Debido al incremento en el precio de los combustibles, que en noviembre fue de $600 y de la entrada en vigor del impuesto ‘saludable’ dirigido a los productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, el resultado de la inflación frenaría su descenso para estar en un rango de 0,49% y 0,69%.
Así lo estiman los mercados financieros y analistas. Los investigadores de Corficolombia señalan que la inflación anual se desaceleraría a 10,28%, su nivel más bajo en 17 meses, pero registraría un aumento de +0,49% en noviembre, dato que será publicado por el Dane el 7 de diciembre.
Al distribuir sus perspectivas, los investigadores indican que el IPC servicios estaría en 0,32%, impulsado por arriendos, mientras el IPC alimentos sería de 1,00% mensual. Sin embargo, el IPC de regulados subiría a 0,82% con una inflación anual de 15,74%.
Indican los analistas que respecto a la inflación sin alimentos continuará en dos dígitos.
La caída
Consideran que en noviembre se moderará el ritmo de caída de la inflación, especialmente en noviembre, debido a los impuestos a los alimentos ultra procesados y bebidas azucaradas desde este mes, aumento del precio de la gasolina ($600 por galón).
Al mismo tiempo consideran que la inflación anual se mantendrá en dos dígitos en noviembre y cerrará 2023 en 9,8%.
Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, explicó en un análisis, que “somos de los más pesimistas con la inflación de noviembre. A los temas de ultraprocesados, bebidas azucaradas e incremento de la gasolina, les sumamos las tarifas de energía eléctrica. En octubre tuvieron un incremento fuerte y eso se demora un poco en trasladarse al consumidor. Tenemos una estimación de inflación de 0,63% mensual frente a 0,48% del mercado. En términos anuales, vemos 10,32%”.
Combustibles
Por su parte, Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa, asegura que el incremento de la gasolina y ahora la entrada en vigencia de los impuestos saludables harían que la inflación, seguramente, no siga cayendo con el ritmo que lo hizo en octubre. “Esperamos que ese buen dinamismo se modere un poco. En noviembre seguiría cayendo, pero no tan rápido”, agrega.
Además, todavía no es claro el impacto que tendrá el fenómeno de El Niño en alimentos y las tarifas de energía, pues muchos de los estimativos se hicieron sobre un escenario moderado, que en las últimas semanas ha cambiado a intenso.
No obstante, lo que más preocupa en materia de inflación se basa en dos factores: uno, si bien desde marzo viene a la baja, la velocidad no es tan rápida; y, dos, la de Colombia, comparada con la de países pares, diferentes a Argentina y Venezuela, sigue siendo más alta, casi duplicando a la de Brasil o Chile.
En distintos análisis, el gerente del Banco de la República, destacó cuatro variables sobre la alta inflación. Una es el precio de los alimentos, que, aun cuando han presentado reducciones, siguen presionando al alza, con un incremento de 10,4% anual a octubre y 40% más con respecto a dos años atrás.
Los ultraprocesados
La segunda son los precios regulados, que han pasado de crecer 11,8% anual en diciembre de 2022 a más de 15% en todos los meses comprendidos entre abril y octubre de 2023. Estos aumentos se explican, en parte, por los ajustes en el precio de la gasolina, que este año ha aumentado cerca de 50%. Colombia, a diferencia de otros países de la región, comenzó tarde el incremento en el precio de la gasolina y hoy es uno de los factores que más presiona la inflación. Algo similar se ve en el caso de las tarifas de energía eléctrica.
Otro elemento que a juicio de Villar se debe tener en cuenta es que las altas tasas de inflación observadas en 2021 y 2022 desencadenaron mecanismos de indexación que hacen la inflación más persistente. Esos mecanismos son considerablemente más fuertes en Colombia que en otros países, “posiblemente por la herencia perversa de haber tenido en nuestro país niveles de inflación de dos dígitos durante cerca de tres décadas a finales del siglo pasado”, explicó el gerente del Emisor. Entre esos mecanismos se incluye el ajuste anual en el salario mínimo, que en los dos últimos años ha sido considerablemente más alto que la inflación observada, las tarifas de algunos servicios públicos y los arrendamientos.
Adicionalmente, se ha presentado un debilitamiento del peso frente al dólar. Aunque la tasa de cambio ha tenido una fuerte corrección a lo largo del último año, cercano al 18%, la comparación con otros países de la región deja a la moneda colombiana como una de las que más se depreciaron en 2021 y 2022. La apreciación observada desde octubre de 2022 puede interpretarse como un proceso de corrección tardía.
Más presiones
De hecho, el mismo Villar reconoció en la presentación en el foro de Corficolombiana que “hay una parte negativa: las expectativas no están acordes con que bajemos la inflación a finales del año entrante al nivel que desearíamos que está en la meta”.
Para 2024, la inflación recibirá más presiones: los anuncios del Gobierno de ponerse al día con las alzas de los peajes, que no subieron en 2023, pero que en 2024 tendrán dos aumentos –uno en enero y otro a mitad de año–; y la subida en los precios del Acpm tras nivelar los precios de la gasolina.
Por su parte, en distintos foros, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sostuvo que “lo que está impactando y sigue impactando la inflación, son los combustibles. Por esa misma razón, a nivel de ingresos por grupo socioeconómicos, tenemos que la inflación es más alta, para la población de ingresos altos, es un acumulado de 10,76 %. La de ingresos moderados es más reducida, es una acumulada de 10,46 %. La población vulnerable es más reducida y su acumulado 10,24 % y la población pobre, que no es la que consume esos combustibles, tiene un acumulado de 9,78 %”.
Bonilla indicó que “estamos en la senda de construir una inflación de un dígito este año y por lo tanto el mensaje al Banco de la República, es que se están creando las condiciones para que en el mes de diciembre se comience a enviar el mensaje de reducción de tasas”.
Impacto desde octubre
Como fue el comportamiento de la inflación en los últimos meses, en octubre el indicador disminuyó, sorprendiendo al mercado. Ese mes se ubicó en 0,25% –frente a 0,36% esperado por la media del mercado–, lo que llevó la cifra anual a pasar de 10,99% en septiembre a 10,48% mes después.
El comportamiento del segmento de transporte explicó en buena parte esta reducción: por primera vez en 17 meses, la inflación anual de este componente se redujo de 18,56 a 17,26 por ciento.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que el resultado de octubre, no registró las cargas que venían en meses anteriores u otras que apenas entraron en operación en noviembre. Por ejemplo, en octubre el Gobierno no aumentó el precio de la gasolina –en plena época electoral, con elecciones regionales–, quitándole presión al índice de precios al consumidor (IPC). Pero ya para noviembre lo subió $600, llevando el precio del galón a cerca de $14.500. Asimismo, desde noviembre entraron a regir los impuestos llamados saludables, que gravan los alimentos ultraprocesados y las bebidas azucaradas, y cuya medida está incluida en la reforma tributaria de 2022.
En este contexto, y con los datos de octubre, los cálculos de la inflación para el cierre del año la ubican entre 9,5% y 10%, cifra que será la base para aumentos como el salario mínimo o los arriendos de 2024.