La decisión de Estados Unidos de establecer aranceles a la importación de acero y aluminio, puso en vilo no solo a los mercados financieros sino a la Unión Europea y varios países socios de la mayor economía del mundo
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La turbulencia que mostraron los mercados financieros en el mundo, fue el efecto inmediato que produjo la decisión del presidente de EU, Donald Trump, de imponer aranceles a la importación de acero y aluminio.
Aunque el valor del dólar se incrementó ligeramente contra el euro, las principales bolsas del mundo mostraron comportamientos en rojo. Asimismo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que las tarifas pueden dañar a la economía de Estados Unidos y mundial.
"Es probable que las restricciones a la importación anunciadas por el presidente (Trump) causen daños no solo fuera de Estados Unidos sino también a la propia economía estadounidense", dijo el portavoz del FMI, Gerry Rice.
Trump desató una tormenta con su plan de instaurar amplias tarifas a las importaciones de acero y aluminio en respuesta a supuestos 'dumping' y subsidios inadecuados que según el secretario estadounidense de Comercio, Wilbur Ross, han puesto en peligro las compras de defensa de Estados Unidos.
En un comunicado, Rice dijo que la medida aumenta el temor de que otros países usen la lógica de la seguridad nacional "para justificar amplias restricciones de importación", e instó a los países a trabajar para resolver los desacuerdos comerciales sin llegar a esos extremos.
¿Guerra comercial?
El anuncio de Trump de que impondrá aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y 10% sobre las de aluminio, aumentó los temores de una guerra comercial y provocó el desplome de las bolsas mundiales. Esos temores se exacerbaron cuando Trump se mostró favorable a las guerras comerciales en una serie de tuits, diciendo que son "buenas y fáciles de ganar".
El mandatario subió la apuesta afirmando que trataría de imponer "impuestos recíprocos" a todas las importaciones de los socios comerciales que imponen aranceles a las exportaciones estadounidenses.
Sin embargo, Rice instó a los países a no tomar esas drásticas medidas. "Alentamos a Estados Unidos y a sus socios comerciales a trabajar de manera constructiva para reducir las barreras comerciales y resolver los desacuerdos comerciales sin recurrir a esas medidas de emergencia".
Señaló que los impuestos al acero y al aluminio perjudicarían a los sectores de fabricación y construcción, que son los principales usuarios de estos metales.
Las bolsas
Las bolsas europeas mostraron su temor a una guerra comercial a causa de las amenazas de aranceles del presidente Donald Trump a las importaciones de acero y aluminio. Londres perdió 1,47% y cerró a 7.069,90 puntos, Fráncfort bajó 2,27% y cerró a 11.913,71 puntos, París perdió 2,39% y cerró a 5.136,58 puntos, Milán también cayó a 2,39%, cerró a 21.912 puntos; y Madrid cedió a 2,13%, situándose en 9.531 puntos.
Unión Europea
De otra parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, dijo a AFP que queda "una pequeña posibilidad" para evitar una guerra comercial con Estados Unidos ante la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
"Queda una pequeña posibilidad abierta" afirmó el comisario finlandés. "El presidente de Estados Unidos no firmó aún las propuestas. Así que esperamos que reconsiderará sus intenciones", añadió. "Estamos muy cerca de una guerra comercial que puede expandirse, y en esta clase de guerras solo hay víctimas, no ganadores", explicó Katainen. Trump reforzó sus amenazas y advirtió que aplicará "tasas recíprocas" a socios comerciales en caso de réplicas.
Katainen, que gestiona la política comercial de la UE junto a la comisaria de Comercio Cecilia Malmstrom, explicó que la postura de Trump se explica por la inundación en los mercados de acero chino a precios bajos.
"Entiendo la frustración, pero la medicina que la administración estadounidense quiere utilizar no es la adecuada", añadió.
Una guerra comercial "significa en hechos concretos desempleo, menos crecimiento y peores relaciones entre socios comerciales", advirtió el vicepresidente de la Comisión.
La Comisión Europea ya está elaborando una lista de productos estadounidenses que podrían ser objeto de aranceles como medida de retorsión.
Pero Katainen rehusó confirmar especulaciones sobre si esas tarifas aduaneras en la UE afectarían primordialmente productos provenientes de estados que apoyaron a Trump en las elecciones presidenciales, como el bourbon de Kentucky o las naranjas de Florida.
La UE amenazó en 2002 con aplicar aranceles a una serie de productos estadounidenses, en el marco de una "guerra del acero" que abrió el gobierno del entonces presidente George W. Bush.
Defensa
A su vez, el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, defendió las nuevas tarifas comerciales propuestas por el presidente Donald Trump, diciendo que la caída de las bolsas y la airada reacción de los socios comerciales eran "mucho ruido y pocas nueces".
Entrevistado por CNBC, Ross ilustró su argumento levantando latas de cerveza Budweiser, Coca-Cola y sopa Campbell's, asegurando que con las tarifas propuestas el aumento de precio en bienes de consumo sería insignificante.
"Esta es una lata de Campbell's Soup. Hay alrededor de 2,6 centavos de valor de acero. Si eso sube un 25% eso es alrededor de seis décimas de un centavo sobre el precio de la lata de Campbell's Soup", dijo. "Es insignificante", apuntó.
Tras la caída de las bolsas mundiales y sus aliados indignados, Trump prometió promulgar aún más "impuestos recíprocos" sobre todas las importaciones de los socios comerciales que imponen aranceles a las exportaciones estadounidenses.
Ross consideró injustificada la reacción generada y dijo que estaba impulsada por quienes se resistían a un cambio que debió haberse hecho antes.
"Toda esta histeria es mucho ruido y pocas nueces", dijo. "Creo que esto es una táctica para generar miedo por parte de las personas que quieren el status quo, que han cedido puestos de trabajo en este país, que nos han dejado con este enorme y creciente déficit comercial", añadió.
Ross restó importancia al riesgo de represalias, y dijo que los socios comerciales que decidieran reducir las importaciones estadounidenses en otras áreas, aumentarían sus propios costos y crearían oportunidades para los exportadores estadounidenses.
China ya amenazó con tomar represalias contra las exportaciones estadounidenses de soja. Pero Ross dijo que "la única razón por la cual China u cualquiera nos compra soja es porque es el precio más bajo que pueden obtener".
Lo que hay en riesgo
Con la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio, Trump espera proteger empleos en su país, pero su política no solo enfurece a sus socios comerciales sino que podría costarles caro a los obreros estadounidenses, estiman expertos. El acero y el aluminio - aunque en menos proporción - centran desde hace años las tensiones comerciales a nivel mundial.
"Esto se debe a una sobreproducción de acero a nivel mundial y a que los empleos están concentrados en las regiones que han sufrido procesos de desindustrialización", explica a la AFP Nigel Driffield, profesor de comercio internacional en la Warwick Business School.
La importancia del acero y del aluminio en el comercio mundial se explica también por su uso en varios sectores cruciales, entre ellos la construcción y las infraestructuras, los equipos mecánicos y la industria automotriz. Se utiliza incluso para las latas de Coca-Coca. "Hay también tensiones en Occidente entre los productores de acero y los que compran acero más barato proveniente de Asia", señala Nigel Driffield.
El año pasado, Estados Unidos importó 35,6 millones de toneladas de acero, es decir 36% de su consumo o el equivalente a US$33.600 millones, según cifras de la consultora Wood Mackenzie. Apenas 2,9% de las importaciones estadounidenses vinieron de China.
"Los aranceles no tendrán mucho impacto en las exportaciones de acero chino y China no tiene tanto que perder como los socios comerciales tradicionales de Estados Unidos", subraya Ming He, de Wood Mackenzie.
"Las medidas proteccionistas contempladas tendrán más efectos negativos sobre las importaciones de acero proveniente de Canadá, México y Brasil", estima el analista. Corea del Sur se verá "bastante afectada".
Sin embargo, los expertos creen que esta política de Trump se dirige al electorado de la "Rust Belt", una región del noreste de Estados Unidos en donde estaban implantadas las industrias pesadas del país, ahora en declive. "Los electores de Trump van a acoger positivamente" los anuncios del presidente "ya que tienen la impresión de haberse visto afectados injustamente por la competencia proveniente de Asia, más competitiva", explica Nigel Driffield.