Barcelona de Pep Guardiola (2009, 2011), Zidane devolvió al Real Madrid al Olimpo europeo con un triplete histórico (2016, 2017, 2018).
Como el “Midas” del fútbol, el francés convirtió en oro todo lo que tocó, menos a un grupo de jugadores que se pueden contar con los dedos de una mano a los que desvalorizó, entre ellos al colombiano James Rodríguez.
Pero, ¿quién podría haber predicho este destino al joven ‘Yazid’, como lo llamaban sus allegados, que chutaba sus primeros balones entre los enormes bloques de La Castellane, un barrio de Marsella habitado por estibadores y repatriados de Argelia llegados en los años 1960?
Para el entrenador del Liverpool Jürgen Klopp, su último rival, ese origen es parte del éxito: “Cuando creces en Marsella, en el barrio donde él se crió, debes ser un luchador”.
La vida del joven reservado, el tercero de los cinco hijos de una pareja de inmigrantes argelinos, cambió la noche del 12 de julio de 1998, cuando dos goles suyos dieron a Francia su primera Copa del Mundo (3-0 frente a Brasil).
A los 26 años, Zidane se erigió en el ídolo de un país orgulloso de esa plantilla mestiza que simbolizaba la diversidad del país.
Quería repetir ese hito en el último día de su carrera, la final del Mundial de 2006, pero el sueño se volvió en pesadilla: fue expulsado a pocos minutos del final por cabecear a Marco Matterazzi y Francia perdería en los penaltis frente a Italia.
Cinco años después, lejos de los focos, Zidane volvió al fútbol profesional en julio de 2011 con un nuevo rol: director deportivo del Real Madrid. Para adaptarse mejor al vestido nuevo, Zizou inició cinco años de formación primero como mánager y después como entrenador.
Cuando durante su formación, por ejemplo, entrenó a un equipo de jóvenes en el FC Brujas, “la frecuencia cardíaca de cada jugador aumentaba en 15 pulsaciones” solo al verlo llegar, recuerda Guy Lacombe, uno de sus formadores.
Eso le sirvió después cuando Florentino Pérez lo colocó al frente del Real Madrid en 2016 en detrimento de Rafael Benítez, que no llegó a congeniar con los astros del club blanco.
El escepticismo inicial se disipó en apenas unos meses, cuando los merengues levantaron su undécima Liga de Campeones. Otras dos la seguirían, además de la Liga de 2017 y cinco títulos más.
Taciturno ante los micrófonos en su época de jugador, se convirtió en un as de la comunicación a golpe de sonrisas misteriosas y frases hechas. Más conocido por su virtuosidad en el campo que por sus teorías tácticas, impresionó también por sus discursos vencedores y sus innovaciones en el juego.
Pero si algo conserva de su época de jugador es su arte para las marchas dramáticas.
Sus razones
“Este equipo debe seguir ganando y necesita un cambio para esto. Después de tres años necesita otro discurso, otra metodología de trabajo y por eso tomé esta decisión”, razonó el técnico francés de 45 años y de quien nadie duda, llegará a ser seleccionador de Francia.
“Después de conquistar esta nueva Copa de Europa, para mí ha sido una decisión totalmente inesperada. Es un día triste para mí, para la afición, para todos los jugadores”, aseguró Florentino Pérez.
“Como jugador y ahora como entrenador decidiste despedirte en lo más alto (...) Te vas pero tu legado ya es imborrable. Uno de los capítulos más exitosos de la historia de nuestro querido Real Madrid”, tuiteó el capitán blanco Sergio Ramos.
Zidane fue el undécimo entrenador en la casa blanca desde que asumió la presidencia del club Florentino Pérez (2000-2006 y desde 2009).