Los 5 retos para la reindustrialización inmediata | El Nuevo Siglo
LA reindustrialización del país requiere de ajustar los sectores a corto, mediano y largo plazo. /Archivo
Domingo, 10 de Diciembre de 2023
Redacción Economía

Colombia se encuentra ante un contexto económico desafiante, marcado por la baja generación de valor agregado, el estancamiento en la productividad y un retroceso en el sector industrial, un panorama retador para el proceso de reindustrialización en Colombia, impulsado por el Gobierno Nacional.

La dependencia excesiva del sector minero-energético ha contribuido al proceso de desindustrialización, evidenciando la necesidad de un cambio estructural.

En respuesta a esta problemática, el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) presentó un borrador con las recomendaciones para la Política Nacional de Reindustrialización,

1.  Ineficiencia en la Producción

El primer reto de la reindustrialización en Colombia es la ineficiencia en la producción de bienes y servicios. Esta situación es producto del bajo desarrollo de las capacidades humanas y la insuficiente adopción e inversión en investigación y desarrollo de tecnología, lo que ha impactado en la productividad colombiana, la cual ha permanecido estancada en las últimas dos décadas.  Según estimaciones de The Conference Board (2023), el crecimiento promedio anual de la productividad total de los factores (PTF) entre 2000 y 2021 fue del 0,1%. Sin embargo, entre 2021 y 2022, la PTF disminuyó en un 0,68%.

2. Dependencia sectorial y falta de diversificación

El segundo desafío que experimenta la reindustrialización en Colombia es la excesiva dependencia del sector minero-energético, que ha llevado a una falta de diversificación en la oferta exportable, así como para la interna. Durante el período de 1975 a 1985, la participación del sector manufacturero en el PIB disminuyó del 17,8% en promedio al 11,3% entre el 2016 y el 2022, según datos del informe.

Además, la participación del sector de explotación de minas y canteras en el producto interno bruto (PIB) ha aumentado, pasando del 2,4% en el período de 1975 a 1985 al 5,9 % entre los años 2016 y 2022.

3. Debilidad en Encadenamientos

A pesar de que las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPymes) colombianas son actores fundamentales dentro del proyecto de reindustrialización en Colombia, actualmente enfrentan desafíos significativos en su participación en encadenamientos productivos.

De acuerdo con la encuesta de desempeño empresarial de Acopi, para el primer trimestre de 2023, tan sólo el 16,2% de los empresarios encuestados participaron en los consorcios exportadores.

Estas cifras muestran una baja adhesión a programas clave como consorcios exportadores y desarrollo de proveedores, lo que podría afectar su capacidad para competir y crecer. La tasa de participación en el tercer trimestre del año no superó un 26% en estos programas.

4. Integración económica limitada

El cuarto desafío que enfrenta la reindustrialización en Colombia es la baja integración económica con regiones de alto potencial de crecimiento. A esto se suma un desafío adicional de la concentración de la canasta exportadora en pocos destinos y productos.

Por destino de las exportaciones del país, en el 2022, el 73% se realizó a países con los cuales se cuenta con un acuerdo comercial. De estas, el 58% de las exportaciones siguen estando concentradas en productos de bajo valor agregado, se puede leer en el documento del Conpes.

5. Debilidad institucional

La oferta de instrumentos gubernamentales destinados a la productividad e innovación presenta recursos limitados y dispersos.

Según los resultados de la Metodología ArCo, el 54% de la oferta de instrumentos enfocados en productividad e innovación es de máximo $1.000 millones, lo cual, según el Conpes, limita su alcance.

De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre 2016 y 2020, los recursos públicos del Sistema de Apoyo Público a las Empresas orientados a ejecutar programas de apoyo al desarrollo empresarial fueron en promedio de US$1.415 millones, que corresponden al 1,8% del total del Presupuesto General de la Nación (PGN) y al 0,47% del PIB.

Durante este período, de 2016 a 2020, los recursos de inversión disminuyeron a una tasa promedio de 3%, al pasar de US$$1.416 millones a US$$1.251 millones.