Agricultura frenará su crecimiento por La Niña | El Nuevo Siglo
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Domingo, 4 de Marzo de 2018
Redacción Economía
El clima será un factor fundamental en el comportamiento del sector
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Una desaceleración de actividad agropecuaria se espera durante 2018 según los cálculos de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, al indicar que el agro crecerá este año a ritmo de 2,7% frente al 4,9% de 2017.

Según el centro de estudios económicos, sostener los ritmos de crecimiento del agro observados en 2017 durante el período 2018-2020 luce difícil, considerando que los rendimientos marginales decrecientes de la renovación cafetera, donde la propia Federación ha venido mencionando que el parque cafetero está trabajando a su máxima capacidad; las afectaciones a las cosechas por la desfavorabilidad climática, como consecuencia del Fenómeno de La Niña que se espera durante la primera mitad de 2018; y el declive en los precios internos de algunos de los productos agropecuarios, por sobreproducción.

Todo ello evidencia la necesidad de priorizar el sector agropecuario de Colombia, más a la hora de pensar en el posconflicto. En particular, debe trabajarse en acelerar la provisión de infraestructura regional como vías secundarias y terciarias, habilitando recursos territoriales; y consolidar una política de inversiones estratégicas de largo plazo, mejorando los derechos sobre la tierra, reforzando el sistema de innovación en el sector y fortaleciendo el marco institucional agrícola.

 

El buen año de 2017

El sector agropecuario fue el jalonador de la economía colombiana durante el año pasado, comportamiento atribuible, en buena medida, a la superación del fenómeno climático de El Niño de 2016, agravado por el paro de transportadores del segundo semestre y al programa “Colombia Siembra”; más no tanto a la modernización del agro.

Para los analistas, en efecto, persiste la precaria dotación de infraestructura rural sobre-todo en vías secundarias-terciarias, distritos de riego-drenaje y centros de acopio, lo cual agrava la crisis de rentabilidad que aún se observa en el sector, altos costos de producción y bajos precios pagados al productor.

De hecho, el IPP-agropecuario tuvo un incremento de solo el 0,9% anual en 2017 frente al 1,1% en 2016, por debajo del aumento del IPP-total del 3,3% contra el 2,2%.

A nivel de subsectores, se observaron notorios repuntes en los “otros productos agrícolas” que registró una participación del 45% al interior del PIB agrícola, mostraron favorables crecimientos del 8,1% anual en 2017 frente al 2,8% de un año atrás.

Allí tanto los cultivos permanentes crecieron en 8,9% frente al 0,5% en 2016, como los transitorios que crecieron hasta 8,1% desde 1,4% exhibieron una recuperación.

En el primer caso, se destacó el crecimiento del 41,3% en el cultivo de semillas y frutos oleaginosos, mayoritariamente palma de aceite, con niveles récord de producción.

En el segundo caso, se observó un repunte en los cultivos de cereales 8,4% anual, gracias al aumento en el área sembrada y la recuperación de los rendimientos, donde la producción de arroz alcanzó nuevos niveles récord.

 

Café

El comportamiento del sector cafetero marca de formas importante el desarrollo del agro en el país.

Sobre este tema el análisis de ANIF señala que la producción de café, que equivale al 12% del PIB agrícola mostró contracciones del -1,7% anual en 2017, luego de contraerse al -0,2% un año atrás.

Ello es consistente con una producción cafetera de 14,1 millones de sacos en 2017 contra 14,2 millones de sacos en 2016, el menor volumen de los últimos tres años.

Dicha dinámica se explica por el agotamiento en los recursos destinados al programa de renovación cafetera de la Federación Nacional de Cafeteros, donde se intervinieron apenas 72 mil hectáreas en 2017, reduciendo la productividad del parque cafetero; los retrasos en la floración, lo cual afectó el normal desarrollo de la cosecha de mitaca; y iii) la tendencia decreciente en los precios internos del grano, los cuales, aunque promediaron niveles por encima de los $800 mil por carga en 2017, cada vez son menos favorables por cuenta de los menores precios internacionales y la revaluación cambiaria.