SIN TENER en cuenta el alto déficit fiscal, el desempleo por las nubes, el desplome de la inversión y el bajo crecimiento, durante la clausura de la Convención Bancaria, el presidente Gustavo Petro, resumió esta angustiosa situación: “en el intento de mostrar una reforma tributaria exitosa, se expidió un decreto que aumentó sustancialmente el anticipo de renta, impuesto de renta y la retención en la fuente, porque ahora las grandes contribuyentes ya pagaron el impuesto de renta. Entonces, estamos desfinanciados, así de simple”.

En el congreso realizado en Cartagena y que congregó a cientos de empresarios nacionales e internacionales, era esperada la intervención del mandatario para que diera a conocer alternativas o medidas para sacar adelante la economía, sobre todo cuando el Gobierno anunció un recorte presupuestal.

Por su parte, el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón subrayó la importancia del crédito como motor fundamental para la reactivación económica del país. Destacó que la expansión del crédito podría aumentar el porcentaje de adultos colombianos con crédito del 35 % al 43 % para 2026.

Rebancarizar

Malagón también señaló la necesidad de “rebancarizar” a aquellos que han estado fuera del sistema financiero en los últimos años, y mencionó la posibilidad de movilizar $80 billones, equivalente al 5 % del PIB, para créditos en la economía popular. Pese a un año de contracción y pérdidas en el sector, enfatizó que el sector financiero no está en crisis, sino que ha mejorado la experiencia del consumidor financiero.

En su intervención, el presidente Gustavo Petro abordó varios temas críticos, empezando por la influencia del contexto mundial en la economía nacional y la crisis financiera de 2008 que ha provocado un estancamiento económico global.

Petro señaló que la crisis climática es “la crisis de todas las crisis” con el potencial de causar la extinción humana y urgió a priorizar su análisis. Además, indicó que el sistema financiero mundial debe alinearse con un plan humano y político. Petro también comentó sobre la subida de la tasa de interés mundial, la cual ha llevado al nivel más alto de endeudamiento en la historia, y criticó al Banco de la República por ser conservador en la reducción de tasas de interés en comparación con la inflación.

Sin crisis

Por otra parte, Malagón dijo que el sector financiero no está en crisis “un año muy difícil de rentabilidades puede entrar en una crisis, aquí (en el sector financiero) no solamente no estamos en crisis, sino que el año pasado tuvimos una mejoría en la experiencia de consumidor financiero y para mí mejorar en términos de consumidor es mejorar en experiencia, en precios y en competencia”.

Malagón presentó una serie de propuestas para impulsar la reactivación económica, lo que permitiría retornar a niveles de crecimiento superiores al 3 % en el mediano plazo. Las propuestas están enfocadas en el crédito de desarrollo productivo, de vivienda y sostenible.

El paquete de propuestas contempla optimizar inversiones en Títulos de Desarrollo Agropecuario (TDA) con el ánimo de expandir la cartera sustitutiva hacia sectores de la agroindustria, empleando todos los recursos disponibles con los que hoy cuenta Finagro, que ascienden a $2 billones. También se plantea incrementar el otorgamiento de crédito a la economía popular.

Adicionalmente, se propone un programa con 15.000 subsidios anuales para la compra de vivienda No VIS y aumentar el LTI de vivienda No VIS desde 30 % hasta 40 %.

Por otro lado, en la misma Convención Bancaria, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reveló que el precio del diésel experimentará un aumento gradual para las grandes empresas consumidoras. Esta medida se aplicará mediante un decreto que actualizará los precios para alinearlos con los estándares internacionales. Se espera que este ajuste contribuya a cerrar el déficit en el Fepec y a garantizar la estabilidad del sector energético.

Este cambio, según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se implementará progresivamente y solo afectará a las empresas que manejan su propia logística y consumen más de 20.000 galones de diésel. “Todos los que consumen en Colombia más de 20.000 galones de diésel, ellos van a entrar a tener precio actualizado”, afirmó.

El objetivo de esta medida es cerrar el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios del Combustible. Según Minhacienda, el déficit fiscal en este fondo alcanzó los $37 billones en 2022, y se espera que este año se tengan que pagar otros $20 billones.