LA INDUSTRIA de alimentos y bebidas, que durante este año ha tenido un papel destacado para asegurar el suministro de productos esenciales para la población, en 2024 su comportamiento se vería impactado por los mayores impuestos y cambios de hábito en el consumidor.
En los últimos años este sector ha tenido que hacerles frente a diversos cambios y prepararse para cualquier evento inesperado. Un ejemplo claro de la nueva mirada del mercado hacia la calidad de los alimentos, es el impuesto saludable, que comenzó a regir en Colombia desde noviembre, con el cual se gravan las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.
En su inicio, esta clase de productos han tenido un aumento del 10%, pero para el 2024 será del 15%.
Ahora bien, esta industria representa el 3% del PIB del país y según el informe de la Superintendencia de Sociedades, facturó $ 87,7 billones el año pasado. Así que, las empresas que buscan tener éxito deberán, además de aceptar el cambio, invertir en formas innovadoras de pensar y hacer negocios de vanguardia, además de asumir los riesgos, y entender los nuevos hábitos de los consumidores.
Riesgos
James Barroso, director de Go-to-market para América Latina de Infor, asegura que, “en la dinámica evolución de la industria alimentaria, la clave del éxito radica en la capacidad de las empresas para abrazar y adaptarse al constante cambio. Aquellas que se resisten a la transformación corren el riesgo de quedar obsoletas, mientras que las que abrazan la innovación prosperan, ofreciendo no solo productos, sino experiencias que resuenan con las demandas de los consumidores”.
Teniendo en cuenta el panorama del sector en el país, Infor, líder global de software empresarial en la nube, presentó algunas tendencias importantes a tener en cuenta de cara al 2024, una de ellas, es que la tecnología no es el punto de partida: si se invierte en un nuevo software empresarial, debe ser moderno, continuo, seguro y escalable para respaldar la agilidad empresarial. Pero es importante recordar que el negocio está impulsando el cambio, no la tecnología.
El negocio tendrá que ser el punto de partida, reconocer dónde se puede tener el mayor impacto y resolver los desafíos comerciales reales a través de la tecnología.
“Este sector se ve directamente afectado por diversos factores externos, lo cual ha llevado a una creciente tendencia de adoptar soluciones tecnológicas. Estas herramientas no solo posibilitan la expansión de operaciones, sino que también capacitan a las empresas para responder a las demandas del cliente y superar los desafíos constantes”, precisa el directivo de Infor.
Los cambios
De cara a 2024, el cambio es inevitable para la industria de alimentos y bebidas. Las empresas deben ser más ágiles, ya que los desafíos relacionados con la mano de obra, el cambio climático, y la interrupción de la cadena de suministro afectarán las operaciones, y en última instancia, los resultados. El éxito en la industria dependerá de la rapidez con la que las empresas puedan adaptarse a las cambiantes demandas de los consumidores, mientras utilizan la última tecnología para seguir siendo competitivas.
Otro dato importante es que el éxito está en los datos y los resultados: las organizaciones de alimentos y bebidas necesitan una base tecnológica moderna que ayude a que el negocio sea ágil y eficiente, tanto en la fabricación como en el desarrollo y la introducción de nuevos productos.
Adicionalmente, deben tener en cuenta el enfoque en la sostenibilidad: este seguirá siendo impulsado por una mayor conciencia del consumidor, certificaciones y nuevas regulaciones e informes. Las empresas con un sólido perfil de sostenibilidad también podrían beneficiarse financieramente al evitar impuestos adicionales. Esto los hará más atractivos para los inversores que buscan organizaciones que sean ecológicas y estén preparadas para el éxito en el futuro. Además, el cambio climático afectará a los cultivos y al suministro.