El incremento de 161 pesos en el precio del galón de gasolina que se hizo efectivo desde ayer fue justificado por el Gobierno nacional debido a la subida en los valores internacionales del petróleo que se ha visto en las últimas semanas.
En este sentido el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, explicó que “los combustibles están indexados al precio de referencia internacional del crudo y sus derivados”.
Añadió el jefe de esta cartera que “un dólar devaluado empeora la situación, sumado a que durante mayo pasado los referentes de los biocombustibles también presentaron aumentos”.
El ministro Arce explicó también que no existe un tope de variación del 1,5 por ciento en las tarifas mensuales para el consumidor final. “El tope al que se hace referencia aplica para el ingreso al productor fósil de gasolina y ACPM, dejando claro que la variación máxima permitida no es del 1,5 por ciento, sino de un rango entre -3 por ciento y 3 por ciento para el caso de la gasolina, y de -2,8 por ciento y 2,8 por ciento para el ACPM”.
Añadió que como consecuencia mes a mes el precio de la gasolina se afecta por la variación del ingreso al productor fósil, más la variación del ingreso al productor de biocombustibles, “que sumados pueden resultar en incrementos en el precio de venta al consumidor final superiores al 3 por ciento”.
Sin embargo según el senador Luis Fernando Velasco, del Partido Liberal, el elevado precio de la gasolina no solo se explica por el incremento en los precios internacionales del petróleo sino que también pesan varios impuestos que se colgaron en la última reforma tributaria.
Velasco, manifestó que “además de la fórmula actual, que nos vende gasolina colombiana a precios de los Estados Unidos, la última Reforma Tributaria creó nuevos impuestos a la gasolina, entre ellos, dos IVA y dos impuestos nacionales. Terminamos pagando más impuestos que gasolina en cada galón”.
Y añadió que “si sacamos el cálculo, por cada galón que pagamos, apenas un 46 por ciento corresponde a gasolina, lo demás se va en impuestos y arandelas. Este tipo de medidas están ahogando la industria nacional y aumentando los costos de producción de nuestra economía, estamos matando la gallina de los huevos de oro persiguiendo con más impuestos a los ciudadanos y empresarios. Hago un llamado al nuevo Congreso y a la ciudadanía: unidos debemos presentar y apoyar un proyecto de ley que derogue los nuevos impuestos, ajuste la carga tributaria de la gasolina y obligue al Gobierno nacional a establecer parámetros claros y transparentes de cómo se determina el precio de la gasolina en Colombia”.