Al considerar gravar las importaciones de autos por razones de seguridad nacional, Estados Unidos abrió un nuevo frente en sus batallas comerciales. Washington dice tener pruebas que "sugieren que durante décadas, las importaciones han erosionado" a la industria estadounidense del automóvil.
La Casa Blanca considera gravar con aranceles de hasta 25% las importaciones de coches, según el diario The Wall Street Journal.
Europa y Japón, que el año pasado exportó 8,27 millones de vehículos a Estados Unidos, pusieron el grito en el cielo ante el nuevo embate proteccionista.
La organización estadounidense Global Automakers, que reúne a fabricantes de vehículos y autopartes, dice que nadie ha pedido "protección" y que el sector "funciona bien".
"Si se decide aplicar tasas, los consumidores serán afectados porque tendrán menos opciones de compra y se enfrentarán a precios más altos", John Bozzella, presidente de Global Automakers.
A continuación los principales pleitos que desató la administración del presidente Donald Trump:
China: un armisticio -
Un acuerdo alcanzado el sábado evitó una guerra comercial entre las mayores economías mundiales.
China aceptó una drástica reducción del déficit comercial bilateral de Estados Unidos y prometió comprarle más bienes y servicios.
China, mayor mercado mundial de automotores, anunció luego que desde julio reducirá de 25% a 15% los derechos aduaneros que cobra a los vehículos importados. China también levantó una medida antidumping contra las importaciones de sorgo estadounidense.
De su lado, Trump esbozó un acuerdo para reanimar al gigante chino de telecomunicaciones ZTE que quedó paralizado luego de que Washington lo sancionó por supuestamente transgredir embargos comerciales a Corea del Norte. EEUU había prohibido exportarle componentes estadounidenses a ZTE la cual quedó así herida de muerte. En vez de esa sanción, Washington le cobraría solo una multa de 1.300 millones de dólares.
Potencial guerra con la UE
En una semana expirará la exención otorgada por Washington a la Unión Europea (UE) en materia de aranceles al acero y al aluminio importados del bloque.
La UE se abrió la semana pasada a discutir con Estados Unidos la rebaja de sus barreras aduaneras a la industria, incluida la del automóvil, pero a condición de que sus 28 países sean definitivamente exentos de los aranceles al acero y al aluminio.
De momento la Casa Blanca no ha hecho comentarios sobre las condiciones de la UE pero ésta ya se prepara para una guerra comercial contra Estados Unidos.
Si desde el 1 de junio entran efectivamente a regir los aranceles al aluminio y el acero, la represalia europea sería la de gravar decenas de emblemáticos productos estadounidenses; entre ellos tabaco, bourbon, jeans y motos.
Una lista de productos ya fue aprobada en abril por los 28. De todas formas se precisarán varias semanas para que entren a regir esas represalias contra Washington.
Incertidumbre en el TLCAN
Canadá y México también están temporalmente exceptuados de los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio y los tres países están renegociando su tratado de libre de comercio TLCAN vigente desde 1994.
Trump dice que este tratado destruyó millones de empleos estadounidenses, estimula la emigración de fábricas a México en donde la mano de obra es más barata y espera reducir el déficit comercial con su vecino del sur.
Trump amenaza con retirar a Estados Unidos del TLCAN si no consigue mejorar las condiciones para su país. Las negociaciones empezaron en agosto y están empantanadas. Entre los puntos de bloqueo están las normas de origen pues Washington exige que todos los autos fabricados en el área del TLCAN tengan más componentes estadounidenses para beneficiarse de la importación libre de gravámenes.
Las negociaciones están además apremiadas por tiempos electorales. En julio habrá elecciones presidenciales en México y en noviembre los republicanos arriesgan su mayoría en el Congreso en elecciones legislativas.