LA MAYOR proporción de trabajo no remunerado en Colombia recae en las mujeres con un 37,2%, mientras que el porcentaje de los hombres es tan solo 32,8%. Según, ANIF este panorama refuerza la necesidad de seguir avanzando en un balance −en términos de género− la carga de las labores domésticas y de cuidado en el hogar, lo que permitiría que aumente la participación de las féminas en el mercado laboral y, a su vez, sus posibilidades de generar ingresos.
De acuerdo con el DANE, el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) presenta ‘la evolución, tendencia y transformaciones estructurales de la economía’, lo cual es indispensable para los análisis económicos y la formulación e implementación de políticas públicas. Pese a su importancia en la economía, los servicios de autoconsumo (como el trabajo doméstico y las labores de cuidado) no se incluyen dentro de esa frontera de producción. Sin embargo, es clave estimar su aporte al crecimiento y desarrollo del país, lo cual se logra con la Cuenta Satélite de Economía del Cuidado (CSEC), que también publica la entidad.
El trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (Tdcnr) se refiere a actividades como el suministro de alimentos, mantenimiento del vestuario, compras, administración, limpieza y mantenimiento del hogar, cuidado y apoyo de personas. La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) del DANE permite conocer el tiempo que las personas dedican a actividades de trabajo remunerado, no remunerado y personales. De acuerdo con la última información disponible, en 2021 las mujeres gastaron más del doble del tiempo en labores de trabajo no remunerado que los hombres (7,7 horas semanales en promedio vs. 3,1).
Disparidades
Así las cosas, según la última publicación de la CSEC que permite analizar el número de trabajos equivalentes a tiempo completo para 2023 desagregado por sexo y posición ocupacional, se evidenció que en ese año hubo 38,8 millones de puestos de trabajo de este tipo, de los cuales el 57% estaba ocupado por mujeres (vs. 43% por hombres). Ahora bien, al desagregar estos puestos de trabajo entre trabajo en la frontera de producción del SCN (TSCN) y trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (Tdcnr) se encuentran grandes disparidades. Por un lado, más de la mitad de los puestos de trabajo (53%, 20,5 millones de los 38,8 millones totales) estaban concentrados dentro de la frontera de producción del SCN (TSCN). Dentro de este grupo, los hombres son quienes más participan, con un 62% del total del TSCN frente al 38% de las mujeres.
Por otro lado, el Tdcnr representó el 43% de los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, en donde las mujeres tienen la mayor participación con cerca del 80% (vs. 21% los hombres).
Con respecto a la distribución de los puestos de trabajo por sexo y tipo de trabajo, ANIF evidenció que, del total de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, la mayor proporción corresponde a Tdcnr realizado por las mujeres, que concentran el 37,2% del total, lo que corresponde a 14,4 millones de trabajos. A esto le sigue el TSCN realizado por hombres, con 32,8% del total (equivalente a 12,7 millones de trabajos).
Por posición ocupacional, las personas que trabajan dentro de la frontera de producción (TSCN) se distribuyen de forma similar entre asalariados (53%) e independientes (47%). Por sexo, casi 3 de cada 5 asalariados son hombres y 2 son mujeres. En el caso de los independientes, el sexo masculino tiene mayor incidencia, representando cerca del 70% del total. En contraste, en el caso del Tdcnr son las personas independientes quienes más tiempo dedican a estas actividades (86% del total de trabajadores), teniendo en cuenta la flexibilidad de los horarios y disponibilidad de tiempo. En este tipo de trabajo las mujeres ocupan la mayoría de los puestos, superando en 4 veces el número de puestos ocupados por los hombres.