Mala calidad en cartera de créditos aumenta riesgos del sistema financiero | El Nuevo Siglo
LA CARTERA total en Colombia ha mostrado una contracción significativa desde mediados de 2022. /Foto: Daniel Soriano ENS
Martes, 9 de Julio de 2024
Redacción Economía

LA CARTERA de crédito en Colombia es un indicador clave del dinamismo económico y de la salud del sistema financiero, ya que este refleja la confianza, el acceso a financiamiento, la estabilidad financiera y en general el apetito de crédito del país, que además de dar luces sobre tendencias del crecimiento económico futuro, alerta sobre posibles problemas en el mercado crediticio.

Así las cosas, según el más reciente informe de ANIF, la cartera total, que incluye todas las categorías de crédito junto con las titularizaciones, ha mostrado un descenso importante en su variación real desde mediados de 2022. De hecho, la cartera total empezó a tener una variación real negativa cuando la tasa alcanzó su pico, a finales del primer trimestre de 2023. Desde ese entonces, esta ha mostrado un decrecimiento importante, alcanzando su punto más bajo en diciembre de 2023, cuando registró una variación anual real de -6,8%.

Sin embargo, en lo que va de 2024, parece haber un cambio en la tendencia. Si bien aún sigue en terreno negativo, los tres primeros meses del año presentaron variaciones cada vez menos negativas. De nuevo, coincide con el ciclo de relajación de la política monetaria y una inflación que viene cediendo, que también influye en la variación real de la cartera. El último dato para marzo fue de -5,4%, un punto porcentual menos negativo frente a la registrada en diciembre de 2023.

Análisis

Por otro lado, al analizar el crédito comercial, después de una recuperación importante en 2022, este volvió a caer, alcanzando un decrecimiento en su variación real anual de 6,4%; no obstante, este año ha empezado a recuperarse y en el tercer mes del año fue menos negativo, alcanzando -4,3%. En cuanto a la cartera de consumo, esta ha mostrado una evolución con variaciones reales mucho más exacerbadas. Según el análisis de ANIF, se evidenció una recuperación significativa tras la pandemia, alcanzando un pico en junio de 2022, y luego cayendo drásticamente hasta diciembre de 2023, seguido por un estancamiento en lo corrido de 2024 en alrededor de -10,7%.

El crédito hipotecario ha mantenido una estabilidad relativa a lo largo de los años. A marzo de 2024, la variación anual es de 0,4%, lo que representa un crecimiento leve, pero positivo. Finalmente, el segmento de microcréditos, dirigido a pequeños emprendedores y negocios, sigue mostrando un desempeño sólido, con un crecimiento real anual del 4,2% a marzo de 2024 y completando tres años de registros positivos.

Ahora bien, el análisis resulta relevante al tener en cuenta el comportamiento de la calidad de la cartera, que es la relación entre la cartera vencida y la cartera bruta. Entre más alto sea este indicador, más cartera vencida tienen las instituciones financieras. En general, este indicador ha presentado una tendencia creciente desde inicios de 2023. Esto es preocupante, pues de continuar así, podría tener implicaciones profundas para el sistema financiero.

Para la cartera total, su calidad alcanzó 5,2% en marzo de 2024. Las carteras de consumo y microcrédito han mostrado máximos históricos, al igual que la comercial y la hipotecaria que se mantienen en niveles relativamente altos. Esto es preocupante, pues puede traducirse en un aumento en los riesgos de otorgamiento de crédito y, por tanto, en una menor disponibilidad de crédito, que podría tener implicaciones sobre el crecimiento. Para los consumidores y las empresas esto podría llevar a mayores costos y restricciones en su capacidad para financiar gastos e inversiones.

Finalmente, la entidad resuelve que, en el futuro cercano, el panorama monetario y crediticio en Colombia estará marcado por un entorno en el que el Banco de la República comienza a responder a un proceso de desinflación. Tras un periodo prolongado de política monetaria restrictiva, se anticipa que el banco central continuará su ciclo de reducciones de tasas de interés. Esta evolución tiene el potencial de fomentar una mayor disponibilidad de crédito y revitalizar el dinamismo económico, facilitando el acceso al financiamiento tanto para los consumidores como para las empresas.