El presidente de la estatal brasileña Petrobras, Pedro Parente, renunció este viernes tras una serie de huelgas masivas contra sus políticas, dejando en una situación delicada al debilitado gobierno de Michel Temer. 

Las acciones de la petrolera llegaron a caer más de 20% tras el anuncio y terminaron el día con pérdidas de alrededor de 15% en la bolsa de Sao Paulo.

El actual director financiero de la firma, Ivan Monteiro, fue nombrado interinamente como CEO y, en la noche, el presidente Temer dio su visto bueno para que tome el cargo de forma permanente.

Petrobras, que aún se recupera del escándalo de corrupción que estalló en 2014 que lastró sus finanzas, estuvo en el ojo de la tormenta que sacudió a Brasil en los últimos días, cuando una huelga de camioneros paralizó el país y provocó desabastecimiento de combustible y alimentos.

Desde el inicio de la huelga el día 21, el valor de mercado de la empresa se desvalorizó 137.000 millones de reales (unos 36.400 millones de dólares), según recuentos de la prensa.

La renuncia de Parente llega después que Temer concediera a los huelguistas varios de sus reclamos, entre ellos la reducción del precio del diésel durante 60 días. 

Aunque el gobierno aseguró que el Tesoro -y no Petrobras- asumirá el costo de la reducción, las negociaciones erosionaron la percepción de independencia de la estatal, ya que reabrieron la discusión sobre la política de precios de la empresa, que desde 2016 los ajusta en función de las cotizaciones del mercado internacional.

"No habrá ninguna interferencia en la política de precios de la compañía", reafirmó el mandatario en un breve mensaje en Brasilia, después de reunirse con Monteiro.

Esta medida, junto a factores como el aumento de impuestos sobre los combustibles, supuso aumentos significativos y constantes este año para los brasileños.

Carta de renuncia

En su carta de renuncia, Parente recordó que cuando asumió la dirección de la compañía en 2016, Temer le garantizó que podría llevar adelante la recuperación de la empresa con total independencia y sin necesidad de recibir ayuda del Tesoro. 

Pero "la huelga de camioneros y sus graves consecuencias para la vida del país desencadenaron un intenso y por momentos emocional debate sobre los orígenes de esa crisis y colocaron la política de precios de Petrobras bajo fuerte cuestionamiento", afirmó. 

"Pocos logran ver que ésta refleja choques que alcanzaron la economía global y tuvieron efecto en nuestro país", añadió Parente. 

En este contexto, "mi permanencia en la presidencia de Petrobras dejó de ser positiva y dejó de contribuir para la construcción de las alternativas que el gobierno tiene por delante", concluyó.

Ambiente político "deteriorado"

"La carta subraya cuánto se ha deteriorado el ambiente político desde que comenzó la huelga nacional de camioneros, y cómo es poco probable que Petrobras sea plenamente compensado por el Tesoro por los subsidios a los precios del combustible", afirmó la consultora de inversiones Eurasia Group. 

Numerosos analistas ven la renuncia de Parente como un duro golpe contra el impopular Temer que, después de lograr mantenerse en el cargo pese a dos denuncias por corrupción que el Congreso bloqueó el año pasado, luchaba por cerrar sus últimos meses de gobierno celebrando la salida de la recesión.

Pero el desempleo todavía en niveles altos y la huelga reavivaron en el país un sentimiento de malestar contra sus políticas de ajuste, que le dejaron un margen fiscal muy bajo para atender este tipo de demandas. 

Después que la huelga de camioneros fue desactivada, trabajadores de Petrobras iniciaron su propio paro pidiendo la renuncia de Parente.

Lo que el gobierno ofreció a los camioneros fue "una solución posible para el momento. Pero como muchas cosas que vienen ocurriendo en gobiernos sin apoyo de la sociedad, fue una solución compleja que no se sustentará a largo plazo", dijo a la AFP Denis Schiozer, director del Centro de Estudios de Petróleo de la Universidad de Campinas.

Parente, garante de los mercados

Parente, un ingeniero de formación de 65 años y con una vasta carrera en el mundo ejecutivo, fue nombrado por Temer en mayo de 2016 con la consigna de resucitar a la empresa de la mayor crisis de su historia. 

Parente impulsó una reducción y reestructuración de la deuda, un programa de desinversiones y cambió la política de precios para evitar perjuicios. 

El ahora exCEO "representaba un tipo de orientación para la empresa que el mercado entendía como positiva, porque la recuperó en varios sentidos", dijo el economista André Perfeito, de la consultora Spinelli. 

Por ello, las repercusiones en la empresa serán "muy graves", opinó. 

Petrobras cerró 2017 con un rojo de 446 millones de reales (139,7 millones de dólares al cambio promedio de ese año), el cuarto año consecutivo con pérdidas.