América Latina enfrenta un creciente desafío en el ámbito del comercio ilícito de cigarrillos. En naciones como Colombia, Ecuador y Panamá, las tasas de ilegalidad han alcanzado niveles alarmantes aumentando de un 34% a un 92% solo durante el 2022. Este comercio clandestino no sólo merma los ingresos fiscales y distorsiona la competencia, sino que también establece vínculos innegables con el crimen organizado transnacional, alimentando flujos financieros ilegales y debilitando las instituciones democráticas.
Este fenómeno, que despliega una amenaza creciente y vertiginosa en América Latina y el Caribe, cobra aún más relevancia con la participación de países como México, China, Camboya, Vietnam, Turquía, Corea del Sur e India, que son reconocidas como principales fuentes de procedencia de cigarrillos ilícitos. En países como Panamá, donde se estima que 9 de cada 10 cigarrillos comercializados son ilegales, en el año 2023 se calcula que el gobierno dejó de recibir más de 300 millones de dólares en impuestos debido a esta situación.
En este contexto, se estableció la alianza público-privada para prevenir y combatir el comercio ilícito de productos comerciales y su relación con el crimen organizado transnacional que actualmente opera en Colombia, Ecuador y Panamá (Coepa).
Coepa es liderado por el General (R) Juan Carlos Buitrago Arias, de la Policía Nacional de Colombia, quien cuenta con 33 años de experiencia y amplios conocimientos en investigación criminal, inteligencia estratégica, contrainteligencia operativa y gubernamental y autor del libro “Los Principios no se Negocian”. Durante la jornada, el General (R) resaltó que “la falta de voluntad política, corrupción, debilidad institucional y falta de cooperación regional, son los principales dinamizadores del contrabando en la región, siendo Panamá el corazón de la entrada de cigarrillos a la región con alrededor de 8.500 millones de cigarrillos ilegales transitando anualmente por el país”.