La reforma laboral está desconectada del mercado actual: ANIF | El Nuevo Siglo
Dice ANIF que las propuestas, tal como están hoy en el proyecto de ley que se debate en el Congreso, podrían incluso agravar la situación laboral./Archivo
Martes, 12 de Noviembre de 2024
Redacción Economía

CUANDO EL Congreso está a punto de reiniciar el debate de la reforma laboral presentada por el Gobierno, para el centro de pensamiento ANIF, lo aprobado hasta ahora deja mucho que desear porque no ataca los problemas estructurales que hoy afronta el mercado, sobre todo con una tasa de desempleo promedio de 11,0% y una informalidad que afecta al 56% de los trabajadores.

Señalan los expertos de la Asociación que los beneficios que promete la reforma serían percibidos únicamente por trabajadores en el sector formal, que están concentrados en empresas con al menos 11 trabajadores. Sin embargo, dejaría a un lado a los trabajadores informales que mayoritariamente se concentran en empresas más pequeñas, las cuales representan gran parte del tejido empresarial.

Pone de presente el análisis, que tampoco la reforma reduciría las brechas laborales que hoy son significativas: las mujeres tienen una tasa de desempleo 4,6 puntos porcentuales mayor que los hombres, mientras que los jóvenes enfrentan un desempleo 6,9 puntos superior al promedio nacional.

Aunque la iniciativa de reforma busca aumentar los beneficios de los trabajadores formales, “impone costos adicionales a las empresas para la generación de empleo”.

Desempleo

Asegura ANIF, que “el mercado laboral en Colombia se ha caracterizado en los últimos años por tener una tasa de desempleo promedio de dos dígitos y una alta informalidad tanto laboral como empresarial. De manera similar, la tasa de desempleo estructural a septiembre de 2024, calculada como la mediana de la tasa de desempleo desestacionalizada de los últimos 60 meses, fue de 11,1%. Esto evidencia la existencia de problemas estructurales y desequilibrios en el mercado de trabajo que afectan negativamente la dinámica entre la oferta y la demanda de empleo”.

Señala el informe que “el mal funcionamiento del mercado laboral afecta desproporcionadamente a las mujeres y a los jóvenes, quienes enfrentan mayores barreras para acceder a empleos formales. Esto se refleja en sus niveles de desempleo. En lo corrido de este año (enero-septiembre de 2024) la brecha ha aumentado 1% frente a ese promedio: mientras la tasa de desempleo de los hombres ha sido de 8,4%, la de las mujeres ha alcanzado 13,2%, llevando la brecha a 4,6%”.

En cuanto a los jóvenes, esta población enfrenta mayores condiciones adversas en materia de empleo. Los jóvenes registran una tasa de desempleo promedio de 18,6% entre 2010 y 2023, 7,6% superior al promedio nacional para el mismo periodo, evidenciando una brecha significativa en materia de empleo. Entre enero y septiembre de 2024, la tasa de desempleo de los jóvenes se ubicó en 17,5%, situándose 6,9% por encima del desempleo reportado para el total nacional en el mismo periodo de tiempo.

Informalidad

Adicionalmente, la informalidad constituye una problemática estructural persistente en Colombia. La tasa de formalidad anual del empleo se ha ubicado en promedio en 42,0% entre 2021 y 20231. Para lo corrido de 2024, la formalidad ha alcanzado 44,0% del total de empleos, un avance poco significativo considerando que todavía el 56,0% de los empleos están en el sector informal. Estos trabajadores informales suelen estar excluidos de los beneficios laborales que ofrece el sector formal, tanto los actuales como los que se implementarían según lo propuesto en la reforma laboral.

En términos de informalidad por tamaño de empresa, esta se concentra significativamente en las pequeñas empresas. Para 2023, el 73,4% de los trabajadores cuenta propia eran informales, así como el 72,5% de los que trabajaban en empresas entre 2 a 5 trabajadores, el 55,5% de los de empresas entre 6 y 10 trabajadores y el 18,9% de los de empresas con 11 o más trabajadores.

Esto muestra que los beneficios propuestos en la reforma se concentrarían en trabajadores de empresas que tienen al menos 11 trabajadores, mientras que las más pequeñas, que representan una gran parte del tejido empresarial, enfrentarían costos operativos insostenibles. Esto podría reducir aún más su capacidad de generar empleo formal y agravar sus niveles de formalización laboral.