El panorama financiero de América Latina, ha ido cambiando de manera significativa y Colombia no ha sido la excepción. De acuerdo con un informe de Moody’s Ratings, conocido por EL NUEVO SIGLO, los bancos tradicionales previendo el surgimiento de nuevos mercados, requirieron de más inversiones en digitalización para reducir los costos operativos y aumentar la cantidad de productos y servicios que pueden ofrecerles a los clientes, incluyendo un mayor uso de la inteligencia artificial (IA).
Pese a esto, en los últimos años, han surgido en el país aplicaciones financieras denominadas Fintech que han ganado terreno.
Sin embargo, la dinámica de la innovación en Colombia está siendo liderada por los bancos tradicionales más importantes del sistema, cuyas plataformas digitales internas son las ofertas digitales más amplias del país.
Alternativas
De acuerdo con el análisis de Moody’s, Daviplata, de Banco Davivienda S.A. (Davivienda, Baa3 negativa, ba2), alcanzó los 18 millones de clientes en el primer trimestre de 2024, mientras que Nequi, de Bancolombia S.A. (Bancolombia, Baa2 negativa, ba1), anunció una base de clientes de 19.4 millones a marzo de 2024.
Señala que Davivienda también mantiene una asociación estratégica de larga data con RappiPay para ofrecer tarjetas de crédito y cuentas de ahorro a través de la aplicación móvil de Rappi. Ambos bancos han aprovechado sus grandes bases de clientes para promocionar sus carteras digitales.
Una parte considerable de los clientes de sus carteras digitales las utilizan como su único producto financiero, que les permite acceder a un nuevo nicho de clientes de alto riesgo que se gestiona a un menor costo y mayor flexibilidad operativa, lo que maximiza la relación riesgo-recompensa.
Lulo bank S.A., el banco digital del Banco GNB Sudameris S.A. (Ba2 estable, ba3), fue el primer banco digital autorizado para operar por la Superintendencia Financiera de Colombia en 2019. El sistema financiero colombiano comparte puntos en común con sus pares latinoamericanos, lo que favorece el desarrollo de bancos digitales.
Por otra parte, Moody’s sostiene que el sistema financiero, dominado por unos pocos bancos y en una economía con penetración relativamente baja, ofrece un terreno fértil para los competidores no bancarios. Aunque siguen siendo significativamente más pequeñas que las plataformas digitales de los bancos tradicionales, estos nuevos participantes tienen un amplio potencial de crecimiento en el país.
La filial colombiana de Nubank ha reflejado la trayectoria de crecimiento de la compañía en Brasil y México, y ha alcanzado los 900.000 usuarios en el primer trimestre de 2024 tras haber obtenido recientemente su licencia para operar como compañía de financiamiento, la cual está diversificando su oferta de productos para extenderse más allá de las tarjetas de crédito y las cuentas de ahorro. Ualá, con sede en Argentina, también obtuvo su licencia para operar en el país.
Transformación
En general, esta transformación digital ha intensificado la inversión en nuevas tecnologías y la competencia en todos los ámbitos.
Actualmente el mercado está compuesto por más de una docena de billeteras y bancos digitales. El caso de Nequi evidencia el crecimiento exponencial que han tenido este tipo de entidades en el país y todo el mercado que tienen para seguir creciendo.
A finales de 2018, un total de 816.000 personas del país se habían sumado a Nequi. En 2019, la cifra llegó a los 1.8 millones de usuarios. Para el 2020, 4.8 millones de colombianos comenzaron a usar la app. Ya en 2021, la tendencia siguió en aumento y Nequi alcanzó 10 millones de usuarios y, para cierre de 2023, la cifra fue de más de 15 millones. Muchos usuarios resaltan lo intuitivo y fácil que es el uso de la app, lo cual contrasta con lo que muchos ciudadanos piensan de los trámites en bancos tradicionales, ya que son considerados complicados, tediosos y demorados.
De acuerdo con la Asociación Bancaria los bancos digitales son instituciones financieras que operan exclusivamente a través de plataformas digitales, ofreciendo servicios bancarios sin la necesidad de sucursales físicas, lo cual es su principal diferencia con la banca tradicional.