Nota negativa a Colombia afectó calificación de sus 4 principales bancos | El Nuevo Siglo
LA CALIFICADORA Moody’s, explicó que, al bajar la nota a la deuda soberana de Colombia, ésta se replica en los bancos y las empresas. /AFP
Lunes, 1 de Julio de 2024
Redacción Economía

MOODY'S RATINGS (Moody’s) decidió replicar la rebaja de la calificación de la deuda soberana del país de estable a negativa con los 4 principales bancos del país. Sostuvo la calificadora que “las acciones fueron impulsadas por el cambio de Baa2 del Gobierno de Colombia”. En efecto, la firma dijo que ha tomado hoy medidas de calificación sobre cuatro bancos colombianos, entre ellos Bancolombia S.A. (Bancolombia), Banco Davivienda S.A. (Davivienda), Banco de Bogotá S.A. (Banco de Bogotá) y BBVA Colombia S.A. (BBVA Colombia).

Señala en su reporte que “todas las calificaciones y evaluaciones asignadas a estos bancos se confirmaron y la perspectiva de sus depósitos bancarios a largo plazo y las calificaciones de deuda senior no garantizada (cuando corresponda) se cambió de estable a negativa.

Además, se afirmaron las calificaciones de Grupo Aval Acciones y Valores S.A. (Grupo Aval) y Grupo Aval Limited, mientras que la perspectiva de las calificaciones de emisor de largo plazo de Grupo Aval y la calificación de deuda senior no garantizada respaldada por Grupo Aval Limited se mantuvo negativa.

Sostienen en el informe que “dado que las calificaciones de los depósitos y de la deuda sénior no garantizada de estos bancos se benefician de un aumento debido a nuestra evaluación del apoyo gubernamental, una rebaja de la calificación soberana implicaría una menor capacidad de respaldo”.

Capacidad financiera

Explica el informe de la calificadora, que “nuestro examen del apoyo gubernamental abarca las grandes franquicias de depósitos de los bancos afectados, nuestra evaluación de la voluntad de las autoridades colombianas de brindar apoyo a las instituciones financieras en dificultades de importancia sistémica; y las consecuencias sistémicas materiales de un fracaso infundado de cualquiera de ellos”.

Consideran que “si bien la voluntad del gobierno de apoyar a los bancos, en caso de ser necesario, se mantiene inalterada en nuestra opinión, su capacidad financiera se refleja en su calificación, por lo que una rebaja implicaría un deterioro de dicha capacidad”.

Además, Moody’s señala que “la perspectiva negativa de la calificación soberana de Colombia refleja factores que podrían afectar negativamente el entorno operativo de los bancos, como condiciones macroeconómicas y financieras menos favorables, y un mayor ruido político que sigue pesando sobre la confianza de los inversionistas. La débil dinámica de la inversión ha contribuido a un crecimiento económico más lento de lo esperado. Estos factores podrían limitar aún más las perspectivas de negocio de los bancos y generar una presión negativa sobre la calidad de sus activos, su rentabilidad y su capital”.

Una réplica

El analista y académico de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, consultado por EL NUEVO SIGLO, dijo que “el caso de la revisión que se hace a la calificación de estos principales bancos en Colombia se origina por la calificación de la deuda colombiana y en esa revisión básicamente hay una confirmación de estable a negativa, pero desde luego en condiciones que no generan mayor riesgo que tenían las entidades con anterioridad”.

Amorocho expone que en caso de la decisión de Standard and Poor’s, “su medida se deriva en el hecho de que cuando se produce este tipo de calificaciones en la deuda soberana de los países, desde luego la calificación de otras empresas, en este caso la banca comercial colombiana y otras empresas como Ecopetrol y su filial Isa, son llevadas al mismo término que el país donde se cobija esa deuda soberana”.

De acuerdo con el experto, puntualiza que “otra razón es que en el caso de la economía colombiana como en cualquier otro caso, si la deuda soberana está sometida desde luego a la autoridad, monetaria, cambiaria y crediticia que es el Banco de la República y este tiene una clara relación con la banca comercial, eso conlleva a que las calificaciones sean convergentes con el estado de la deuda soberana”.

Indica que “el caso de la banca tiene relación con ello porque el Banco de la República es el banco de bancos y la mayor parte de estos bancos comerciales tiene bonos en el mercado, respaldados con el aval del Emisor, entonces esta es la razón fundamental”.

Asegura que “el hecho de que pase de estable a negativa y siga ahí, lo que está básicamente respaldando es que en el sector bancario colombiano aún se maneja una evaluación de riesgo económico sólida. Esto teniendo en cuenta sobre todo que la deuda en el sector bancario está diversificada entre consumo, créditos hipotecarios y otros tipos de inversiones respaldadas también con bonos”.

Mayores riesgos

Renzo Merino, vicepresidente y analista de Moody’s, anunció que el nivel Baa2, que corresponde a dos peldaños dentro del grado de inversión. Sostuvo entre sus argumentos que conoció este Diario, que “hay mayores riesgos en los próximos 12 a 18 meses por el lado macroeconómico, no por el tema del crecimiento económico y la composición de este crecimiento, y también por temas de las presiones fiscales que en particular emergen por una carrera de intereses que ha ido creciendo en los últimos años y que podría complicar, primero el cumplimiento con la regla fiscal del país. Y segundo, que podría llevar a que las métricas de deuda de Colombia en los próximos años empiecen a deteriorarse en términos relativos a sus pares de calificación”.

Explicó que “nosotros hemos tratado de resaltar cuál es una visión que Moody's ha mantenido ya desde hace varios años, que es el rol que juegan las instituciones en el país. El tema de los contrapesos, el tema del manejo macroeconómico prudente tanto por el Banco de la República que aún sigue operando de manera independiente y también la voluntad del Gobierno de ajustar las cuentas fiscales cuando hay desafíos”.

Merino advirtió sobre la percepción de los inversionistas, quienes están asignando mayor peso a los temas políticos que a la solidez institucional. Esto ha llevado a que los costos de financiamiento para el Gobierno se mantengan altos, implicando un gasto mayor en intereses y limitando la capacidad del país para abordar otras necesidades como la inversión pública o el gasto social.

Las notas a las entidades

La afirmación de la evaluación crediticia de línea base (BCA) ba1 de Bancolombia S.A. refleja la fortaleza de su modelo de negocio que se ha mantenido incluso en condiciones desafiantes, tanto en su operación principal en Colombia como en sus subsidiarias centroamericanas. El BCA del banco incorpora la generación de utilidades sólidas y superiores a sus pares, así como su amplio acceso a financiamiento básico estable, que está respaldado por su posición de mercado bien establecida en Colombia. Estas fortalezas se ven contrarrestadas por el elevado índice de préstamos problemáticos de Bancolombia.

La nota de ba1 del Banco de Bogotá, dice Moody’s que “reconocemos la resiliente capacidad de generación de utilidades del banco como un gran banco comercial en Colombia, con una participación de mercado de préstamos y depósitos del 12% a marzo de 2024, un acceso estable a depósitos nacionales y una posición de capital adecuada. Estas fortalezas se ven parcialmente contrarrestadas por los moderados colchones de liquidez del banco, la calidad relativamente débil de los activos, evidenciada por el alto nivel de préstamos deteriorados”.

Respecto a Davivienda, la nota ba2, “sigue reflejando la amplia y bien establecida franquicia comercial del banco en Colombia, con operaciones también en Centroamérica. A pesar de ello, el ba2 del banco se ha visto desafiado por métricas de rentabilidad y calidad de activos más débiles en comparación con los niveles históricos. Davivienda reportó pérdidas netas en 2023 y en el primer trimestre de 2024 que reflejan un aumento significativo en las provisiones para insolvencias”.

Por su parte, para BBVA Colombia se afirmó la nota en ba1. “Sin embargo, consideramos que existe una presión negativa sobre sus métricas de rentabilidad, capital y calidad de activos. En marzo de 2024, BBVA Colombia registró pérdidas netas que reflejaron un aumento en los gastos de provisiones para insolvencias en respuesta a una aceleración de los préstamos problemáticos en el segmento de cartera de consumo. El ratio de préstamos problemáticos del banco subió al 5,18% en marzo de 2024, frente al 4,40% de un año antes”, dice el informe.