La “paciencia” imperará en las próximas decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (FED) en Estados Unidos.
De acuerdo con los analistas, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) decidió, de forma unánime, mantener inalterado el rango objetivo de la tasa de los fondos federales. Con esto el rango de la tasa de política monetaria se ubicó entre 2,25% y 2,5%.
El Comité ratificó que el escenario de incrementos en la tasa de los fondos federales se ha debilitado y sus futuros ajustes dependerán de los datos macroeconómicos entrantes. Lo anterior tendría lugar pese a la situación de volatilidad en los mercados financieros. Vale la pena mencionar que, en la última reunión de política monetaria del año pasado, la estimación mediana de tasa de interés para este año se redujo hasta 3,1%. Con esto, el rango actual de la tasa de los fondos federales estaría muy cerca de su nivel de largo plazo.
En el documento publicado, la autoridad argumentó estar preparada para ajustar cualquier detalle para completar la normalización del balance a la luz de los desarrollos económicos y financieros futuros, y aseguró tener a su disposición todas las herramientas necesarias en caso de que las condiciones económicas lo requieran.
A la luz de esto, las probabilidades implícitas en el mercado se han reducido considerablemente. En particular, le asigna una probabilidad de tan solo un 3% a un ajuste de 25 puntos en la tasa de los fondos federales este año. Quizá el movimiento más importante es el incremento que ha presentado la probabilidad de que el rango de la tasa de los fondos federales se ubique por debajo de su nivel actual.
Crecimiento
La disipación de los estímulos fiscales conllevará a un ritmo de crecimiento menos pronunciado este año y más cercano a su potencial en el mediano plazo. Esto estaría acompañado de un menor dinamismo de la inversión fija no residencial, que se vería afectada por una mayor incertidumbre en los negocios y condiciones financieras más restrictivas.
En el entorno externo, las exportaciones presentarían una modesta desaceleración, en tanto que las importaciones seguirían creciendo por la dinámica de la demanda interna. Como resultado de todo lo anterior, ajustamos a la baja nuestra expectativa de crecimiento de EU para 2019 de 2,4% a 2,3%.
Por su parte, el comportamiento mixto en la cotización del petróleo explicó buena parte del desempeño de la inflación el año pasado. No obstante, prevemos que los precios al consumidor se mantendrán levemente por encima de la meta de política monetaria de largo plazo del FED (2%).
Con esto se espera que el FED ajuste en apenas 25 puntos su tasa de referencia este año. Este incremento, que ocurriría a mediados de año, respondería a una situación de crecimiento todavía por encima del potencial y un mercado laboral que seguirá apretado en los próximos meses. No obstante, vale la pena advertir que los riesgos asociados a este escenario serían altos en la medida en que el crecimiento se llegara a desacelerar de una forma más acentuada.
De otro lado en su primera reunión del año, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo inalteradas sus tasas de refinanciamiento, depósitos y préstamos en 0%, -0,4% y 0,25%, respectivamente. Asimismo, la autoridad monetaria confirmó que reinvertirá los vencimientos de la deuda adquirida mediante su programa de compra de activos, que dio por finalizado el año pasado, con el fin de garantizar condiciones de liquidez favorables.
El Presidente del Consejo afirmó que el Comité prevé mantener los tipos de interés en sus niveles actuales al menos hasta finales del 2019. Sin embargo, los mercados le asignan una probabilidad de tan solo 1,5% a que este ajuste en las tasas de referencia del agregado europeo se dé en este periodo.
En esta ocasión, la autoridad monetaria destacó que se ha deteriorado el balance de riesgos a la baja en la actividad económica. Mario Draghi afirmó que el crecimiento de corto plazo podría ser más bajo a lo anticipado por el Comité en su reunión de fin de año. Este discurso daría pie para pensar que en la próxima reunión de actualización de proyecciones por parte de la autoridad, una reducción en la tasa de crecimiento se podría evidenciar.
Pese a esto, el presidente del BCE destacó la favorabilidad de las condiciones financieras y la sólida dinámica del mercado laboral, en particular el desempeño de los salarios. Esto respaldaría la expansión de la zona euro y conllevaría un aumento gradual de las presiones inflacionarias en el corto plazo.