Doce puntos del Apocalipsis del siglo XXI | El Nuevo Siglo
Domingo, 15 de Noviembre de 2015

CON toda la crueldad del caso, el mundo parecería acostumbrarse a un terrorismo sin precedentes en la historia universal, pero los ataques de ayer en París muestran, en principio, ciertas divergencias con los anteriores. El siguiente es un análisis preliminar de algunos puntos sobre lo acontecido en la capital de la Revolución Francesa, la libertad y la democracia tal y como se conoce hasta hoy:

 

1.    En la medida en que se aprietan las circunstancias sobre el Estado Islámico al interior de la cruenta guerra que se lleva a cabo en Siria e Irak, se multiplican los ataques externos. No sólo fue recientemente el bombazo  a avión ruso, en Egipto, adjudicado por este grupo yihadista, sino el objetivo terrorista sobre Beirut, anteayer, y luego el pasmoso atentado de múltiples objetivos tanto cerca de la plaza de la República y el Teatro Bataclán, donde se llevaba a cabo una fiesta, en la Ciudad Luz, como en el Estadio de fútbol donde se verificaba un partido  amistoso entre Francia y Alemania, con presencia del mandatario galo, François Hollande. Todo bajo las imágenes dantescas que significa una operación de semejante envergadura

 

2.    Muchas veces, dentro de la doctrina antiterrorista, se entiende que ataques previos pueden ser motivo de repetición y mayor experticia como preparación para hechos posteriores. Parecería entonces confirmarse, como se sospechó con los sangrientos hechos del semanario Charlie Hebdó, en enero de este año, y la toma del supermercado Kocher en un barrio de París, que podrían ser esas situaciones punta de lanza para acciones futuras. Fue, ciertamente, lo que ocurrió ayer, duplicándose el impacto, tanto por el número de víctimas como sobre el desasosiego  mundial.

3.    Los servicios secretos franceses habían dado la alerta terrorista hace unos días a la policía parisina, con miras a proteger la ciudad de este tipo de actos en la Cumbre Climática a llevarse a cabo a fines de este mes. Sin embargo, la operatividad policial fue francamente deficiente frente a las advertencias de los organismos de inteligencia. Esto confirma que, si bien es trascendental la previsión informativa, lo es en igual proporción la capacidad operativa que es la que viene presentando grandísimas fallas en Francia.

 

4.    Los ataques en París demuestran, a su vez, que paulatinamente viene dándose un objetivo único, bajo un mando organizado, de modo que la justificación mediática de los “lobos solitarios” no son ya creíbles. Puede que las acciones se lleven a cabo de manera suicida, pero a no dudarlo obedecen a un plan estratégico que se pone en marcha cuando así lo consideren necesario sus promotores. De suyo, las acciones de París parecen claramente dirigidas, dentro de un propósito específico, que no solamente ha sido el de causar y desconcierto universal, sino el de poner en tela de juicio la alianza liderada por Estados Unidos. De esta manera, mientras los países no actúen de forma verdaderamente conjunta, en todas las áreas, parece imposible los resultados.

 

5.    Sin duda, la pretensión del Estado Islámico es llevar la lucha que se libra en el Medio Oriente, en la misma proporcionalidad, dentro de los estados europeos y otras partes del mundo.  Los reductos yihadistas, en países de fuerte presencia o inmigración musulmana, no solamente impactan a Europa, sino desde Indonesia a la Argentina.

 

6.    Francia, ciertamente, es uno de los mayores objetivos. No solamente por estar en la mente de los yihadistas, gracias a los sermones y procedimientos que diariamente se transmiten en internet, sino porque es la representación de los valores occidentales en su manifestación primaria e histórica. Por lo demás, los franceses son quienes más aportan a la yihad europea y ninguna política estatal parece haber modificado el incremento de los participantes europeos en defensa del islam radical.

 

7.    Entre tanto, los países europeos comienzan a tener francas divisiones de cómo enfrentar el problema. Mientras Estados Unidos y Francia, por ejemplo, piden radicalizar la guerra contra el terrorismo, países como Alemania o Italia prefieren afianzarse en el multiculturalismo, abriendo sus fronteras a la inmigración y en el caso alemán generando, por parte de Ángela Merkel, toda una política sustentada en el humanitarismo, la igualdad racial y la libertad religiosa.  Inclusive, Merkel ha sido la más dura expresión europea contra el radicalismo anti islamista.

 

8.    Al mismo tiempo, otras manifestaciones de la guerra en Siria e Irak, como la de los kurdos, son quienes libran batallas victoriosas contra el Estado Islámico, como en la recuperación anteayer de la ciudad de Sinjar. De otra parte, sin embargo, el mundo ve como caen en manos del yihadismo ciudades como Palmira, donde lo primero que hacen es bombardear todos los monumentos históricos, patrimonio universal, para no dejar recuerdo de lo que aconteció después de la caída del sultanato musulmán de hace milenios.

9.    En medio de las tensiones de tan diversa índole, la pugna de mayor envergadura está, igualmente, entre Rusia y Estados Unidos. Mientras los rusos defienden el antiguo régimen de Siria, liderado por Bashar al Asad, los estadounidenses, que lo atacan (respaldando  a los rebeldes opositores), al igual que el Estado Islámico, implícitamente terminan en la misma orilla. Las contradicciones políticas van creciendo en la medida en que prospera la conflagración expandida del Medio Oriente.

 

10. El mundo se maravilló en enero de este 2015, cuando los principales líderes de todas partes del planeta se hicieron presentes, precisamente en la Plaza de la República,  para protestar contra el Estado Islámico por los atentados a Charlie Hebdó.  La solidaridad, como quedó visto con el apocalíptico atentado de ayer, terminó siendo más bien mediática y poco sustancial frente al reto terrorista que cada vez cobra más envergadura.  En efecto, los nuevos atentados tuvieron de epicentro esa Plaza de la República, emblemática de la libertad francesa.

 

11. En realidad, la situación que actualmente vive el mundo proviene, básicamente y como fecha simbólica, del 11 de septiembre de 2001, cuando Al Qaeda destrozó las Torres Gemelas de Nueva York. Si bien se habían dado unos atentados previos, en ciertos lugares periféricos del mundo, de ahí en adelante no ha habido pausa en la propia naturaleza de la guerra, de modo que ha quedado establecida y confirmada, con los atentados de ayer, como el escenario mundial por excelencia.

 

12.Estados Unidos y sus aliados tuvieron de objetivo militar, en respuesta a todo lo anterior, el derribo de regímenes como los de Sadam Hussein, en Irak, Muamar Kadafi en Libia y Bashar al Asad en Siria. Paradójicamente, mientras estos gobernaban, aun con todos sus despropósitos, existía cierta estabilidad en la zona que hoy, por el contrario, demarca el incendio del mundo.  Nunca nadie llegó, desde luego, a pensar que podían hacer falta figuras como Hussein o Kadafi.  Y aunque no se puede decir que el cualquier tiempo pasado fue mejor, tampoco lo es el presente y mucho menos el futuro.