Un panorama crítico pero a la vez incierto, dio a conocer la Asociación Colombiana de Petróleo, al indicar que en los últimos 15 años las reservas de gas han caído 50% y que, actualmente hay suministro para atender 7,2 años.

A esta situación se llegó ante la falta de exploración y explotación del hidrocarburo. Pese al panorama, el presidente de la Asociación Colombia de Petróleo (ACP), Frank Pearl, en la presentación del Informe de Tendencias y Perspectivas de Inversión en Exploración y Producción de Hidrocarburos 2023-2024, dijo que “tenemos gas colombiano de buena calidad y a buen precio. Podemos generar las condiciones para aumentar la producción de gas nacional y resolver la crisis de corto y largo plazo”.

Andrés Bitar, vicepresidente de Estrategia de Asuntos Regulatorios de ACP, afirmó que “es clave la masificación del suministro de gas, sobre todo, en la periferia del país”.

Pearl sostuvo que “en un contexto de transición energética global, Colombia se encuentra en un momento crucial y estratégico para impulsar la materialización de su potencial gasífero, el cual no sólo fortalecería su seguridad energética, sino que también seguiría generando impactos positivos en el desarrollo económico, social y ambiental del país y las regiones”. 

Pearl señaló que -actualmente- hay 18 proyectos de empresas privadas, ubicados en los departamentos Córdoba, Sucre, Magdalena, Atlántico, Cesar, Casanare, Arauca y Guajira, que podrían inyectar al mercado, en el corto-mediano plazo, hasta 250 millones de pies cúbicos diarios de gas adicionales para asegurar el suministro y resaltó que los proyectos costa afuera no sólo abastecerían el mercado nacional a largo plazo, sino que también podrían generar excedentes para la exportación.

El informe evidencia una perspectiva crítica del abastecimiento, en razón, principalmente, a la reducción de la actividad exploratoria, bajos niveles de reposición de reservas, declinación de los grandes campos y escasez de infraestructura.

Exploración

Indica la ACP que “ante este escenario, la exploración es prioritaria para reponer reservas y mantener niveles suficientes de producción. Para evitar el déficit, resulta necesario trabajar de forma articulada entre Gobierno, comunidades e industria con miras a desarrollar estos recursos energéticos y respaldar las transformaciones que requiere el país”.

El informe destaca que, se identifican cinco pilares habilitantes para la autosuficiencia: 1) Incentivar la oferta y asegurar el abastecimiento. 2) Desarrollar infraestructura de transporte necesaria para optimizar el suministro. 3) Actualizar y flexibilizar las reglas de juego del mercado. 4) Concebir al gas como eje para la planeación energética, económica y social del país y las regiones, y 5) desarrollar oportunamente los recursos costa afuera.

De igual manera, indica que se espera que en 2024 se inicie la perforación de al menos 17 pozos y que, “si bien es un pequeño incremento frente a lo visto en el año 2023, se mantiene la tendencia decreciente por la reducción progresiva de los compromisos contractuales a medida que estos se van ejecutando”.

Asegura el gremio petrolero que “estas cifras cobran especial relevancia en el caso del gas, dado que la forma más eficiente para aumentar la producción y las reservas es perforando y explorando más. Otra opción podría ser el recobro mejorado, pero su aplicación y efectividad está condicionada a los volúmenes y condiciones del petróleo producido”.

Recalcan, igualmente, que “la actividad exploratoria presenta cada vez más retos, principalmente por procesos de licenciamiento ambiental tanto de la perforación como de la infraestructura de transporte y conexión, y restricciones del mercado que desincentivan el tránsito oportuno de recursos contingentes y prospectivos a reservas”.

Diversificación

El reporte puntualiza que “al igual que la eficiencia y la diversificación de la matriz energética son importantes para la transición energética justa, asegurar el abastecimiento de gas natural para satisfacer la demanda actual y futura es crucial para alcanzar las metas nacionales en materia ambiental, social y económica. En este sentido, la formulación de políticas energéticas debería enfocarse en promover el crecimiento integral del mercado de gas natural”.

Explica la ACP que “distintos actores, incluyendo al Gobierno nacional, identifican al gas natural como el energético de la transición, de la equidad y el principal habilitante para la reducción de la pobreza, especialmente en regiones donde aún existe privación al acceso de la energía, donde se cocina con energéticos altamente contaminantes y donde la productividad se limita por los costos de los energéticos y la carencia de infraestructura”.