Contrapunteo por aranceles a textiles | El Nuevo Siglo
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Domingo, 24 de Marzo de 2019
Redacción Economía

Productores defienden la medida pero tanto Fenalco como la ANDI señalan su inconveniencia

 

La intención del Gobierno nacional de establecer un arancel para frenar los altos índices de contrabando de textiles que ingresan al país, en especial de países asiáticos, y que representan uno de los mayores problemas para la industria nacional, ha generado controversia en el sector.

Esta medida fue incluida en el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo (PND) que se discute en el Congreso. La viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso Jiménez, recordó que desde el año pasado se acordó discutir una agenda de 10 puntos con los voceros de la industria textil en el país.

“El gran problema que enfrenta la industria son las importaciones a precios ostensiblemente bajos”, dijo la funcionaria pero explicó las medidas que ha venido adoptando el Gobierno del presidente Iván Duque para contrarrestar el ingreso masivo de confecciones y textiles al país.

La Viceministra a su vez recordó que desde 2016 Colombia impuso un arancel del 40% para todas las confecciones que ingresen a Colombia por debajo de 10 dólares el kilo.

Esa decisión generó tal impacto que Panamá demandó a Colombia ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero en octubre pasado ese organismo le dio la razón a nuestro país al advertir que no constituye una restricción de comercio en el marco de esos acuerdos internacionales suscritos por Colombia.

Para el resto de mercancías que superen ese monto mínimo el arancel es de 15% cuando la mercancía proviene de otros países con los que Colombia no tiene tratado comercial.

Los precios

“Los efectos de esta medida han ido aumentado los precios de las confecciones en Colombia”, aseguró la viceministra Valdivieso.

En ese sentido, una de las peticiones de los textileros es incrementar los aranceles para mejorar los precios de la industria nacional. Sin embargo, no es fácil adoptarla, según el Gobierno.

“Un aumento arancelario generalizado, además de quitar competitividad, lo que hace es aumentar las importaciones y el contrabando abierto, que es una de las grandes problemáticas del sector”, sostiene Valdivieso.

Guillermo Criado, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección, defendió los artículos en el PND que contemplan el arancel de 37,9% para las importaciones de textiles y confecciones.

“Los artículos propuestos en el PND no violan los topes máximos de la OMC, al contrario, lo estamos bajando de un 40% a un 37,9%, y es únicamente para los países que no tenemos tratado de libre comercio”, dijo.

Criado argumentó que esta propuesta, presentada por la Cámara Colombiana de Confecciones (CCC), es un mecanismo para proteger al sector de confecciones, que se ha visto amenazado por el bajo arancel del 15% para las prendas que cuestan más de 10 dólares el kilo: “Hoy tenemos más de 1 millón y medio de empleos, pero hemos perdido 600 mil. Desde 2016 cuando se instauró el decreto 1744 se le puso un arancel de 40% a las prendas que tuvieran un valor inferior a 10 dólares el kilo, y un arancel del 15% a la prendas que costaran más de 10 dólares el kilo, y eso ha sido devastador, porque más del 80% de las importaciones quedaron pagando el 15%, entonces lo que hicieron fue legalizar la subfacturación, y quedó peor que como estaba antes”.

La CCC negó que se tratara de un ‘mico’ para afectar a los colombianos, puesto que con las importaciones de textiles tampoco ha bajado el precio al consumidor. Señaló que es todo lo contrario, lo que se busca con esta propuesta es reglamentar la importación de textiles desde África y Asia, para equilibrar el mercado, puesto que los costos de producción de la industria nacional son muy diferente a los costos de otros países, donde por ejemplo un trabajador gana alrededor de 21 dólares por mes.

“Del año 2016 al 2017 entraron al país 138 millones de kilos de prendas de los países asiáticos importados legalmente, solamente en 2018 se importaron 52 millones. Esos son cientos de miles de trabajos que se han ido, mientras las exportaciones de Colombia hacia estos países, con los que no tenemos acuerdos comerciales, no llegan al 1% de lo que el país exporta”, indicó Criado.

Asimismo recordó que Colombia es un país textil que generó más de 2 millones de empleos y no puede ser comparado con Panamá, Chile o Suiza que no tienen industria en confecciones.

Rechazo

Por su parte, gremios como la ANDI y Fenalco rechazaron de plano la imposición de más aranceles.

“Dichas medidas además de tener posibles vicios de inconstitucionalidad, resultan inconvenientes. En Colombia este tipo de medidas es potestativo del Presidente de la República, según el artículo 150 de la Constitución Política”, afirmó Eduardo Visbal, vicepresidente de Fenalco.

El vocero de los comerciantes agregó que los aranceles solo se pueden modificar por razones de política comercial y este no es precisamente el caso.

Bajo este panorama, los comerciantes le pidieron al Gobierno nacional no darle curso a esta iniciativa, adicionalmente porque los altos costos de los aranceles promoverían un mayor contrabando y eventualmente ahuyentarían la inversión extranjera.

“También se debe tener en cuenta que una medida de esta magnitud, atizaría la disputa comercial con nuestro país vecino Panamá, relación que debemos fortalecer en beneficio del comercio exterior”, concluyó Visbal.

A su vez la ANDI en un comunicado dijo que de aprobarse el arancel afectaría de forma grave a la industria.

De acuerdo con el gremio después de un periodo en que el sector registró cifras negativas, las cuales se vieron agravadas por el contrabando, el impuesto que se menciona en el PND sería nocivo en un momento de recuperación que empieza a tener esta industria. 

La asociación señala que dicha política arancelaria iría en contra de lo indicado por la OMC ya que no responde a ninguno de los casos definidos por el organismo como herramientas de defensa comercial ante las prácticas desleales de comercio por lo que “se estaría constituyendo una situación irregular con inmensos riesgos de sanciones al país”. 
De igual manera, afirma que el impuesto pondría en peligro la estrategia de apertura comercial, ya que iría en contra de esta y no solo afectaría al sector textil, sino a todos los sectores exportadores. “Por años hemos tratado de adelantar un proceso de apertura que logre posicionar nuestros productos en los mercados internacionales. No solo podría tener funestos efectos sobre el sector textil y de confecciones, sino sería abrir la puerta a inmensos riesgos en todos los sectores exportadores del país”, afirmó.

El sector textil confección representa el 8,2% del PIB industrial del país, el 21% del empleo industrial colombiano y el 9% de las exportaciones manufactureras. Adicional a esto, en el 2018 generó ventas por 5.000 millones de dólares, producción de 4.500 millones de dólares y más de 550.000 empleos formales.