EL MERCADO global de las finanzas embebidas que consisten en la integración de servicios por parte de otros sectores e industrias no financieras, y que permite ofrecer opciones de ahorro, préstamos, seguros, entre otros, directamente desde aplicaciones o plataformas, experimenta una aceleración actual en base a la cual se estima que para 2026 representará más de US$43 000 millones, según Allied Market Research.
En el caso de Colombia particularmente, si bien el acceso a productos financieros en 2023 alcanzó al 92,1 % de la población adulta, el indicador de uso sigue siendo inferior: 77,7 % para el último trimestre medido en 2022, de acuerdo al reporte de Banca de las Oportunidades.
En este contexto, Carlos Marín, country mánager de Pomelo es Colombia, explica que “está claro que las entidades tradicionales cuentan con la enorme oportunidad de potenciarse incorporando servicios financieros a sus negocios a fin de elevar la propuesta de valor para sus clientes y ser más competitivas frente a los nuevos retos de la industria”. Pomelo es la empresa líder en infraestructura tecnológica de emisión, procesamiento y gestión de pagos con tarjetas en América Latina.
Así, aproximadamente 5,8 millones de adultos colombianos hoy no están dispuestos a utilizar productos financieros a pesar de tener acceso a ellos. Conforme a un análisis del Banco de Desarrollo de América Latina, esto se da debido a dos factores principales: los costos por transacción y las asimetrías de la información.
Por eso, en una era de máxima digitalización, los bancos cumplen un rol fundamental en este proceso. Aplicando una nueva y moderna tecnología en sus sistemas, los mismos pueden acelerar la incorporación de todos los avances tecnológicos que definen a una experiencia financiera innovadora. Así, gracias a las finanzas embebidas, es posible avanzar hacia la integración de servicios financieros que permitan al cliente operar de forma integral, rápida, segura y 100 % en línea.