Una científica con la bandera de Colombia en la Antártida | El Nuevo Siglo
Cortesía
Lunes, 5 de Marzo de 2018

Momentos antes de embarcarse en el barco Ushuaia en un lejano puerto sobre el Pacífico argentino, la física Paola Tello encontró en su celular un mensaje de una niña colombiana que desde Quibdó, a más de 10.000 kilómetros, en el que preguntaba: “Seño, necesito saber si usted llevó mi carta a la Antártida”?.

Ella hacía referencia a una carta escrita durante la charla “Antártida para valientes”, que con el patrocinio de BBVA, Tello dictó en más de 10 ciudades de Colombia y en las que recogió cartas que ella intentará leer a los pingüinos de ese continente en el marco de una expedición que lleva a 77 mujeres a visitar durante tres semanas varias bases científicas en la Antártida, llamada Homeward Bound.

“Cuando vi el mensaje de esta niña de Quibdó, inmediatamente le envíe una foto de su carta dentro de mi equipaje y le escribí diciéndole que sí, que su carta estaba conmigo y que yo la iba a llevar para leerla a los pingüinos, y la verdad eso me llena de mucha responsabilidad y de mucho amor porque todos esos niños creyeron en mí y confiaron que sus cartas llegarán a esos animalitos y que de verdad sienten que sus acciones tienen un impacto”, cuenta Tello, cuando ya su viaje arrancó y solo volveremos a tener noticias de ella, en dos o tres semanas.

 

Antecedentes fríos

 

A principios del siglo pasado, cuando las expediciones al Polo Sur comenzaron a dar sus frutos y los navegantes noruegos, ingleses y norteamericanos organizaban aventuras de alcances épicos de las que hacían parte solo por hombres, lo que se decía era que para que una mujer pudiera hacer parte de ellas, “debería tener barbas”. Con lo que al final ninguna mujer se nombra en las primeras de cambio en lo que al descubrimiento y exploración de la Antártida se refiere.

Solo hasta a la década del 30 comienzan a tenerse noticias de mujeres en este continente, como la danesa Caroline Mikkelsen que en 1935, se convirtió en la primera en pisar este continente al desembarcar en el llamado monolito Scullin. Tras ella después llegaron su hija Augusta Sofie y otras dos exploradoras: Lillemor Rachiew y Solvieg Wideroeher.

Estas mujeres no necesitaron barbas ni bigotes para alcanzar este continente y no solo ellas, pues tras su desembarco y regreso a sus países, tras ellas fueron cientos de exploradoras que terminaron dejando un legado de heroísmo, disciplina y persistencia en el llamado continente helado.

 

Exploración femenina

Hoy, después de 80 años de la hazaña de Mikkelsen, un grupo de mujeres emprende una aventura que las tendrá por espacio de 20 días recorriendo parte de este continente en la expedición llamada Homeward Bound: la madre naturaleza necesita a sus hijas, una iniciativa enfocada en liderazgo y que tiene como objetivo estudiar los efectos del cambio climático y reivindicar el rol de la mujer en la ciencia como una aventura de crecimiento y un despertar a nivel planetario con liderazgo femenino.

Este que es el segundo viaje de este programa, ha reunido a 77 mujeres científicas de todo el mundo y de todas las disciplinas del saber y entre ellas hay una colombiana: Paola Tello Guerrero, una física, de Bucaramanga, Santander a la que BBVA se ha unido con el fin de hacer de su viaje y expedición una oportunidad para que los niños de Colombia conozcan de primera mano aspectos de la Antártida, como su historia, clima y fauna, especialmente los pingüinos, una especie amenazada y a quienes los niños les han escrito un paquete de misivas que la científica buscará la manera de leer a estos anímales.

Paola ya está en la Antártida y lo primero que hizo al momento de salir a cubierta del barco que las lleva en este recorrido fue ondear la bandera de BBVA con el fondo de los inhóspitos y helados paisajes de esta parte de la tierra cuyas temperaturas pueden alcanzar los -40 grados centígrados. Hablamos con ella sobre sus expectativas, de lo que fue haber recorrido el país contándole a los niños qué iba a hacer allá, de qué actividades están programadas en esta expedición y qué agenda tendrá al regreso.

 

Correo antártico

“La expectativa más grande que tengo al igual que mis compañeras de viaje es que podamos aprender mucho, no solo de las estaciones científicas que vamos a visitar,- más de seis, sino de todas las que me acompañan, sobre todo porque hay mujeres que por muchos años han dedicado su vida a la ciencia”, dice Paola acerca de cómo se siente al momento de iniciar este viaje.

Acerca de qué equipaje lleva en su maleta, la física colombiana cuenta: “Llevo mi maleta llena de libros, muchos libros, las cartas que los niños han escrito a los pingüinos y que son mi gran responsabilidad y deber y la bandera de BBVA, una empresa que ha creído en mí y en este trabajo que estoy haciendo”.

La expedición tendrá su primer contacto con pingüinos en los próximos días, cuando llegue a Danco, una pequeña isla en el canal Errera, de sólo unos 2 km de longitud y el hogar de un gran número de ejemplares de esta especie.