El precio del oro ha alcanzado un nuevo récord histórico, superando la marca de los US$2.700 por onza el viernes. Este avance representa una revalorización superior al 30 % en lo que va de 2024. Esta notable subida ha sido apoyada por la creciente demanda de activos refugio en medio de la incertidumbre geopolítica y una serie de recortes en las tasas de interés por parte de los principales bancos centrales.
En este contexto, los próximos meses serán determinantes para evaluar si el oro puede mantener su impulso operacional.
De acuerdo con un análisis de Quásar Elizundia, de Pepperstone, a nivel global, los bancos centrales han seguido recortando tasas en un esfuerzo por estimular economías afectadas por el debilitamiento de la actividad económica y temáticas desinflacionarias.
Por ejemplo, el Banco Central Europeo ha reducido su tasa de depósito al 3.25 % por tercera vez este año, señalando un progreso firme en su objetivo de estabilizar los precios. Este entorno de menores tasas ha sido un catalizador fundamental para el oro, ya que reduce el costo de oportunidad de mantener activos no generadores de intereses, como el metal dorado.
Otro factor clave ha sido el aumento de tensiones geopolíticas, particularmente en Medio Oriente, tras la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, lo que ha incrementado los temores de una escalada regional.
Además, la preocupación por la insuficiente respuesta fiscal en China para enfrentar su crisis inmobiliaria ha llevado a los inversores a alejarse de activos más riesgosos, favoreciendo al oro.
No obstante, si bien el oro ha logrado llegar a estos niveles, el territorio más allá de los US$2.700 podría ser difícil de navegar. A mediano plazo, las elecciones presidenciales en Estados Unidos serán un factor crucial. Si Donald Trump resulta victorioso, podríamos ver un fortalecimiento del dólar estadounidense, lo cual podría pesar sobre el precio del oro. Adicionalmente, sus políticas económicas podrían generar presiones inflacionarias, lo que limitaría los recortes de tasas de la Reserva Federal, afectando negativamente al metal precioso.
Ana Kane, analista de LetiFinance, dice en un documento conocido por EL NUEVO SIGLO que los analistas de LongForecast esperan que el rally alcista continúe en 2025 hasta los US$2.799. Para el primer trimestre de 2026, los expertos creen que el costo del metal precioso oscilará en un rango de US$2.441.00 a US$2.882.00, y para fin de año el precio bajará a US$2.566.00 por onza.