CON UNA reforma laboral que va a modificar los costos laborales para las empresas, con un crecimiento lento y que no genera empleo suficiente, con los empresarios preocupados por el impacto que les va dejar las reformas y con una inflación que va a estar entre 5,5% o 6%, comenzó a calentarse el ambiente para el incremento del salario mínimo para 2025.

Esta iniciativa es algo inusual, si se tiene en cuenta que todavía resta mes y medio para que las discusiones empiecen en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, en la que participan el Gobierno, los empresarios y los trabajadores.

Sin embargo, el encargado de iniciar este debate fue el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, que, en declaraciones a El Tiempo, afirmó que ellos con seguridad van a pedir un incremento de dos dígitos, es decir igual a los dos dígitos que se viene presentando desde el 2022.

Sin embargo, Arias, no tiene en cuenta que para este año se prevé que la inflación está bajando y que probablemente va a terminar este año entre 5,5% y 6% como lo están previendo varios analistas.

Incluso el propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en sus primeras impresiones de lo que podría ser el incremento salarial para 2025, aseguró que la discusión que se avecina sobre el salario mínimo seguirá, según él, los lineamientos establecidos por la ley, aunque anticipó que el aumento sería de un solo dígito y no de dos como ocurrió para 2024, cuando el alza fue de 12%.

Los factores

En los últimos incrementos del salario mínimo el Gobierno actual, prefirió hacerlo por casi tres puntos arriba de la inflación causada. En 2022, el aumento fue de 10,07% con una inflación que cerró el 2021 en 5,62%; el alza del 2023 fue de 16% con una inflación que cerró en 2022 en 13,12%, Y por último el aumento de 2024, de 12,07%, con una inflación de 9,3%.

Asimismo, en la cifra del nuevo salario, uno de los factores es también el índice de productividad. Por ejemplo, en 2020 fue de 0,73%, en 2021 llegó a 0,64%, y en 2022 quedó en 0,8%. Y para el 2023 el indicador fue de 0,76%, que fue el que se tuvo en cuenta para el salario de 2014.

Otro factor que se debe tener en cuenta, es que la tasa de desempleo se mantiene en 9,7%. En agosto de este año, otras 136.000 personas perdieron sus puestos para engrosar el grupo de 2,5 millones sin trabajo.

En las discusiones, además, se tiene en cuenta el crecimiento de la economía que para este año sería entre 1,5% y 1,8%

Complicaciones

Sin embargo, en las negociaciones de este año se espera que sean más complicadas y que no se llegue a una concertación y que otra vez el presidente Gustavo Petro expida el incremento por decreto.

Sin duda el ambiente está enrarecido, no solo desde el gobierno, sino también con el sector empresarial y de la oposición, que en medio de este panorama, se enfrentan al impacto que pueden dejar las discusiones sobre el incremento del salario mínimo.

A nivel político, no hay duda, como lo reconoce el mismo presidente de la CUT, que la situación está complicada debido a que la discusión tendrá un matiz más político que económico. El dirigente expresó que considera que este año la negociación va a ser todavía mucho más difícil.

Impacto de reformas

Precisamente, uno de los dirigentes empresariales que ha mostrado su preocupación por el aumento de los costos laborales, es el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, que en repetidas ocasiones ha criticado la reforma laboral que está a punto de aprobarse en el Congreso.

Sostuvo en sus apreciaciones que “con el recargo nocturno a partir de las 7 p. m., el aumento de este costo, sin tener en cuenta los otros factores, sería del 8,95%, la remuneración en día de descanso obligatorio, implica un aumento del 25% de los costos por este concepto, no exigir la excusa médica por incapacidad afectará negativamente la productividad de las empresas”.

Cabal dijo que “no es solo un artículo en especial, nos preocupa el espíritu de la reforma que parece estar pensada para los colombianos que ya gozan de trabajo, en particular los que están sindicalizados, pero olvida a los más de dos millones que hoy no están contratados o son informales. Preocupa especialmente todos los artículos que generan costos adicionales a los empleadores”.

El cierre de empresas

Otro elemento que deben tener en cuenta tanto gobierno como empresarios y sindicatos, que este año, por el impacto de los altos costos laborales, el aumento de impuestos y la incertidumbre se están creando menos empresas. Este es uno de los indicadores sobre cómo está la economía.

Un estudio realizado por Informa Colombia demuestra que, en lo corrido del año, la creación de nuevas empresas ha caído 31% entre enero y agosto, en comparación con el mismo periodo de 2023. Esto se refleja en la creación de 126.139 este año frente a 182.777 del año pasado.

Y precisamente ante las nuevas regulaciones, las mayores caídas se dieron en la explotación de minas y canteras y suministro de electricidad y gas con decrecimientos de 47% y 44% cada una.

De acuerdo con el informe, el segundo semestre de este año ha sido el que ha tenido la cifra más alta de cierres empresariales en tres años con 127.897.

Por tamaño, las microempresas se han visto más afectadas en cuanto a las cierres, ya que tuvieron un incremento de 31% en el número de casos de este tipo (167.266), seguidas de las medianas con 159 y un incremento de 26% y las grandes con 42 casos y una subida de 24%.

Por otra parte, sin duda, el panorama sobre el incremento del salario mínimo será más claro cuando se inicien las discusiones en la Comisión.

¿Concertación?

Pero este es un tema crucial que afectará a millones de colombianos, y se espera que las partes involucradas trabajen en conjunto para lograr un acuerdo justo y equitativo.

José Fernando Sandoval, manager de Legal de la firma BDO en Colombia, considera que este aumento tendrá un impacto significativo en la economía colombiana, dada la cantidad de fuerza trabajadora que recibe el salario mínimo o menos al mes.

Según cifras reportadas por el DANE y el Ministerio de Trabajo, en Colombia hay 2,24 millones de personas que reciben un salario mínimo.

“Asuntos como el poder adquisitivo de los trabajadores y el aumento de los costos laborales para los empleadores son dos de los temas fundamentales en el marco de este debate”, aseguró el experto.

Sobre las implicaciones para los trabajadores y empleadores ante la discusión sobre el incremento del salario mínimo en el país, los expertos señalan que, para los trabajadores, cuyo salario sea el mínimo mensual o para aquellos que tengan su sueldo pactado en salario mínimo, traerá un aumento o nivelación en la capacidad adquisitiva respecto de la inflación.

En cuanto a los empleadores implicará un aumento en los costos de operación y también impactará porque a los trabajadores que tengan pactado un salario mínimo integral, es decir, el equivalente a 13 salarios mínimos, también se les deberá reajustar su salario en el mismo porcentaje al del salario mínimo.

También, de acuerdo con el aumento que se determine, aquellos trabajadores que devenguen hasta dos salarios mínimos tendrán derecho a recibir entrega de dotación. Y aquellos salarios que hayan sido pactados en salarios mínimos en los contratos de trabajo, también deberán reajustarse de acuerdo con el aumento que se genere.

El problema de la informalidad

La informalidad laboral es uno de los grandes problemas que se presentan en la economía colombiana, y que casi no se tiene en cuenta por las centrales obreras cuando se discute el salario mínimo.

En el trimestre móvil entre junio y agosto de este año, de acuerdo con cifras del DANE, hubo 12,9 millones de trabajadores informales en un universo de 23,1 millones de ocupados que hay en el mercado laboral.

La entidad reveló que la proporción de la informalidad se mantuvo en 56%, la misma que en el trimestre móvil de entre junio y agosto de 2023.