EL ALTO impacto del salario mínimo en la población y sobre todo en el costo de vida, es uno de los factores que las empresas, inversionistas y hasta los mismos trabajadores temen debido a la afectación en el nivel de ingresos.

Precisamente, cuando el país está ahora pendiente de cuánto será el incremento para el 2024, hay cierta confusión por sus efectos. Para los sindicatos, un mayor incremento va a beneficiar el poder adquisitivo de los trabajadores, pero si ese aumento impide a las empresas generar más empleo por los altos costos, lo que va a causar es un aumento del desempleo. Pero, además, ese aparente poder adquisitivo, va a sufrir las consecuencias de una mayor inflación.

La firma Crowe, especializada en impuestos, aseguramiento y consultoría, confirma que “en efecto, aumentar el salario mínimo a una tasa excesivamente alta, ejercería presión inflacionaria sobre la economía del país. Es fundamental resaltar que, al tener una alta tasa de inflación, la sociedad se verá directamente afectada. Por un lado, la falta de estabilidad de los precios impactaría el poder adquisitivo de toda la población y especialmente de las poblaciones más vulnerables y con bajos recursos”.

Señalan los investigadores de la firma, que “por otro lado, la inflación puede dar lugar a efectos sobre la desigualdad, retraso en el desarrollo económico del país, ineficiencia de los recursos productivos, inestabilidad en las finanzas públicas y decisiones de inversión”.

Impacto

Resaltan que “el aumento del salario mínimo puede beneficiar a una gran cantidad de personas en el país. Sin embargo, casi la mitad de la población colombiana gana menos del mínimo o se encuentra sin trabajo, lo cual indica una mayor tasa de pobreza debido a que no se verían beneficiadas del aumento del salario mínimo, sino, por el contrario, su costo de vida aumentaría”.

Indican que “en otras palabras, si aumenta el salario mínimo y no la capacidad productiva del país, los precios tenderán a subir y se afectará el poder adquisitivo de las familias. Así mismo, al aumentar el salario mínimo, los precios de los bienes y servicios aumentarían, lo que significaría que no mejoraría la economía del país, ni las condiciones de vida. De lo contrario, si se presenta un aumento sostenido y progresivo del salario mínimo, se generaría una mejora en el poder adquisitivo, en el consumo y sin mayor impacto en la inflación del país”.

A su vez, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, dijo que un incremento muy alto del salario mínimo tendría un fuerte impacto en la economía del país.

“Volver a un nivel de salario mínimo muy por encima de la inflación, como es lo que ha ocurrido en el año anterior y tras el anterior, pues es contribuir aún más a la inflación”, recordó el dirigente gremial.

Concretamente, en Colombia, hay muchos servicios y productos que están indexados al salario mínimo y por eso su efecto.

Lo que sube

De acuerdo con expertos, entre los primeros incrementos que se encuentran estrictamente ligados al aumento del salario mínimo inicialmente son el copago de la EPS, las multas de tránsito, las matrículas escolares, las multas de tránsito, entre otros.

Con el mínimo subirán: la cuota moderadora de las EPS, los seguros médicos, los aportes de pensión, servicios del ICA, el SOAT, las tarifas de buses intermunicipales, algunas multas de tránsito, beneficios y reglas de los subsidios de vivienda, derechos notariales y de registro de predios, servicios públicos y servicios veterinarios.

Las tarifas sufrirán cambios proporcionales al porcentaje del aumento del salario mínimo; sin embargo, en el caso del SOAT, cabe resaltar que las empresas aseguradoras también evalúan otros criterios como la accidentalidad en las vías para definir su precio.

En el caso de la vivienda, con los cálculos de los impuestos prediales y demás, las administraciones de quienes viven en los edificios incrementarían, porque los sueldos de los trabajadores de vigilancia, aseo y mantenimiento que devengan el mínimo también lo harían.

Y es que justamente el golpe sobre el mercado laboral que pueda generar un incremento salarial muy disparado ya es una preocupación a manos del sector privado.

Directo a la economía

Asimismo, desde el Consejo Gremial también piden tener presente que “aumentar el salario mínimo a una tasa excesivamente alta, puede ejercer, entre otros, presión sobre un incremento de inflación, lo cual desaceleraría más la economía afectando aún más el poder adquisitivo de la población”.

Ante esta situación, el centro de pensamiento ANIF, advirtió que “un incremento tan grande del salario mínimo para 2024, lo único que va a generar es desempleo, informalidad y mayores problemas fiscales”.

Por otra parte, los analistas también han analizado el otro efecto y es que el aumento de la inflación o del Índice de Precios al Consumidor (IPC), a su vez se ve reflejado en el costo de vida de otros servicios, así como en los arrendamientos.

Casi todos los servicios públicos, alcantarillado, energía y arrendamientos, están atados a la inflación. Con este indicador suben los costos de las grúas, las matrículas en los colegios, los peajes, los avalúos catastrales, los arriendos y las mesadas pensionales de más de un salario mínimo.

Del mismo modo, también aumenta el pago de las horas extras en el país, las cuales se calculan sumándole un porcentaje establecido por la ley, al 100% de la hora ordinaria, que para este año está en $ 4.833.

Por otro lado, y según el informe del IPC del DANE, varios productos de la canasta familiar van a subir de precio el próximo año, lo que podría afectar directamente el bolsillo de los colombianos.

La entidad afirmó que las matrículas estudiantiles, de instituciones como colegios y universidades presentarán un aumento en los costos en el 2024, especialmente en instituciones que tengan acreditación de alta calidad pueden aumentar el costo de las matrículas teniendo en cuenta el IPC.

De igual manera, el sector del transporte público también se verá afectado con el aumento de precios, entre ellos, el SITP, Transmilenio y los servicios intermunicipales y departamentales. Además, los peajes también sufrirán un aumento en sus tarifas teniendo en cuenta el porcentaje del IPC.

Sin embargo, no solo estos servicios de la canasta aumentarán, pues los alimentos también sufrirán un aumento en sus precios y esto podría causar un problema para el bolsillo de las familias colombianas.

Desde que implementaron el impuesto saludable en los alimentos, algunos productos aumentarán de precio, entre ellos los alimentos procesados y azucarados con un tributo de 15%, con lo que se busca que las personas consuman menos estos productos para reducir las enfermedades derivadas de los mismos.

Según el subdirector del DANE, Leonardo Trujillo, en el último informe del IPC, se encontró un incremento a nivel mensual del costo de algunos alimentos básicos de la canasta familiar, los cuales aportaron inflación, entre ellos se encuentran la papa, los huevos, el arroz, las frutas, y los alimentos derivados de tubérculos, raíces y plátanos.

Las proyecciones del IPC

El Gobierno proyecta una inflación del 9,5% interanual al cierre del año. El ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, ha proyectado que la inflación en Colombia se ubicará entre el 9,2% y el 9,5% interanual al cierre del año 2023, por debajo de los dos dígitos sobre los que lleva desde junio de 2022, último mes en el que situó por debajo del 10%.

Asimismo, en su informe de política monetaria, el Banco de la República revisó al alza sus pronósticos sobre el índice de precios, del 7,9% al 8,4%.

De cara a 2024, el incremento ha sido de cinco décimas, pasando de una inflación prevista del 3,7% en el informe anterior al 4,2% interanual.

El índice se ubicaría ligeramente por debajo de la meta del 3% en el primer semestre de 2025. Estas proyecciones tienen una incertidumbre elevada e involucran riesgos al alza importantes.

Uno de ellos es el efecto más fuerte del fenómeno climático de ‘El Niño’ sobre los precios. Asimismo, los posibles incrementos reales del salario mínimo para 2024, que resulten superiores a los aumentos en los niveles de productividad de la economía podrían generar mayor persistencia a la inflación, y limitar su reducción esperada.