Reforma tributaria estructural no da espera | El Nuevo Siglo
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Domingo, 24 de Febrero de 2019
Redacción Economía

Aunque el Gobierno rechazó de plano que esté pensando en adelantar otra reforma tributaria, el descuadre de las finanzas ha hecho que analistas y mercados especulen con la necesidad de hacer un cambio estructural profundo en materia de impuestos.

El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en medio de expectativas del mercado sobre la necesidad de tramitar una nueva iniciativa fiscal para cubrir un faltante de recursos para los próximos años, dijo que “de ninguna manera voy a plantear que va a haber una reforma tributaria, de ninguna manera, es absolutamente incorrecto decir que con la información que tenemos hoy vaya a haber una reforma, ni la más remota posibilidad, ni se está pensando”.

Sin embargo, dado el descuadre de las finanzas y las necesidades de recursos que no van a desaparecer así se vendan algunos activos como el 8,9% de Ecopetrol, el país requiere con urgencia de mayor liquidez para distribuir con equidad oportunidades de desarrollo para todas las regiones.

El exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo dijo a este Diario que la Ley de Financiamiento es “una colcha de retazos” que no va a arreglar el descuadre de las finanzas y que se requiere de una reforma tributaria estructural a mediano plazo.

El Congreso aprobó a finales del año pasado una reforma tributaria con la que el Gobierno recaudará unos $7,8 billones para financiar el presupuesto de este año, un 44% menos que el objetivo que se tenía en el texto original y que buscaba, entre otras cosas, extender el IVA a casi la totalidad de la canasta familiar.

Dejar la extensión del IVA por fuera obligó al Gobierno a reducir el gasto para cumplir con las metas fiscales.

Descuadre

Pero la reforma de 2018 no aporta recursos para cubrir el faltante, que según el Banco de la República equivale a medio punto del Producto Interno Bruto (PIB) el próximo año, de un 0,7% en 2021 y de un 1,1% en 2022.

A mediados de enero, la agencia calificadora de riesgos Fitch dijo que lograr la meta de déficit fiscal en 2020 es cada vez más difícil sin que se realicen reformas.

Fitch, que mantiene en “BBB” la calificación de riesgo de Colombia con una perspectiva estable, explicó que el recorte de impuestos a las empresas que se aprobó dentro de la reforma tributaria reducirá los ingresos del Gobierno en un 0,8% del PIB en 2020, que serían difíciles de reemplazar con los actuales tributos o normas antievasión.

El Gobierno estableció una meta de déficit fiscal de 2,4% del PIB para este año, de un 2,2% para 2020 y de 1,8% en 2021.

El PND

De pronto para el Gobierno, como lo dice el ministro Carrasquilla, se jugó otra carta para buscar recursos y ese es el proyecto del Plan Nacional de Desarrollo (PND).

Cada vez que se lee la letra menuda de la iniciativa se descubren modificaciones tributarias que afectarían el bolsillo de los colombianos, entre ellas se encuentran el desmonte de los subsidios de energía para el estrato tres hasta el cambio en la base de cotización a la seguridad social de los trabajadores independientes y la modificación de las tarifas del impuesto al consumo de los licores.

Este retiro del subsidio de energía sería el inicio de una política de focalización de las ayudas sociales en busca de que lleguen realmente a los más vulnerables. Además, en el artículo 179 del PND también se especifica que este no podrá ser superior a 40% del costo medio del suministro para el estrato dos, ni a 50% de este para el estrato uno. Igualmente, las personas que tienen capacidad de pago y están en el régimen subsidiado de salud empezarían a contribuir al sistema. Ello generaría un ahorro de entre $800.000 millones a $1 billón al año.

Las calificadoras

Uno de los ellos fue el que la agencia calificadora de riesgo Moody’s advirtió que el panorama económico es desafiante pese a la reforma fiscal aprobada, sobre todo en el hueco que no se logra reducir.

La calificadora dijo que si bien la Ley de Financiamiento ayuda al proceso de cumplimiento de los objetivos fiscales este año, no aborda de forma estructural los desafíos de las cuentas fiscales del país en el mediano plazo, por lo cual se necesitarán más medidas a fin de consolidar el ajuste fiscal.

Los mayores impuestos que entraron en vigor en enero pasado “se quedan cortos” y no recaudan lo que el país necesita para cubrir su déficit fiscal, manifestó Moody’s Investors Service.

Ahora el país se enfrenta a un panorama fiscal “desafiante” ya que la reforma tributaria generó la mitad de los ingresos previstos en la propuesta original, afirmó Moody’s. La agencia otorgó a Colombia una calificación Baa2 por perspectivas negativas hace un año.

“Más allá de 2019, la reforma tributaria no generará suficientes ingresos para cumplir con los objetivos de déficit fiscal para 2020-22”, dijeron analistas de Moody’s, entre ellos Samar Maziad. 

Asimismo indican que “sin medidas de reforma integrales que aborden las restricciones relacionadas con la reducida base de ingresos de Colombia, esperamos que los ingresos fiscales disminuyan todavía más hasta 2022 a medida que se van integrando los recortes tributarios”. 

La migración masiva desde Venezuela y la implementación de un eventual acuerdo de paz con el Eln también dificultarán más el control del gasto, dijo Moody’s.

Fitch Ratings califica a Colombia BBB, la segunda nota de grado de inversión más baja, mientras que S&P la califica en nivel BBB-, esto es, un nivel por encima del basura.

De otro lado el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, indicó que si bien se cumplirá la regla fiscal este año todavía existe un faltante para los próximos años.

“Para 2020, 2021, y 2022 todavía hay un faltante. El mensaje es que todavía queda trabajo por hacer. No se logró todo lo que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, pretendió con su reforma tributaria. Por ello, todavía hay un faltante en materia fiscal para los próximos años”, aseguró Echavarría.

Igualmente, el gerente del Emisor mostró su preocupación por el déficit de cuenta corriente que para 2019 se estima entre 3,5% y 4,3% del PIB, con 3,9% como escenario probable, ante un escenario de menores ingresos externos por exportaciones de bienes y un dinamismo estable de las importaciones.