Turbulencia causó en el comercio internacional la decisión de Estados Unidos de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y la Unión Europea a partir de las cero horas de hoy, una medida que sus socios comerciales ya anunciaron que responderán.
El anuncio del secretario de Comercio, Wilbur Ross, ensombrecerá también muy probablemente la reunión de ministros de finanzas de las principales economías mundiales del Grupo de los Siete (G7), que se instaló ayer en Canadá.
México anunció la imposición de represalias comerciales y la Unión Europea dijo que las tomará en las próximas horas.
Ross dijo a periodistas que las conversaciones con la Unión Europea no lograron alcanzar un acuerdo satisfactorio para convencer a Washington de continuar la exención de los aranceles pactados en marzo.
Por otra parte, las negociaciones con Canadá y México para revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) "están llevando más tiempo" de lo previsto y no existe una "fecha muy precisa" para concluirlas, por lo que su exención también será eliminada, señaló.
A pesar de semanas de conversaciones con sus homólogos de la Unión Europea, Ross dijo que Estados Unidos no estaba dispuesto a cumplir con la demanda europea de que la Unión Europea sea "exenta de forma permanente e incondicional de estos aranceles".
"Tuvimos discusiones con la Comisión Europea y, aunque hicimos algunos progresos, tampoco llegamos a un punto en que se justificaba continuar la exención temporal o tener una exención permanente", dijo Ross.
"Potencial flexibilidad"
El secretario norteamericano de Comercio restó importancia a las amenazas de represalias de esos países y dijo que las conversaciones pueden continuar incluso en medio de la disputa para tratar de encontrar una solución.
Como presidente, Donald Trump tiene la autoridad para modificar los aranceles o imponer cuotas o "hacer lo que quiera en cualquier momento", lo que permite una "potencial flexibilidad" para resolver el problema, apuntó Ross.
Trump impuso los aranceles del 25 por ciento sobre el acero y de 10 por ciento sobre el aluminio argumentando motivos de seguridad nacional, lo cual según Ross abarca una amplia gama de asuntos económicos.
Corea del Sur negoció una cuota para el acero, mientras que Argentina, Australia y Brasil acordaron "limitaciones en el volumen que pueden enviar a Estados Unidos en lugar de aranceles", explicó Ross.
UE demanda ante OMC
La Unión Europea anunció que iniciará mañana los procedimientos legales contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) para aplicar aranceles a las importaciones de productos estadounidenses al bloque comunitario.
"Estados Unidos no nos deja otra opción que proceder con un procedimiento de disputa ante la OMC y con la imposición de aranceles adicionales a una serie de importaciones procedentes de Estados Unidos. Defenderemos los intereses de la UE cumpliendo totalmente con la legislación comercial internacional", lamentó en un comunicado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
En Bruselas se explicó que la medida aprobada por Estados Unidos afecta a exportaciones de la Unión Europea por valor de 6.400 millones de dólares, así como que, al mismo tiempo que ha intentado evitar este resultado, se ha estado preparando durante los últimos meses para "reaccionar" a las "restricciones" de Washington al comercio de acero y aluminio "de una forma rápida, firme, proporcionada y totalmente compatible con la OMC".
México toma represalias
México, que tiene en Estados Unidos su mayor socio comercial, no tardó en anunciar represalias.
"México impondrá medidas equivalentes a diversos productos como aceros planos, lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros", dijo en un comunicado la Secretaría de Economía.
Agregó que "esta medida estará vigente hasta en tanto el gobierno estadounidense no elimine los aranceles impuestos".
El gobierno de Enrique Peña Nieto lamentó la decisión y dijo que en reiteradas ocasiones México se pronunció contra "medidas proteccionistas que afectan y distorsionan el mercado internacional de mercancías".
Política equivocada
Un análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), señala que a lo largo de 2018 se ha venido escalando la guerra comercial entre Asia y Occidente, tras las impertinentes y sorprendentes medidas adoptadas por la administración Trump.
En un acto unilateral, Estados Unidos adoptó sobre-aranceles, hasta del 25 por ciento, a las importaciones de aluminio y acero provenientes de China, con el supuesto objetivo de dar impulso a los productores de estos bienes en su país.
Con ello, Trump no solo desconoce los principios básicos operativos de la OMC, sino que inició una serie de retaliaciones comerciales muy graves para la dinámica de crecimiento global.
Estas tensiones comerciales generadas por Estados Unidos se habían iniciado con el llamado a renegociar el Tlcan.
Además, Estados Unidos había tomado la errada decisión de retirarse del Acuerdo Transpacífico (TPP), un acuerdo que apuntaba a una integración comercial cercana al 40 por ciento de la economía mundial. Ahora China se muestra como el gran ganador con la retirada de Estados Unidos, aspirando a ocupar el espacio dejado por este último.
China aprovecha
Para el centro de estudios económicos, mientras Estados Unidos desprecia a Latinoamérica, China nos elogia como “una extensión natural” de su país.
Esta visión comercial de China, además, se manifiesta creando negocios e inversiones, pues ha pasado a financiar proyectos de inversión en Ecuador, Colombia y Argentina.
En este contexto, China fortalece su relación comercial con Perú y Chile (con quienes tiene vigentes TLC), busca lazos más fuertes con México y Brasil a través de crear TLC y fondea el elevado gasto fiscal de Venezuela a cambio de petróleo.
En particular, cabe destacar la dinámica de la relación comercial de China con los países de la Alianza del Pacífico, cuyo valor se ha más que triplicado durante la última década, alcanzando actualmente los 140.000 millones de dólares.
El problema es que la Alianza del Pacífico arrojará ahora abultados déficits comerciales con China, reflejando la creciente dependencia de la región de las manufacturas del gigante asiático.
Por lo anterior, para ANIF es urgente generar nueva oferta exportadora diferente a la de commodities, pues ésta todavía explica el grueso de las exportaciones colombianas a Estados Unidos (71 por ciento) y también a China (95 por ciento).