Acodres dice que 2017 ha sido un periodo para el olvido por las exigencias tributarias y económica
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La industria gastronómica de Colombia manifestó que hay en el sector un optimismo moderado y confió en que en el último bimestre logre darse un repunte importante en el consumo porque tal y como van las cosas es un hecho que el sector no va a superar las buenas metas reportadas años atrás entre otras cosas por la pérdida de confianza en el consumidor.
La presidenta de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica, Acodres, Claudia Barreto, dijo que la dinámica del sector sigue dándose por cuanto la necesidad de comer le da al sector unos componentes diferentes al resto de las industrias, pero aclaró que el año cerrará con cifras no muy buenas y para el caso de algunos componentes de la cadena, el 2017 dejará graves daños y una afectación considerable.
“Otros reaccionaron a tiempo estableciendo variables en sus costos y en utilizar otras estrategias y mecanismos para amainar esos golpes de la coyuntura. En lo que sí hubo consenso fue en la necesidad de ingresar al mundo digital, de promocionar, hacer mercadeo e innovar a través de las distintas plataformas, situación que permitirá también tener un control mucho más riguroso de los costos y de los productos locales para que esos insumos que se integran al menú resulten un poco más económicos”, declaró Barreto.
Baja empleo
Otro frente que resultó afectado con la situación económica del país y con el marchitamiento en la demanda fue el empleo ya que la empleabilidad está en una media o en un promedio para restaurantes de 50 sillas o por debajo de esta cantidad aproximadamente, es decir unos 10,1 empleados para este segmento. La preocupación la disparó la reforma laboral que disminuyó el horario en donde se podía desarrollar ordinaria e indiscutiblemente muchos restaurantes optaron por variar ese horario u hora adicional toda vez que ese tiempo tiene un costo importante.
Si bien Acodres no quiere ser alarmista y quiere tener en un tema tan delicado toda la información y la precisión posible, lo cierto es que lo que se ha evidenciado es que se han dado unos ajustes en los temas de los horarios y de los servicios. El gremio insiste que aún no hay un estudio cuantitativo de desempleo, pero asegura que por todos los componentes de la economía en asuntos de desempleo hay un impacto importante.
“Precisamente una de las solicitudes que se están haciendo al Gobierno nacional muy puntualmente es el hecho de que se reactive lo que fue la ley y que nuevamente impulse y saque prontamente la legislación de estímulos al primer empleo. Hay que recordar que este es el sector que más aporte de empleo joven le entrega al país”, anotó.
Sobre la posibilidad de una nueva reforma tributaria, Barreto afirmó que esos cambios al estatuto tributario se darán en el próximo gobierno porque al vigente prácticamente se le agotó el tiempo. Indicó que el problema no son las reformas tributarias sino la manera como se propongan y el contenido que traigan, aclarando que una cosa entra al Congreso y otra muy diferente sale. Para el gremio, el país empresario y básicamente los restaurantes no aguantarían ningún incremento tributario. Lo único que tendría buen recibo, sería la reducción impositiva porque más impuestos quiebran a más de uno en el sector real de la economía porque harían inviable los negocios.
Indiscutiblemente el 2017 es un año para el olvido porque a muchos sectores les fue muy mal como consecuencia de la contracción de la demanda interna, las elevadas tasas de interés que amén de los últimos recortes siguen siendo muy altas para el capítulo Colombia, del nuevo IVA del 19 por ciento y por una carga tributaria excesiva que, a decir de muchos, resta competitividad, desanima a los inversionistas y cierra empresas, aspecto que ya el país experimenta.